Las panaderías y obradores son auténticos centros de felicidad. Del calor de sus hornos surgen delicias dulces y saladas, irresistibles y adictivas. Pasteles, bollería, todo tipo de dulces y otros caprichos gastronómicos llenan sus vitrinas, despertando deseos, gula y mucho apetito. Para satisfacer a los más exigentes, y siempre en busca de la excelencia, hemos creado nuestra particular Ruta de las pastelerías más exquisitas de Zaragoza, que incluye también una tentadora selección de los mejores roscones de Reyes de la ciudad, así como los tradicionales roscones de San Valero.
Hoy, sin embargo, queremos hablar del pan, ese producto básico de nuestra dieta que acompaña cada plato como el complemento ideal. A veces, podríamos decir que podríamos vivir solo de pan, y de ese impulso irresistible de comernos el pico o pellizcar un buen trozo camino a casa. Después de todo, estamos hablando de un placer diario profundamente arraigado en nuestra cultura mediterránea, un alimento que une a las familias y que se disfruta compartiéndolo, ¿verdad?
Eso sí, encontrar un pan bueno, artesano, de calidad, que sepa a «pan de verdad», como el de antes, no siempre es fácil, pero tampoco es imposible. Porque los expertos dicen que el ritmo frenético de nuestro día a día nos ha hecho olvidar el pan de toda la vida. Pero no te preocupes, porque cada vez somos más los que buscamos ese pan delicioso y auténtico para nuestra mesa. Por eso hemos explorado y encontrado las mejores panaderías y hornos de Zaragoza, que ofrecen panes artesanos, elaborados con harinas ecológicas, ingredientes naturales de alta calidad y largas fermentaciones. De masa madre, de semillas, de espelta, de centeno, de nueces y pasas, con aceitunas… hay un pan para cada gusto. Y estos panes tienen mucha miga.
La Tahona del Pastor
Si pasáis por el número 3 del céntrico Paseo de Teruel notaréis una fila, cuyo tamaño va variando dependiendo de la hora del día. Son personas haciendo cola para comprar el delicioso pan artesano de la Tahona del Pastor.
La Tahona del Pastor ya existía y hacía buen pan cuando a quienes ahora recuperan las viejas recetas les importaba un bledo la masa madre y la harina de escanda. Y sus artífices trabajaban y esperaban que la masa subiera antes de ponerla en el horno a horas en las que la mayoría estaban de marcha o dormían para ir al colegio al día siguiente. Las cosas claras.
Su mérito no es sólo hacer uno de los mejores panes de Zaragoza (pan de verdad, en definitiva) sino haber sido serios e íntegros en aquel momento de inflexión en el que el profesional podía decidir entre continuar haciendo las cosas seriamente o pasarse al lado oscuro del pan industrial, como tantos otros.
Dirección: Paseo de Teruel, 3-5
Ecomonegros San Lorenzo, Ecomonegros Cervantes y Ecomonegros Valdespartera
Ecomonegros es una empresa familiar de Leciñena que desde hace más de 10 años produce pan ecológico de manera tradicional en su propio molino. Su tienda en Zaragoza en San Vicente de Paúl es la culminación de un proyecto de recuperación de semillas antiguas, de concienciación y sensibilización con la salud, con el medio ambiente y con el desarrollo sostenible.
El proyecto Ecomonegros reúne varios aspectos importantes: en primer lugar, el desarrollo sostenible de la agricultura típica de la comarca; por otra parte, el desarrollo rural de Los Monegros, tierra dura y castigada por la escasez de lluvia; y por último, la seguridad de estar ofreciendo una de las mayores riquezas que da la tierra, un cereal excelente en todos sus aspectos, cultivado de forma totalmente ecológica, como antiguamente, por lo que conserva intactos todas las propiedades que cautivaron a nuestros antepasados en la elaboración de sus productos artesanos.
Direcciones:
Ecomonegros San Lorenzo, Calle San Lorenzo, esquina con San Vicente de Paúl
Ecomonegros Cervantes, Calle Cervantes, 2
Ecomonegros Valdespartera, Mercado de Valdespartera, Paseo los Olvidados, 20
Le Petit Croissant Constitución, Le Petit Croissant Puerto Venecia y Le Petit Croissant Hernán Cortés
Le Petit Croissant es una pequeña panadería y pastelería en el centro, pero con una sorprendente y gran variedad de artículos de obrador propio: panes de diferentes semillas, con nueces, a la naranja, con formas de animales, galletas de diferentes colores y sabores, pastelitos que se comen sólo con mirarlos, bollos y magdalenas de chocolate, de frutos rojos, de naranja, etc.
Con un rinconcito pequeño pero encantador para tomar un café con un pastelito a media mañana… o a media tarde. Si pasas por delante y ves el escaparate, seguro que caes en la tentación. Recomendamos los deliciosos croasanes rellenos de pasta de almendras y las galletas integrales.
Direcciones:
Le Petit Croissant Constitución, Paseo de la Constitución, 16
Le Petit Croissant Puerto Venecia, Puerto Venecia, Calle Jardines de la Concordia
Le Petit Croissant Hernán Cortés, Calle Hernán Cortés, 3
La Mar de Cookies
La Mar de Cookies es un horno artesano en el que se elabora pastelería, panadería y repostería apta para celíacos e intolerantes a la lactosa.
La Mar de Cookies ofrece una amplia gama de productos de bollería, pastelería, repostería y salados como panes -hay unos siete tipos diferentes-, hojaldres, croissants, tartas, milhojas o roscón. Además, os recomendamos que probéis su producto estrella…¡las palmeras de chocolate!.
Tanto si tenéis intolerancias como si no, os recomendamos que os paséis por la Mar de Cookies para disfrutar de todas estas delicias. Y si no tenéis tiempo, visitad su página web…envian sus productos a toda España, todos ellos producidos el mismo día de envío y empaquetados para que los recibas frescos.
Dirección: Calle San Pablo, 95
Panadería Ortiz
¿Quién no ha oído hablar de la panadería Ortiz? Su habilidad en el arte de la repostería es ampliamente reconocida en toda la ciudad.
Visitar esta pequeña panadería en el barrio de San José es como hacer un viaje en el tiempo. Con más de 50 años de historia, sus panes nos recuerdan a las antiguas panaderías de barrio, evocando una pasión transmitida a lo largo de varias generaciones de panaderos.
La panadería Ortiz es el alma de la calle Juana de Ibarbourou. Su mostrador y estanterías, repletos de panes y pasteles, llenan de vida la zona, atrayendo a los peatones con carteles que anuncian los panes del día. Una vez dentro, la variedad es tan tentadora que resulta difícil decidirse.
Entre sus roscones más apreciados se encuentran el tradicional, elaborado con un bollo relleno de mazapán y coronado con fruta confitada, y los roscones de Reyes y San Valero, rellenos de nata y crema artesana.
Dirección: Calle de Juana de Ibarbourou, 12