Paseo de la Constitución de Zaragoza
Paseo de la Constitución

Paseo de la Constitución

El Paseo de la Constitución, una de las arterias más emblemáticas de Zaragoza, es un reflejo de las múltiples facetas de la ciudad: orden y caos, modernidad y tradición, bullicio y calma. Este paseo destaca por sus imponentes árboles, las obras de arte que lo decoran y su concurrido quiosco, elementos que lo convierten en un lugar de encuentro tanto para zaragozanos como para visitantes.

Ubicado sobre el cauce del río Huerva, el paseo comienza en la Plaza de Basilio Paraíso y culmina en la confluencia del Paseo de la Mina con la Avenida Ceráreo Alierta. Sin embargo, lo que hoy es una amplia avenida peatonal no siempre fue así. En sus inicios, este espacio albergaba el Paseo de Invierno, una calle que discurría paralela al río, muy popular entre los zaragozanos del siglo XIX.

Grabado de la obra 'Wiews in Spain', publicada en Londres en 1824. El dibujo fue tomado del natural por Eduard Hanke Locker en 1813, pocas semanas después de la huida de los franceses el 9 de julio de 1813. Vista del Convento de Santa Engracia. En primer termino puede verse el transcurrir de La Huerva, hoy soterrada bajo el Paseo de la Constitución.
Grabado de la obra ‘Wiews in Spain’, publicada en Londres en 1824. El dibujo fue tomado del natural por Eduard Hanke Locker en 1813, pocas semanas después de la huida de los franceses el 9 de julio de 1813. Vista del Convento de Santa Engracia. En primer termino puede verse el transcurrir del río Huerva, hoy soterrado bajo el Paseo de la Constitución.

El Ensanche de 1906 planteó la necesidad de una gran avenida que atravesara la ciudad, lo que supuso un reto debido al río Huerva, que debía ser cubierto para dar continuidad al desarrollo urbano. Aunque el proyecto avanzó lentamente, no fue hasta la década de 1920 cuando el arquitecto Miguel Ángel Navarro inició el cubrimiento parcial del río. En 1925 comenzaron las obras de urbanización que, décadas más tarde, culminarían en el bulevar que conocemos hoy.

A lo largo del tiempo, el paseo ha tenido distintos nombres, reflejando los cambios políticos y sociales de España. Durante la Segunda República, la vía se llamó Galán y García Hernández, en honor a los capitanes que lideraron la Sublevación de Jaca en 1930 contra la monarquía de Alfonso XIII. Aunque fueron fusilados, su papel en la instauración de la República los elevó al estatus de mártires.

En 1936, tras el inicio de la Guerra Civil, el paseo fue rebautizado como Marina Moreno, en memoria de una joven falangista que murió cuando el camión en el que transportaba víveres al frente de Almudévar fue atacado por tropas republicanas.

Con el retorno de la democracia, la avenida adoptó su nombre actual, Paseo de la Constitución, en homenaje a la carta magna aprobada en 1978.

Paseo de la Constitución cuenta con varias calzadas laterales y un bulevar central
El bulevar central, imagen reconocible del Paseo de la Constitución

En la década de 1970 se concluyó el cubrimiento completo del río Huerva, transformando el espacio en una amplia avenida arbolada, con fuentes y áreas peatonales. Lo curioso es que, bajo el paseo, el río Huerva sigue su curso, oculto hasta reaparecer en el Paseo de La Mina.

Los árboles del Paseo de la Constitución forman una capilla sixtina, crecen en dos filas paralelas convirtiendo el paseo en una lengua de sombra -que tanto se agradece en verano- un rastro custodiado por ese verde que crece a uno y otro lado extendiendo sus ramas cual brazos largos que, al encontrarse, se tocan con la punta de un dedo.

Constitución es un bulevar, repleto de comercios que van desde mercados, restaurantes y bares hasta farmacias, tiendas de suvenires, librerías, bibliotecas y centros culturales.

Posee una rambla central por donde caminan a diario miles de transeúntes; niñas, niños y adolescentes montan patines, corren y saltan la cuerda; los enamorados se dan cita; ancianos se sientan a conversar, leer el periódico o distraerse con juegos de mesa a la sombra de los laureles.

Monumento a la Constitución Española Paseo de la Constitución
El monumento a la Constitución que da nombre al paseo

Mientras tanto, lado a lado la vida pasa. Y es que cuando andamos por Constitución, el tiempo parece detenerse, el aire es más fresco y desaparecen las preocupaciones.

Al inicio de Constitución, cerca de la plaza Paraíso, justo en frente de la sede de Ibercaja, se encuentra el conjunto escultórico que da nombre al paseo. El monumento ‘Constitución Española de 1978’ es obra del artista turolense Florencio de Pedro Herrera. Consiste en 3 pirámides aguzadas que simbolizan los poderes que conforman el Estado (legislativo, ejecutivo y judicial). La esfera en el centro simboliza al hombre, que procura la armonía entre los poderes.

El propósito del artista era lograr que la superficie de los triángulos estuviera perfectamente pulida, permitiendo a los ciudadanos ver su reflejo en ellos. Sin embargo, debido a limitaciones presupuestarias, solo uno de ellos alcanzó el acabado deseado por el escultor.

A pocos pasos, en el número 6 del Paseo, se encuentra Origen 1952, un encantador restaurante que invita a compartir, socializar y disfrutar. Estos tres verbos son los pilares que definen la experiencia en este acogedor espacio.

Fundado en 2021 por Leticia Gil, Origen 1952 es el reflejo de su pasión por la cocina y su deseo de continuar la tradición familiar en la hostelería. Con antecedentes tan destacados como La Huerta de Tudela en Madrid y el Restaurante 33 en Tudela, Leticia ha creado un lugar donde las verduras del valle del Ebro son protagonistas indiscutibles de cada plato.

Restaurante Origen 1952 Paseo Constitucion de Zaragoza
Restaurante Origen 1952

A unos pocos metros se encuentra la escultura ‘Pareja paseando bajo un paraguas’, creada en 1974 por Manuel López. Tiene un carácter íntimo y romántico y representa a una joven pareja que pasea abrazada y protegida del agua bajo un paraguas. El artista se planteó la estatua como un autorretrato juvenil, en recuerdo de los largos paseos de noviazgo con su futura esposa Piedad.

Pareja paseando bajo un paraguas (Zaragoza)
Escultura ‘Pareja paseando bajo un paraguas’ en el Paseo de la Constitución

Casi enfrente de la calle Bruil se erige ‘Mariposas‘, obra realizada en 1971 por uno de los artistas aragoneses más internacionales: el oscense Ángel Orensanz.

Cuando el paseo se curva en la confluencia con las calles de don Hernando de Aragón, Isaac Peral y San Ignacio de Loyola, un cenotafio recuerda a los tres funcionarios municipales asesinados durante la huelga general de 1920. Los muertos fueron el ingeniero César Boente y Álvarez, el operario Joaquín Octavio de Toledo y Errazu , y el arquitecto José de Yarza y Echenique, autor de obras tan emblemáticas en el paisaje urbano como el Grupo Escolar Gascón y Marín de la Plaza de los Sitios, o una de las torres del Pilar o la hermosa Casa Juncosa del Paseo Sagasta.

Cenotafio dedicado a la memoria de tres funcionarios municipales asesinados el 23 de agosto de 1920
Recuerdo a los tres funcionarios municipales asesinados por un pistolero anarquista

Muy cerca encontramos París / 64 (número 16). Esta firma de moda española nació en 2017 y desde entonces no ha hecho más que crecer. Se dedica a los complementos, en especial a los bolsos y el calzado aunque también tienen cinturones y camisas, en piezas atemporales de gran calidad que tienen algo especial, de inspiración clásica y siempre un toque retro vintage parisino.

Sus impulsores, los zaragozanos María Alfonso (experta en marketing) y José María Pozas (arquitecto), sentían la ausencia de una marca como la suya, dedicada completamente al ‘Made in Spain’ de fabricación artesanal, con materia prima española y responsable con pieles y tejidos de máxima calidad.

Exterior de la tienda París / 64 en el Paseo Constitución
Escaparate de la tienda París / 64 en el Paseo Constitución

Si necesitamos reponer fuerzas, una buena opción es Le Petit Croissant (número 16), una pequeña panadería y pastelería con una gran variedad de artículos de obrador propio: panes de diferentes semillas, con nueces, a la naranja, con formas de animales, galletas de diferentes colores y sabores, pastelitos que se comen sólo con mirarlos, bollos y magdalenas de chocolate, de frutos rojos, de naranja, etc.

Interior de Le Petit Coissant Paseo de la Constitución
Interior de Le Petit Coissant

Nos acercamos al final del bulevar y ahí nos aguarda otro monumento conmemorativo, en este caso recordando una tragedia más reciente, ya que homenajea a los 62 militares que murieron en el accidente aéreo que sufrió un Yakovlev-42 en 2003 en Turquía. Un accidente que aquí se vivió con especial dramatismo ya que 21 de los 62 militares fallecidos provenían de Zaragoza.

Lo diseñó el arquitecto José Manuel Pérez Latorre y se inauguró en 2007, cuatro años después del fatal accidente. Cada 26 de mayo se reúnen los familiares de los militares que perdieron la vida, y que fueron nombrados hijos adoptivos y predilectos de la ciudad.

Monumento a las víctimas del Yakolev-42
Homenajea a los 62 militares que murieron en el accidente áereo del Yakolev-42

Eso (y muchísimo más) es Constitución: un lugar donde es fácil perderse y sentirte dentro de una aventura, una locura y un remanso de paz, todo depende de donde estés y del momento del día.

 

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