Directamente, sin vacilar un ápice, al top de nuestros japoneses favoritos en la ciudad, más aún si valoramos su calidad-precio, a la que pocos pueden ni podrán hacer sombra.
Cocina sin florituras. No esperes creaciones originalísimas, makis cargados piruetas estilísticas ni una carta con infinitas opciones. Este es un restaurante de cocina japonesa clásica.
El local tiende a la austeridad (pocos detalles decorativos) pero el espacio está bien resuelto, posee equilibrio (una barra y una decena de mesas). El comedor resulta agradable en su sencillez (quizás algo ruidoso cuando se llena), y la responsable de sala es muy atenta y cómplice.
El menú sin bebida cuesta 13,50 € y puedes elegir entre casi 50 platos. Aquí os podéis zampar un repertorio de sushi de fantasia (sin olvida los básicos, claro): hosomakis, california rolls, uramakis y makis calientes, pero también tempuras y yakisobas, tartars, sukiyakis, tatakis o gyozas.
Todo se cocina en el momento y puedes comer todo lo que quieras. Tú pides. Ellos disponen el orden.
El concepto, sencillo pero bien pertrechado, tiene un espíritu internacional y una despensa de notables productos frescos.
En cada silla hay un kimono que te puedes poner a la vez que comes.
Dirección: Calle de Bilbao 12 (justo al lado del Paseo de Pamplona)
Teléfono: 976 239 323