La Calle José María Lacarra de Miguel es una de las más céntricas y concurridas de Zaragoza, y se extiende desde San Ignacio de Loyola hasta el Camino de las Torres, atravesando León XIII y San Vicente Mártir.
Cronistas nacionales y extranjeros de todas las épocas han descrito a la Calle José María Lacarra de Miguel desde su surgimiento como «una de las calles más animadas de Zaragoza».
En la calle José María Lacarra de Miguel aún hoy se mantiene esa tradición y funciona atestada de establecimientos minoristas que se recorren con la tranquilidad y naturalidad de un paseo.
Restaurantes, hostales, parques, galerías de arte, proyectos culturales, tiendas, bancos y farmacias se suceden y forman parte de la vida habitual de la calle.
En el número 11 se sitúa Finca la Bombonera, convertida en un referente gastronómico, un restaurante de gran creatividad, tan atrevida como con los pies en el suelo. Su cocina es muy original, pero los platos siempre son suculentos y reconocibles, como los raviolis con foie, los huevos rotos en salsa de setas o los daditos de solomillo estilo porteño.

En el número 18 se ubica Atípico, un restaurante que ofrece cocina imaginativa, tomando los productos de Aragón como base para sus interpretaciones. Destacan el pulpo a la llama, las madejas caseras a la plancha, el atún encebollado o la morcilla de Burgos con pimientos de padrón. También propone sabores lejanos con platos como el ceviche de pez mantequilla, el Okinomiyaki japonés, la lasaña coreana, el tataki de toro con seis salsas distintas o el baozi de rabo de toro.

Casi al final de la calle, en el número 46, está Espacio Tiempo, un centro de proyectos de arte contemporáneo que surge de la pasión por el arte de sus fundadores, Javier Remírez de Ganuza ‘Remy’ y Estefanía Gómez.

Eso (y muchísimo más) es José María Lacarra de Miguel: un lugar donde es fácil perderse y sentirte dentro de una aventura, una locura y un remanso de paz, todo depende de dónde estés y del momento del día.

Siempre está llena de gente de todas las edades, por lo que es un gran lugar para vivir la atmósfera incomparable del centro de Zaragoza.
Todo el conjunto arquitectónico y humano es impresionante, y el paseo por una de las principales arterias comerciales y turísticas de Zaragoza es totalmente ineludible, tanto para los viajeros que llegan por primera vez a la capital maña como para aquellos que ya la conocen a la perfección.

