San Vicente de Paúl es una de las calles más populares de Zaragoza. Es una arteria ubicada en el corazón de la parte antigua de la ciudad, siempre repleta de gente, acostumbrada al ir y venir constante de autos y transeúntes; una calle que acoge a múltiples sitios de interés y encierra infinidad de historias.
San Vicente de Paúl comenzó a construirse en 1949 y se llevó por delante más de 150 edificios que ocupaban casi 30.000 metros cuadrados y una veintena de callejuelas.
Las obras se prolongaron hasta 1951 y permitieron conectar el Coso con el Paseo Echegaray y Caballero y la ribera del río Ebro, una reiterada aspiración de los arquitectos municipales de Zaragoza.