En el centro de Zaragoza hacía falta un local de tapas de estilo creativo y joven, pero sin juegos de manos.
La gastada palabra «honestidad» se llena de significado en una carta que no busca marear, basada en la buena materia prima, pero que conoce sus limitaciones. Huye del sobado «para compartir» con la idea de «platos que pueden crecer».
Situado en un moderno local de la Calle Lacarra de Miguel, el Bula ofrece dos ambientes bien diferenciados.
Por un lado, un gran mostrador lleno de sugerentes tapas y raciones donde se come de pie en mesas altas.
El otro área del Bula es un íntimo y agradable reservado para cenas con unas pocas mesas donde se sirven los exquisitos platos de la carta.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como el rulo de cabra a la plancha con confitura de tomate, la tostada de foie a la plancha o los revueltos de trigueros y boletus, los huevos rotos con carabineros, pero sobre todo buen producto a precio asequible como el solomillo de cerdo ibérico en adobo sobre pan con tomate con casse o las patatas bravas gajo con espuma de nitrógeno de alioli, mayonesa de oliva negra y picante casero.
Las brutales croquetas merecen destacarse por encima del río de croquetas que nos sepulta.
Entre su amplia variedad de carnes, recomendamos el chuletón de vaca vieja gallega, el solomillo de vaca a la brasa, el lomo de buey black angus de Nebraska a la parrilla y los dados de solomillo de vaca salteados con langostinos y salsa perrins.
Producto selecto en franja asequible -cerdo, bacalao, atún, ternera, en inspiradas recetas con un punto de inventiva intermedio, que ni deconstruye ni quiere ser tu abuela- que, con suplemento, crece a ración y media.
De postre, buenísima Torrija (suya) y Pantxineta.
Su buen hacer y mimo al producto lo ha convertido en un restaurante imprescindible de alta gastronomía en Zaragoza.
El Bula demuestra que los bares de tapas no están reñidos con la alta cocina, el buen producto y el servicio eficaz.
Los fines de semana el local está lleno hasta los topes y es difícil conseguir una mesa.
Direcciones:
El Bula Lacarra de Miguel, Calle Lacarra de Miguel 23, Zaragoza. 976 225 957
El Bula Mártires, Calle Mártires 8 (El Tubo), Zaragoza