En muchas ocasiones solemos pasear por la ciudad sin fijarnos mucho en lo que tenemos a nuestro alrededor.
Ese es el caso de ‘Mujer dormida‘, una preciosa escultura situada en la bifurcación del Paseo de la Constitución con la Plaza Aragón que pasa bastante desapercibida.
En 1922 el Ayuntamiento de Zaragoza encargó al artista José Bueno, también autor del monumento a Alfonso I El Batallador en el Parque Grande, una escultura llamada ‘La Tarde’ para colocarla en un jardín de la vía pública.
Bueno representó un desnudo femenino, hecho que motivó que una moción municipal impidiera que esta escultura se instalara en la calle, ‘por razones de moralidad pública’.
Se trataba de un desnudo de grandes dimensiones que hubiera impactado los zaragozanos y hubiera continuado la renovación escultórica del paisaje de la ciudad iniciada en la década anterior.
José Bueno cobró por ‘La Tarde’ 6.000 pesetas, y como agradecimiento al pago de una obra que no iba a ser expuesta, donó otra obra que había realizado entre los años 1919 y 1920 en su taller de la calle Cervantes: ‘Mujer dormida’.
‘Mujer dormida’, obra menos ambiciosa pero de indudable encanto, se emplazó finalmente en su actual ubicación en 1924.
Es una obra esculpida en piedra blanca, de reducidas dimensiones, si tenemos en cuenta su carácter urbano, aunque destaca sobre el jardín en que se ubica por el alto pedestal cuadrangular, de piedra gris, que la sustenta, recubierto siempre con hojas de hiedra.
Se trata de una escultura formada por la cabeza, la parte superior del tronco y el brazo derecho de una mujer joven, que apoya la cabeza ladeada en actitud somnolienta sobre la mano de su brazo doblado, formando una composición claramente triangular en la que predominan las formas redondeadas.
El rostro, de bellas facciones, tiene los párpados cerrados, la nariz es alargada, la boca pequeña, y el mentón saliente. El pelo corto de contornos redondeados se recoge en un moño. El cuello muy ancho se une al torso prominente desnudo.
Es una escultura de delicados matices, en la que el clasicismo íntimamente ligado al estilo del escultor Bueno, se une a una concepción modernista heredera de un simbolismo idealista.
Dirección: Bifurcación del Paseo de la Constitución con la Plaza de Aragón, justo enfrente del emblemático Paraninfo y del Monumento a Basilio Paraiso