La Iglesia de Santiago el Mayor es el único vestigio que se ha conservado del Convento de San Ildefonso de la Orden de Santo Domingo.
El convento fue fundado por don Alonso de Villalpando, iniciándose su construcción en 1651. Los trabajos se desarrollan a lo largo de la segunda mitad del siglo XVII.
Durante los Sitios de Zaragoza el convento fue cuartel y hospital de las tropas zaragozanas o francesas según los avatares del asedio. En él tenía pensado el general Lefèvbre establecer su Cuartel General cuando tomase Zaragoza, cosa que no pudo conseguir.
Tras la liberación de Zaragoza, desde 1816, primero en alquiler a los frailes y luego en propiedad tras la Ley de Desamortización de 1836, fue dedicado durante más de 100 años a Hospital Militar.
El Hospital Militar fue trasladado en 1958 a un nuevo edificio en la Vía Ibérica y el antiguo convento de San Ildefonso fue derribado en 1963 al abrirse la Avenida de César Augusto.
La iglesia se comenzó en 1625, pero fue realizada en su mayor parte a partir de 1661 gracias a Felipe de Busignac y Borbón, arquitecto y maestro de obras que ya había trabajado en el palacio de Argillo.
Construida en ladrillo, dentro de los planteamientos del primer barroco, al exterior se presenta monumental, con una sencilla fachada de escasos elementos decorativos como son figuras geométricas (cuadrados, rombos y círculos) en ladrillo realzado.
Sobre la puerta de acceso se dispone una hornacina avenerada, cobijo de la imagen del titular, flanqueada por otros dos nichos. Sobresalen las dos imponentes torres adelantadas sobre el plano de la fachada.
Su planta en cruz latina es de una nave con capillas laterales entre los contrafuertes y con una gran cúpula sobre el crucero. Al interior destaca la decoración de las bóvedas con yeserías de tradición mudéjar y barroca a base de motivos geométricos de entrelazo, estrellas y puntas de diamante así como la solución de las ventanas geminadas de las tribunas sobre las capillas laterales.
Es la iglesia barroca de mayores proporciones que se conserva en Zaragoza. Es uno de esos lugares del pasado en medio de la ciudad que parece mentira que hayan sobrevivido a los envites del progreso.
En 1860 la cúpula original que cubría el crucero quedó destruida tras recibir el impacto de un rayo. Se rehizo siguiendo la estética barroca y en 1964-1965 se restauró y cubrió con tejas vidriadas de Manises, creando un efecto similar al de las cúpulas de la Basílica del Pilar.
En 1902 el edificio pasó a ser la sede de la parroquia de Santiago, cuya iglesia había sido derribada.
En la década de 1970, el arquitecto Fernando Chueca Goitia recreció las torres de la fachada añadiendo los cuerpos de remate, dentro de una estética barroco-clasicista.
De los tesoros artísticos conservados, el más interesante es el sepulcro del cardenal zaragozano Jerónimo Xavierre, maestro General de la Orden de Predicadores y labrado hacia 1610.
Dirección: Avenida César Augusto, 21