La Asociación de Comerciantes Conde Aranda planteó al Ayuntamiento de Zaragoza la erección de un monumento que recordara al ilustre aragonés del que recibe el nombre el vial. Ante la insistencia de los vecinos, el Ayuntamiento se comprometió a financiar el pedestal de la figura y pidió a los vecinos la búsqueda de patrocinadores para subvencionar la escultura.
La propuesta contaba ya con el diseño del escultor Iñaki que ya había realizado distintos proyectos para la capital aragonesa, entre ellos la escultura ecuestre de Palafox. El consistorio dio el visto bueno a la idea original de Iñaki en su afán por valorar a los artistas aragoneses y a los personajes de la Comunidad. La presidenta de la Asociación , María Luisa Santafé argumentaba que la falta de monumentos, en especial en la calle Conde de Aranda, era una asignatura pendiente de la capital aragonesa, recordando un estudio del sociólogo Mario Gaviría sobre la necesidad de aumentar el número de esculturas en la ciudad.
La obra se concluye en el año 2004, pero comerciantes y Ayuntamiento no se ponen de acuerdo en su ubicación. Finalmente, y aprovechando el décimo aniversario de la Asociación de Comerciantes se inaugura el 25 de octubre de 2007 por el alcalde de la ciudad Juan Alberto Belloch y el presidente de la Asociación Juan Luis Llorente, acudiendo asimismo numerosos comerciantes de la zona. En la inauguración de la obra, el alcalde destacó el esfuerzo de los comerciantes y del escultor por devolver a este sector del Casco Histórico el esplendor del que gozó tiempo atrás.
La pieza la realiza el escultor en su afán por investigar sobre aragoneses ilustres olvidados de la ciudad y la modela inicialmente en barro. Tras consultar a biógrafos y distintos profesionales opta por inspirarse en la porcelana existente en el Museo de la Cerámica en Alcora (Castellón) pues los datos físicos del personaje en sus distintas representaciones eran a veces contradictorias según las fuentes consultadas (de hecho, en Alcora existe otro monumento dedicado al Conde Aranda, más joven y distinto del de Zaragoza).
Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximenez de Urrea, X Conde de Aranda, fue uno de los militares y políticos más destacados del siglo XVIII. De joven, viajó por toda Europa recibiendo una formación liberal que le hizo situarse en el lado del enciclopedismo.
Ocupó cargos como embajador de España en Lisboa, Varsovia y París, gobernador de Valencia, presidió el Consejo de Castilla tras el motín de Esquilache… Durante su época en el Consejo de Castilla puso en marcha políticas reformistas cercanas a los principios de la Ilustración. También ordenó elaborar el primer censo de población en España.
Además, encabezó en Madrid el Partido Aragonés, un grupo que aglutinaba nobles como los Pignatelli, el duque de Villahermosa, el conde de Ricla, el ministro Roda, además de militares cercanos al Conde de Aranda, y pensadores, intelectuales y economistas de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. Es la época en la que más peso político han tenido los aragoneses en la capital española.
Dirección: Avenida César Augusto confluencia con Calle Conde de Aranda