Hay hábitos, costumbres, tendencias que, afortunadamente, nunca pasan de moda. Una de ellas es, en esta Zaragoza a veces poco identificable, regalarse un desayuno o una merienda en el histórico Café Levante.
¿Qué sería de Zaragoza sin sus tabernas centenarias? Nos encanta tanto descubrir sitios nuevos, como revisitar los de siempre. Y es que el Levante data su fundación del 4 de enero de 1895. O lo que es lo mismo, más de un siglo de vida ¡Cuántos personajes habrán pasado por allí y cuántas cosas habrán visto y oído sus paredes!.
Se llamó «de Levante» por estar situado junto a la puerta del Carmen, entrada de la carretera que venía de tierras valencianas.

Batidos de Café y de Leche Merengada (con barquillo incluido) en el Café Levante
El 1926 se realizaron los trabajos de aislamiento de la puerta del Carmen, derribándose varios edificios de viviendas adyacentes, por lo que el Café de Levante tuvo que mudarse a un local cercano, en el Paseo de Pamplona. El traslado a su local actual, en la Calle Almagro, se produjo en el año 1976.
Un espacio de paredes de piedra, mesas de mármol y sillas de madera, donde nos espera una carta llena de pasteles, chocolates, tés e infusiones, refrescos, bocadillos, licores y cafés, muchos cafés.
En el Levante están especializados en recetas y tapas caseras, elaboradas como manda la tradición. Imprescindibles son su pincho de tortilla de patata (con un punto perfecto, poco cuajada en el centro) y las croquetas.
Sorprende el tamaño de su tortilla (no en vano, se utilizan 12 huevos para elaborarla). Es un lujo accesible que merece la pena darse de vez en cuando.

Chocolate con churros en el Café Levante
El encanto del local y el pintoresco cuadro que conforma la clientela hace que el café también tome un sabor nostálgico y evocador.
Sus baristas son expertos en la preparación de esta estimulante bebida, además de agradables y simpáticos.
Especialidades, aparte del café: horchata, granizados de producción propia y helados naturales. Los lácteos aquí son incomparables.

Pincho de tortilla en el Café Levante
Para almorzar y merendar ofrecen torrijas, churros, pasteles caseros variados… Sentarse aquí a cualquier hora para tomar algo y simplemente dejar pasar el tiempo es una actividad excelente para la salud. Comprobadlo.
Desde su fundación, el emblemático Café Levante ha sido uno de los rincones más cosmopolitas de Zaragoza y, por tanto, de Aragón. A principios del pasado siglo tenía como clientela profesionales liberales, burgueses, estudiantes de medicina y al mismísimo Premio Nobel de Medicina, Santiago Ramón y Cajal.
Dirección: Calle Almagro 4, a pocos metros del Paseo Pamplona
Teléfono: 976 223 670
Sitio web: http://www.cafedelevante.es/