Esclusas de Valdegurriana del Canal Imperial de Aragon
Esclusas de Valdegurriana

Esclusas de Valdegurriana

Valdegurriana se ubica dentro de la extensa masa arbolada conocida como Pinares de Venecia. El camino que recorre Valdegurriana y que une el barrio de La Paz con La Cartuja forma parte del Anillo Verde de Zaragoza.

Recomendamos iniciar la ruta desde el final de la línea 42, y desde aquí continuar por una pista de tierra, por la que llegaremos primero al embarcadero, y unos metros más tarde al campo de fútbol de C.D. Montercarlo.

Nada más dejar atrás el campo de fútbol, pasaremos por el puente del tercer cinturón, en el conocido barranco de la muerte, en este punto podemos leer el panel informativo de la Senda de Valdegurriana, en el que se destacan lugares puntos de interés, y datos históricos sobre el Canal Imperial de Aragón.

El camino hacia las esclusas de Valdegurriana es una amplia pista de tierra que va paralelo al cauce del Canal Imperial de Aragón, pasa junto al barrio de Parque Venecia, y por debajo del puente que salva el cuarto cinturón.

El camino hacia las esclusas de Valdegurriana es una amplia pista de tierra que va paralelo al cauce del Canal Imperial de Aragón y pasa junto al barrio de Parque Venecia
El camino hacia las esclusas de Valdegurriana es una amplia pista de tierra que va paralelo al cauce del Canal Imperial de Aragón y pasa junto al barrio de Parque Venecia

Un poco más adelante aparece el llamado Puente de los Suspiros del Canal.

Muy cerca encontramos un monumento en forma de monolito que recuerda la relación de los Scouts con esta zona. El hecho es que cuando a principios del siglo XX se crearon los primeros grupos de scouts en Zaragoza no era tan fácil salvar largas distancias. De manera que Valdegurriana fue un destino asiduo para las salidas al monte de estos jóvenes exploradores.

Tras un agradable y sencillo paseo alcanzaremos la Almenara de San Antonio y la Urbanización Canal Pinar.

la Almenara de San Antonio en el camino de Valdegurriana
La Almenara de San Antonio

A lo largo del camino te encontrarás con bastante gente caminando, algunos pescadores y grupos de aves nadando plácidamente en el canal. También hay pequeñas zonas de descanso, habilitadas con pérgolas de madera, mesas y bancos.

El camino hacia las esclusas de Valdegurriana es una amplia pista de tierra que va paralelo al cauce del Canal Imperial de Aragón

A partir de este punto, dejaremos atrás la ciudad, y rodearemos los extensos Pinares de Venecia. Al poco de pasar una pasarela de madera, alcanzaremos la Almenara de San Bernardo, y unos metros más adelante el Parque de Valdegurriana, donde se encuentran las esclusas de Valdegurriana.

El entorno de las esclusas de Valdegurriana está lleno de merenderos y también hay un parque de juegos infantiles con una fuente por si vais acompañados de niños. Es un sitio ideal para parar a comer algo ya que hay bastantes zonas de sombra.

Las esclusas de Valdegurriana se construyeron a finales del siglo XVIII con el objetivo de salvar un desnivel en el Canal Imperial de Aragón y hacerlo navegable.

Otra vista de las Esclusas de Valdegurriana

Se trata de un soberbio complejo hidráulico formado por cuatro grandes esclusas en piedra de cantería ejecutadas a la máxima perfección que permitían salvar el salto de trece metros de la zona para dar así continuidad al original propósito de garantizar por este terreno la navegación de personas y mercancías a través del Canal.

A la entrada de estas se encuentra la Almenara de San Bernardo, desde donde se controlaba el buen funcionamiento de las compuertas.

Cuando una barca bajaba por el cauce en el sentido de la corriente, primero se abrían las portanas inferiores de la compuerta situada aguas arriba para que entrase el agua desde el canal a la balsa y se igualasen los desniveles.

El impresionante salto de trece metros de las Esclusas de Valdegurriana

Otra vista de las Esclusas de Valdegurriana

Una vez que estaban al mismo nivel, se abrían las compuertas, abatiéndolas contra la pared del canal, para que pasara la barca. Se encerraban entonces, las compuertas superiores de la esclusa y se abrían las portanas de las situadas aguas abajo, con lo que el agua pasaba y descendía el nivel de la balsa hasta igualar al del Canal; en ese momento se abrían las compuertas y la barca seguía su recorrido. Para remontar la esclusa, se hacía la misma operación en sentido inverso.

El canal Imperial a su paso por las esclusas de Valdegurriana
El Canal Imperial a su paso por las esclusas de Valdegurriana

Esta descomunal obra fue estéril en su propósito principal, pues la porosidad del terreno calcáreo, y las simas, hicieron del todo imposible continuar la obra tal y como estaba diseñada.

El motivo fue la mala calidad del terreno, especialmente en los campos de El Burgo de Ebro, con alto contenido en yeso. Cuando el agua mojaba el suelo se producían desprendimientos y agujeros por debajo.

A pesar de todos los intentos, las filtraciones y enormes abismos hicieron imposible la navegación, y las constantes obras de reparación y consolidación paralizaron definitivamente la continuación del Canal desde este punto.

En las esclusas de Valdegurriana acaba el sueño de construir un canal navegable que llegase hasta el Mediterráneo. A partir de este punto el Canal Imperial se convierte en una acequia y va a buscar el Ebro, donde muere después de 110 km de recorrido.

En las esclusas de Valdegurriana acaba el sueño de construir un canal navegable que llegase hasta el Mediterráneo, pues el terreno era muy permeable y no lo permitía.
En las esclusas de Valdegurriana acaba el sueño de construir un canal navegable que llegase hasta el Mediterráneo, pues el terreno era muy permeable y no lo permitía

Las siguientes esclusas construidas, las de Torrecilla de Valmadrid, tres kilómetros aguas abajo, quedaron así varadas entre la estepa, sin ver pasar gota de agua.

El Canal Imperial de Aragón fue una importante vía de comunicación transportando a personas y mercancías. En 1833 J. Palacios escribió:

«En las 16 leguas que tiene el Canal en el día navegables desde el Bocal a Zaragoza, no deja de tener el público un interés conocido, pues transporta por el agua todos sus géneros y frutos de cualquier clase que sean, para lo que hay prevenidos barcos de transporte muy bien acondicionados, y cuyo flete es sumamente barato y cómodo. Lo mismo sucede con el transporte de las personas, para las que hay otra clase de barcos, cubiertos y en figura de coches o tartanas, con asientos en ambos costados, los que ofrecen toda la comodidad posible. Tres barcos de estos suben y bajan todas las semanas desde Zaragoza al Bocal, siendo los dos de estos las diligencias que se han establecido desde el año próximo pasado, los cuales hacen el viaje en un día, tanto a la ida como a la vuelta, y en algunas temporadas del año van llenos de gente, no siendo en otras tanta la concurrencia de los viajeros, los que de todos modos se hallan muy complacidos en tener un viaje tan pronto y cómodo por agua, siéndo así que haciéndolo por tierra les es mucho más penoso, largo e incómodo».

A partir de las esclusas de Valdegurriana el Canal Imperial se convierte en una acequia y va a buscar el Ebro, donde muere después de 110 km de recorrido
A partir de las esclusas de Valdegurriana el Canal Imperial se convierte en una acequia y va a buscar el Ebro, donde muere después de 110 km de recorrido

Las compuertas no se conservan ya que fueron destruidas y quemadas durante la Guerra de la Independencia por el ejército francés.

Desde aquí se puede caminar por ambas márgenes del canal. Se terminan los pinares y la zona está dominada por el matorral bajo y la estepa.

Cerca de las antiguas esclusas de Torrecilla de Valmadrid se terminan los pinares y el paisaje está dominado por el matorral bajo y la estepa
Cerca de las antiguas esclusas de Torrecilla de Valmadrid se terminan los pinares y el paisaje está dominado por el matorral bajo y la estepa

Al llegar a la altura de un puente de piedra, que permite pasar a la otra margen, la pista se convierte en una larga recta, que llega hasta donde se ubican las antiguas esclusas de Torrecilla de Valmadrid.

 

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