Suena a película del Oeste, pero está aquí al lado, en el barrio La Paz. Debe su nombre a dos batallas.
En la primera, en 1118, se enfrentaron las tropas cristianas de Alfonso I el Batallador contra las musulmanas.
El ejercito cristiano rodeaba la ciudad sitiándola para después asaltarla. Los sitiados pidieron ayuda a los moros en Valencia y éstos al llegar a las proximidades de Zaragoza hubieron de enfrentarse a los guerreros cristianos. Con una hábil maniobra estratégica, el rey logró atraer a estas huestes musulmanas de noche, al fondo del barranco, donde escondidos y apostados los soldados cristianos los aguardaban.
En el momento oportuno los atacaron por sorpresa, produciendo una gran mortandad entre los musulmanes, pues pasaban a cuchillo a todos los que caían en sus manos. Muy pocos fueron los que se salvaron, y desde entonces a este lugar se le conoció como el Barranco de la Muerte.
En la segunda, en 1710, durante la Guerra de Sucesión, el choque fue entre los partidarios de Felipe V y el Archiduque Carlos.
Los 20.000 soldados que componían las tropas de Felipe al mando del Marqués de Bay formaban una línea en arco de espaldas a la Ciudad, desde la ribera derecha del Ebro hasta los montes de Torrero y en su frente se alineaban los 23.000 soldados (14.000 eran alemanes) del Archiduque Carlos que aguardaba resultados en la Cartuja de la Concepción. Al mando de estas tropas estaba Stanemberg.
Es en este lugar donde la ferocidad combativa fue mayor y una vez más el barranco quedó lleno de muertos y heridos. Los vencedores fueron los partidarios de Carlos y el balance de enemigos muertos fue de 5000 y el de heridos 2500, entre ellos se contaban las bajas de 600 oficiales. El desastre fue total para Felipe y éste disfrazado de soldado extraviado por los montes de Torrero pudo llegar a un molino en petición de auxilio y el molinero lo puso a salvo.
A finales del siglo XVIII se iniciaba la construcción del Canal Imperial de Aragón, bajo la férrea voluntad de Ramón Pignatelli.
Venciendo todo tipo de trabas y dificultades políticas y de mano de obra, enfrentándose a la oligarquía , a la nobleza e incluso a la iglesia y tener que superar los efectos de falsedades documentales, escándalos, fraudes, malversaciones de fondos y pleitos, el 14 de octubre de 1784 logró que las aguas del canal llegarán a Casablanca, mientras los obreros trabajaban en los estribos del puente sobre el río Huerva.
Poco después se ejecutaba el acueducto para salvar la altura del Barranco de la Muerte, haciendo que este lugar ya tuviera una referencia física y de progreso.
La ‘Guía de Zaragoza para viajeros’ de 1860 describía así el Barranco de la Muerte: ‘Por la parte izquierda de los Montes de Torrero, y cerca de donde están situados los almacenes de pólvora viene extendiendo este gran torrente o barranco. En sus inmediaciones hay olivos, viñedos y algunas torres’.
Hasta hace unas décadas todavía se situaba un polvorín del ejército detrás de las tapias del cementerio de Torrero, y en la margen izquierda del barranco con huertas irrigadas por una acequia del Canal, la antigua Torre de Pena, y la más reciente y cercana al acueducto Torre Carmen, ambas ya desaparecidas.
El acueducto construido por Pignatelli tuvo que ser remodelado en 2003 debido al trayecto finalmente escogido para el Tercer Cinturón o Ronda Hispanidad.
La nueva vía se proyectó a través de la vaguada, siendo necesario reabrir la vaguada. Existió una presión vecinal para mantener la estructura histórica, apoyada por un Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza que requería: «proyecto específico de parques y tratamiento de márgenes en el entorno del acueducto sobre el Barranco de la Muerte, respetando y valorando la obra histórica realizada por Pignatelli».
En el diseño final de esta solución intervino el conocido ingeniero Javier Manterola y la construcción corrió a cargo de FCC.
Para lograr compaginar la preservación de la estructura original y la construcción de la nueva vía se construyó un segundo puente-acueducto, por donde se desvió el canal. Se trata de una de las más complejas actuaciones en dicho cinturón, combinando un pesado acueducto con dos calzadas de 7 metros de vía para vehículos y 3 metros de acera.
Así, se pudo vaciar la estructura original preservando los muros y se abrieron 4 pasos (dos calzadas y dos vía de servicio) a través de la vieja estructura, ahora liberada de carga.
El viejo cauce del Canal sobre la obra de ingeniería de Ramón Pignatelli se rellenó con tierra y se ajardinó.
Dirección: El Barranco de la Muerte está ubicado en el barrio La Paz, en el sureste de Zaragoza, por el barranco actualmente transcurre el Tercer Cinturón o Ronda Hispanidad y el Anillo Verde de Zaragoza