Desde que era tan solo un proyecto, la Gran Vía constituía ya en el imaginario colectivo un símbolo y un emblema de la modernidad.
La Gran Vía es una de las arterias más conocidas de Zaragoza, y aquella en la que se concentra la atractiva dualidad que define perfectamente a la ciudad: orden y caos, bullicio y calma, modernidad y tradición.
Comienza en la plaza de Basilio Paraíso y culmina en la avenida Goya. Su prolongación, una vez cruzada esta última avenida, se denomina paseo de Fernando el Católico.