Corona de Aragón es una de las calles más céntricas y concurridas de Zaragoza, y se extiende desde el Paseo Fernando el Católico hasta la Avenida Valencia, atravesando Baltasar Gracián, Cortes de Aragón, Pedro Cerbuna, San Antonio María Claret, Pilar Lorengar, Concepción Arenal, Juan José Lorente, Luis Antonio Oro y Maestro José Serrano.
A veces uno no se dirige precisamente a la Calle Corona de Aragón, a veces uno va para otro lado, a otra plaza, a otra gestión, a veces por ahí se hace más lejos, pero igual uno toma la Calle Corona de Aragón, como si fuera un recorrido obligatorio o una suerte de apremio por llenarse de la vida que recorre esa calle de un extremo a otro.
Es uno de esos sitios donde parece que el tiempo se haya detenido años atrás, cuando todo era más sencillo y la gente no tenía tanta prisa.
Los balcones se asoman a la calle, como queriendo ser parte de todo cuanto ocurre y, dividiéndolos, están los guardavecinos, esas rejas con los más caprichosos diseños que tipifican los barrios y marcan los pequeños límites perimetrales entre viviendas contiguas.
En el número 21 está Los Helechos, un restaurante familiar que ofrece variados menús vegetarianos basados en la cocina tradicional (principalmente arroces, pastas, legumbres, sopas y cremas).

Aquí se adopta el sistema auto-servicio a la vez que se promueve una alimentación saludable y comprometida. Eso sí, hay mucha rotación y no hay que esperar mucho para tener mesa.
Los Helechos tiene varias opciones para comer, desde platos sueltos o combinados, hasta un menú del día, que consiste en 2 platos principales, postre, pan y bebida..

El Colegio La Purísima (número 54) fue construido según proyecto de los arquitectos Alfonso Buñuel y Juan Pérez Páramo. El complejo programa comprende colegio para niños y niñas externos e internos, clausura, capilla y salón de actos.
En su propuesta, los arquitectos plantean un edificio en dos alas en V y desigual desarrollo correspondientes a las calles Corona de Aragón y Maestro José Serrano. Estas alas se dedican a aulas, espaciosas y luminosas. Entre ellas, un cuerpo central acoge los espacios comunes y, en un patio interior, el claustro de la clausura.

El Colegio La Purísima está considerado una de las mejores piezas de la arquitectura zaragozana de la década de los años 50.
Eso (y muchísimo más) es la Calle Corona de Aragón: un lugar donde es fácil perderse y sentirte dentro de una aventura, una locura y un remanso de paz, todo depende de dónde estés y del momento del día.