Paseo Fernando el Católico
Paseo Fernando el Católico

Paseo Fernando el Católico

El animado Paseo Fernando el Católico se extiende por casi 500 metros, desde la Gran Vía hasta la plaza del Emperador Carlos V.

Las primeras noticias sobre el Paseo Fernando el Católico se remontan al siglo XVIII, cuando el moderno barrio que hoy encontramos no era más que un tupido bosque de maderas preciosas muy cerca del río Huerva.

Por aquellos tiempos le decían el camino de Teruel y Alicante. Nadie podía imaginar entonces que una vía polvorienta se convertiría en uno de los trazados más importantes de la futura Zaragoza.

bulevar del paseo fernando el catolico de zaragoza

En el Paseo Fernando el Católico conviven, en arbitraria armonía, casi todos los estilos arquitectónicos que existen en Zaragoza.

Los árboles de Fernando el Católico forman una capilla sixtina, crecen en dos filas paralelas convirtiendo el paseo en una lengua de sombra –que tanto se agradece en agosto- un rastro custodiado por ese verde que crece a uno y otro lado extendiendo sus ramas cual brazos largos que, al encontrarse, se tocan con la punta de un dedo.

Posee una rambla central por donde caminan a diario miles de transeúntes; niñas, niños y adolescentes montan patines, corren y saltan la cuerda; los enamorados se dan cita; ancianos se sientan a conversar, leer el periódico o distraerse con juegos de mesa a la sombra de los laureles; grupos de turistas curiosos miran hacia todas partes; artistas y artesanos exponen y venden sus creaciones.

Mientras tanto, lado a lado la vida pasa. Y es que cuando andamos por Fernando el Católico, el tiempo parece detenerse, el aire es más fresco y desaparecen las preocupaciones.

Vista del Paseo Fernando el Católico desde la Gran Vía
Vista del Paseo Fernando el Católico desde la Gran Vía

A veces uno no se dirige precisamente al paseo Fernando el Católico, a veces uno va para otro lado, a otra plaza, a otra gestión, a veces por ahí se hace más lejos pero igual uno toma el paseo Fernando el Católico, como si fuera un recorrido obligatorio o una suerte de apremio por llenarse de la vida que recorre ese paseo de un extremo a otro.

Fernando el Católico es un bulevar, repleto de comercios que van desde mercados, restaurantes y bares hasta farmacias, tiendas de suvenires, librerías, bibliotecas y centros culturales.

Es un lugar muy agradable y alegre en el que sentarse a media tarde a contemplar tranquilamente el bullicio de una de las mayores arterias comerciales y turísticas de la capital.

Los puntos más fascinantes de este bulevar que une el centro de la ciudad con el Parque Grande José Antonio Labordeta, están al inicio y al final.

Vista de los comercios del Paseo Fernando el Católico

El Paseo nace en una amplia plazoleta donde confluyen la Avenida Goya y la Gran Vía (notable por su elegancia y la belleza de sus edificios patrimoniales).

En este punto se encuentra la manzana Barbany (que fue la primera de las grandes promociones urbanas de la ciudad), uno de los grandes conjuntos urbanos de la posguerra diseñado por Miguel Ángel Navarro en 1940. Los doce bloques, con un total de 196 viviendas, ocupan una manzana rectangular entera con los ángulos resueltos en chaflán curvo.

En la intersección con la Avenida Goya todavía se puede contemplar una imponente marquesina, que nos recuerda que allí hubo un cine. El Cine Gran Vía fue inaugurado un 2 de octubre de 1942, siendo la primera sala inaugurada en la capital aragonesa tras el final de la Guerra Civil. Tras su cierre en 1982, en el local se abrió un bingo, y en la actualidad, hay un Burger King.

Un poco más adelante, a la altura del número 25, aparece ‘Mujer Corriendo’, una preciosa escultura de Ricard Sala.

'Mujer Corriendo' de Ricard Sala en Zaragoza
Escultura ‘Mujer Corriendo’ de Ricard Sala

Ricard Sala fue un enamorado de la belleza del cuerpo humano, tema que queda reflejado en toda su obra artística, y ‘Mujer Corriendo’ es un homenaje a la mujer y la expresión plástica de ese amor por la belleza.

La obra fue donada por la familia del escultor al Ayuntamiento de Zaragoza en 2023.

Si solamente te interesa cenar, manténte en el mismo paseo hasta llegar al monumento a Fernando el Católico.

Monumento a Fernando el Católico en la Plaza San Francisco de Zaragoza
Monumento a Fernando el Católico

Entre los más económicos espacios, te sugerimos el London, el Tuno o La Feria, ubicados justo al lado del Campus Universitario de la Plaza San Francisco.

Porches de la Plaza San Francisco
Porches de la Plaza San Francisco

Nos acercamos al final del paseo y ahí nos aguarda un monumento que rinde homenaje a las personas mayores. Este grupo escultórico, promovido por el Ayuntamiento de Zaragoza y erigido en 2022, es obra del escultor zaragozano José Antonio Barrios.

Escultura homenaje a las personas mayores
Escultura homenaje a las personas mayores

Donde expira el Paseo, desde el soberbio puente de los Cantautores (inaugurado en 1929 y primero de su tipo construido en la ciudad), es posible divisar el estrecho y apacible río Huerva, con sus riberas tupidas de vegetación a pesar del feroz avance de la ciudad.

Siglos de contaminación no impiden que la zona se considere como uno de los pulmones verdes de Zaragoza y, justo bajo el puente, el Parque Grande invita a niños y adultos a las más tradicionales diversiones y los paseos en bicicleta.

Puente de los Cantautores en el Parque Grande de Zaragoza
El Puente de los Cantautores

Eso (y muchísimo más) es el Paseo Fernando el Católico: un lugar donde es fácil perderse y sentirte dentro de una aventura, una locura y un remanso de paz, todo depende de donde estés y del momento del día.

 

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