La figura del pintor Francisco de Goya, autor de obras maestras como «la familia de Carlos IV», «el 2 de Mayo de 1808 en Madrid» o «el Duque de Wellington» está muy ligada a la ciudad de Zaragoza.
Francisco nació en el pueblo de Fuendetodos (a 44 kilómetros de Zaragoza) en 1746, mientras su padre, José Goya, trabajaba dorando el retablo mayor de la iglesia parroquial. Siendo todavía muy pequeño se trasladó con su familia a Zaragoza.
En el taller de José Luzán y en el de su cuñado Francisco Bayeu dio sus primeros pasos como pintor, sin imaginar lo que años más tarde le depararía el arte de la representación.
En 1769 quiso completar su formación en uno de los principales focos artísticos de Europa y marchó a Roma.
De vuelta en España, Goya desarrolló lo que sería su primera gran etapa artística como ‘pintor religioso’, realizando numerosas pinturas en iglesias de los alrededores de Zaragoza, tanto murales como lienzos.
A lo largo de este itinerario seguiremos los pasos de Goya en la provincia de Zaragoza, veremos donde paso su infancia y juventud, y disfrutaremos de una selección de frescos, retratos y grabados que nos ayudarán a conocer mejor la personalidad de este artista universal.
Nuestro recorrido comienza a tan solo 7 kilómetros de Zaragoza, en la Cartuja de Aula Dei, uno de los conjuntos monumentales más importantes de Aragón, desde el punto de vista arquitectónico, así como por las magníficas obras de arte que acoge en su interior.

En el interior de la iglesia de la Cartuja de Aula Dei, destacan las pinturas murales que Francisco de Goya realizó hacia 1774 y que presentan diferentes escenas de la vida de la Virgen y de Cristo.
Goya realizó once escenas en los muros de la nave, bajo el arranque de la bóveda de la iglesia de la Cartuja de Aula Dei. La técnica utilizada fue óleo sobre muro donde utilizó la pincelada alla prima que, junto al color, consigue que lo representado adquiera una volumetría destacable, conjugada con colores muy vivos, influencia en parte de la pintura veneciana estudiada en su viaje a Italia. Los personajes son tratados con gran sobriedad y amplios pliegues, componiendo conjuntos donde la figura humana cobra el protagonismo frente a los paisajes o las arquitecturas.


Las pinturas se encuentran en el lugar donde fueron realizadas; Goya tuvo presente el espacio arquitectónico de la iglesia y adecuó cada una de las escenas al lugar que iban a ocupar.
De las once pinturas que realizó el pintor aragonés se conservan hoy siete: Revelación a San Joaquín y Santa Ana, Nacimiento de la Virgen, Los Desposorios de la Virgen, La Visitación, La circuncisión de Jesús, La presentación del Niño Jesús en el templo y purificación de María y La epifanía; las cuatro desaparecidas, a causa del abandono del edificio, cuando la Orden tuvo que abandonar la cartuja a raíz de la desamortización de Mendizábal, fueron pintadas de nuevo en 1903 por Paul y Amedée Buffet.
A 24 km de Zaragoza, en Alagón, hay un mural de Goya en la cupulita de la escalera del antiguo Colegio de Jesuitas, hoy Casa de Cultura. La pintura representa la exaltación del nombre de Jesús, tomando como modelo la iglesia de Il Gesú de Roma. La pintó al fresco hacia 1765-1766. La composición es sencilla y de gran belleza, demostrando Goya, pese a su juventud (19 años), una nada despreciable soltura y dominio técnico.
La oficina de turismo organiza visitas guiadas que te permitirán acceder a la Casa de Cultura y contemplar el fresco de Goya.
En Calatayud, en las pechinas de la cúpula principal de la iglesia de San Juan el Real, Goya representó a San Gregorio, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo: los cuatro Padres de la Iglesia. Es la primera vez que Goya utiliza esta iconografía. Posteriormente la retomará en Muel y Remolinos pero con algunas variaciones. Se trata de una obra de juventud cuya tonalidad pálida recuerda al rococó italiano.

A tan solo 25 minutos de Zaragoza podemos visitar la ermita de la Virgen de la Fuente de Muel. Al igual que hizo en Calatayud (como hemos mencionado un poco más arriba), Francisco de Goya pintó al óleo las cuatro pechinas del templo representando en ellas las figuras de los cuatro padres de la Iglesia: San Gregorio Magno, San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo.

A poco más de 30 kilómetros de Zaragoza se encuentra Remolinos. En las pechinas de su iglesia parroquial, dedicada a San Juan Bautista, podemos contemplar cuatro lienzos de forma ovalada pintados por Goya hacia 1772. Representó, al igual que en los otros casos mencionados, a los cuatro Padres de la iglesia.

Fuendetodos (a 44 kilómetros de Zaragoza) cuenta con tres espacios museísticos donde podemos encontrar la huella de Francisco de Goya y Lucientes: su Casa Natal, la Sala Zuloaga y el Museo del Grabado.
La Casa Natal de Goya fue construida a principios del siglo XVIII. La casa fue identificada en 1913 por Ignacio Zuloaga y otros artistas que descubrieron una lápida que dice: «En esta humilde casa, nació para honor de la patria y asombro del arte, Francisco de Goya y Lucientes. 31 de marzo de 1746-16 de abril de 1828. 16-IV-1913»

En 1996, coincidiendo con el 250 aniversario del nacimiento del pintor, se inauguró la sala Zuloaga, una sala de exposiciones temporales en un recinto anexo a la casa. El centro se gestiona por un consorcio constituido por el Ayuntamiento de Fuendetodos y la Diputación Provincial de Zaragoza.

A escasos metros se encuentra el Museo del Grabado, inaugurado en 1989, donde se exhibe la obra gráfica de Goya y todo lo relacionado con las técnicas de grabado.

En sus plantas primera y segunda, se expone de forma permanente la obra gráfica del artista, con una selección de las series Los Caprichos, Los Desastres de la Guerra, La Tauromaquia y Los Disparates.
Situada en la entrada del pueblo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción fue construida en el siglo XVIII, aunque gran parte de ella resultó destruida durante la Guerra Civil Española (1936-1939) y tuvo que ser reconstruida posteriormente. La pila bautismal, donde Goya fue bautizado, se sigue conservando hoy en día.

En Pedrola (a 35 kilómetros de Zaragoza) se encuentra el Palacio de la Duquesa de Villahermosa, una majestuosa construcción renacentista construida en el siglo XVI por la todopoderosa familia de los Luna. Está rodeado de unos espectaculares jardines y hoy en día sirve para la celebración de bodas y eventos, pero también abre sus puertas al público reservando previamente.
El interior del palacio conserva tres obras de Francisco de Goya: ‘El baile de las mascaras’, un boceto de ‘La Carga de los Mamelucos’ y un retrato de medio cuerpo de Ramón Pignatelli.

No tiene unos horarios fijos de apertura, por lo que debes reservar tu visita previamente en la Casa de Cultura de Pedrola, donde te atenderán de lunes a viernes de 10 a 12 h. y de 16 a 20 h. También puedes llamarles al teléfono 976 619 188 o escribirles un correo a visita@palaciodevillahermosa.com