Las termas eran uno de los lugares de esparcimiento, y de punto de encuentro social, en la Zaragoza Romana.
En los años 1982 y 1983 con motivo de unas obras en la calle San Juan y San Pedro, se descubrieron los restos de una gran piscina termal porticada de la época romana.
En el Museo de las Termas Públicas de Caesaraugusta (inaugurado en el año 1999) se conservan los únicos restos visibles de lo que debieron ser las termas públicas más extensas de la ciudad.
Estaban ubicadas en un lugar estratégico dentro del urbanismo de la ciudad, entre el foro y el teatro, en una franja central dedicada fundamentalmente a usos públicos con edificios monumentales.
Las termas públicas fueron construidas en el siglo I d. C., en la época del inicio de la dinastía Julio-Claudia (con Calígula o Claudio), y se utilizaron hasta el siglo IV de nuestra era.
Sus instalaciones contaban con vestuario, salas calientes, templadas y frías, gimnasio y otras zonas de recreo y descanso como el jardín.
En el Museo de las Termas de Caesaraugusta se conservan los restos de unas letrinas del siglo I a.C., que fueron arrasadas en el siglo I d.C. para construir la gran piscina porticada al aire libre, de la que hoy vemos 9,7 metros de su longitud original, que se estima alcanzaría 15,8 metros.
Del pórtico que rodeaba la piscina, cuya altura podría haber llegado a los 5 o 6 metros, se conservan restos de tres basas de columna y varios de sus apoyos; además, como ejemplo del recubrimiento de las paredes de estas instalaciones, se pueden ver restos de una serie de placas de mármol con diversos motivos decorativos.
La superficie de la sala era más amplia que la actual, y se conservan, como pequeña muestra del recubrimiento de sus paredes, los restos de un conjunto de placas de mármol, decoradas con motivos diversos: figuras geométricas, escudos cruzados, etc.
La ornamentación de la sala se completaría con varias esculturas.
Entre los diversos materiales aparecidos en el transcurso de la excavación, se halló un fragmento escultórico, consistente en una base en la que se apoya la parte delantera, hasta el empeine, del pie derecho de una escultura de tamaño superior al natural realizado en mármol blanco. De mármol blanco de Pentélico del siglo I podría ser un pie de atleta o de una deidad.
Una vitrina exhibe reproducciones de algunos objetos como peines, toallas, recipientes para aceites y perfumes, pinzas para depilar, etc., que los romanos solían llevar en su visita a las termas.
La visita al museo se completa con paneles explicativos, acompañados por la proyección de un audiovisual para ayudar en la lectura de los restos expuestos e introducir al visitante en la función de los diferentes espacios termales y en su importancia en la vida de los romanos.
No es este el único resto de instalaciones termales de Caesaraugusta del que quedan testimonios, pues se han descubierto canales de desagüe pertenecientes a instalaciones privadas termales en la calle Prudencio y restos de un caldarium y un frigidarium de una villa suburbana situada en la actual plaza del Pilar.
El Museo de las Termas Públicas Romanas es, junto con el Teatro Romano, el Museo del Puerto y del Museo del Foro, uno de los cuatro museos de Zaragoza donde podrás visitar los restos arqueológicos de la antigua colonia romana de Caesaraugusta.
Dirección: Calle San Juan y San Pedro, 3-7 (junto a la Plaza San Pedro Nolasco)
Teléfono: 976 205 088