El Mirador del Puente de Tablas
El Mirador del Puente de Tablas

El Mirador del Puente de Tablas

En la margen izquierda del Ebro, más allá del Balcón de San Lázaro, se encuentra un ‘mirador’ o pasarela de tablas sostenido por una estructura de acero; se trata de «In Line of History«, que podría traducirse como ‘En línea de la Historia‘. Constituye un hito o mojón, que afirma la voluntad de acercamiento de la ciudad al río.

Esta actuación se incluyó en el programa de Intervenciones Artísticas de Expo Zaragoza 2008, cuyo objetivo era fomentar la creatividad artística y contribuir a la revitalización de los espacios públicos en el recinto de la Expo, el Parque del Agua y las riberas del Ebro en el tramo urbano de Zaragoza.

Su autor fue el alemán Claus Bury, quien desde el comienzo propuso situarla allí como un homenaje histórico, junto a los cimientos del antiguo Puente de Tablas que se ubicaba en ese lugar, al que se podía acceder desde el barrio de Jesús por una calle que precisamente se llama del Puente de Tablas.

El Puente de Tablas en un grabado del siglo XVII

Hasta la construcción del Puente de Hierro en 1895, Zaragoza disponía únicamente de un puente de obra, el Puente de Piedra, dado que el Puente de La Almozara tenía un uso exclusivamente ferroviario.

Durante los siglos XVII y XVIII, la ciudad también tuvo un puente de madera, el Puente de Tablas, que resultaba muy vulnerable a las crecidas del Ebro. Desde que fue construido a principios del siglo XVII, se tiene constancia de que sufrió numerosos eventos desastrosos asociados a las avenidas del Ebro.

La descomunal riada de 1643 arrasó el Puente de Tablas y dañó un par de arcadas del Puente de Piedra. Al año siguiente, el puente fue rehabilitado e inaugurado el 25 de noviembre por Felipe IV.

Vista de Zaragoza en 1647, de Juan Bautista Martínez del Mazo
Vista de Zaragoza en 1647, de Juan Bautista Martínez del Mazo. A la izquierda se distingue una sección del Puente de Tablas, mientras que a la derecha el Puente de Piedra muestra sus dos arcadas centrales afectadas por la riada de 1643.

En 1713, en plena Guerra de Sucesión, el Puente de Tablas ardió completamente, si bien fue reconstruido poco después.

Lápida conmemorativa del incendio y la restitución del puente de tablas de la ciudad de Zaragoza
Lápida conmemorativa del incendio y la reconstrucción del Puente de Tablas de Zaragoza (1713), expuesta en el Museo de Zaragoza.

Una gran riada se lo llevó por delante en 1775, siendo nuevamente reconstruido.

El Puente de Tablas desapareció por completo el último jueves de septiembre de 1800: «…gastadas las vigas maestras y cuchillos que resistían al empuje de las aguas, cayó y se deshizo…».

Próximo al puente había un molino de harina y sal, el Molino de la Sal, que utilizaba el agua de un ramal de la acequia del Rabal. En 2001 fue declarado Edificio de Interés Arquitectónico y desde 2008 se dedica a la hostelería.

Al otro lado del Ebro, en la margen derecha y casi cubiertos por la maleza, también se encuentran vestigios de los cimientos del antiguo Puente de Tablas.

Vestigios de los cimientos del antiguo Puente de Tablas en la margen derecha del Ebro

Dirección: Ribera izquierda del río Ebro, entre el Puente de Piedra y el Puente de Hierro

 

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