Centro de Interpretación del antiguo convento de San Lázaro
Centro de Interpretación del antiguo convento de San Lázaro

Centro de Interpretación del antiguo convento de San Lázaro

El Balcón de San Lázaro tal y como lo vemos hoy en día fue construido hace tan solo unos años, con motivo de la Exposición Internacional de 2008, una celebración que hizo posible la recuperación de las riberas del Ebro, así como sus aceras, avenidas y puentes.

Desde aquí se contemplan varios de los iconos de la arquitectura más zaragozana: desde el Palacio de la Lonja y la catedral de la Seo, hasta las cúpulas y las torres del Pilar. Y, cómo no, la silueta del Alma Mater Museum.

Los restos del convento de San Lázaro se encuentran junto al extremo este del estribo del Puente de Piedra y son considerados por la Comisión de Patrimonio de Zaragoza como una construcción de gran trascendencia histórica e importancia patrimonial.

La Orden de Nuestra Señora de La Merced fue fundada el año 1218 por el rey Jaime I el Conquistador y por San Pedro Nolasco, con carácter religioso y militar.

Siempre ha estado muy vinculada a la Corona de Aragón, y sus caballeros participaron junto al rey en importantes hechos de armas, como la conquista de Valencia. Una vez finaliza la reconquista aragonesa, y reconvertida en orden regular mendicante, se dedicó a uno de los principales fines para los que fue creada, la redención de los cautivos cristianos en tierras musulmanas y la atención a los sectores sociales más desvalidos.

Tan sólo ocho años después de su creación y por orden real, en 1224 se fundó en Zaragoza el Real Convento de San Lázaro, que tuvo entre sus cometidos, durante varios siglos, la atención como lazareto y hospital a los leprosos y a otros enfermos de la ciudad.

Con el paso del tiempo, el convento se erigió en el principal centro religioso del Arrabal y en uno de los más destacados de la ciudad.

La descripción que de sus dependencias hace fray Francisco de Neyla a finales del siglo XVII nos cuenta que tenía una iglesia de cruz latina de grandes proporciones, con ocho capillas, tres sacristías y numerosos retablos, imágenes religiosas, lienzos provenientes de Italia y otras riquezas.

Además, en el convento había dos claustros, uno de ellos con un pozo cuya agua era famosa en toda la ciudad por su calidad y pureza, una gran biblioteca, sala capitular, jardín, celdas para los frailes y dependencias hospitalarias en las que se atendía a los enfermos.

Además, en la parte cercana al río, disponía de un imponente muro que protegía las instalaciones conventuales de las intensas crecidas del Ebro.

El pintor Juan Bautista Martínez del Mazo realizó, desde una sala de este convento, su famosa Vista de la ciudad de Zaragoza en 1647.

Vista de Zaragoza en 1647, de Juan Bautista Martínez del Mazo
Vista de Zaragoza en 1647, de Juan Bautista Martínez del Mazo

Durante los Sitios de Zaragoza el convento de San Lázaro fue arrasado casi por completo, ya que sirvió de baluarte defensivo de la ciudad por el norte, y en sus inmediaciones se vivieron algunos de los combates más cruentos para proteger el acceso al Puente de Piedra.

Tras la desamortización de Mendizábal, en 1836, se arrendó para almacén de granos, pajares y otros usos que contribuyeron a su ruina. Poco después el ayuntamiento utilizaba la iglesia y varias celdas como presidio.

Su entorno vivió un importante desarrollo a finales del siglo XIX, impulsado por la llegada del ferrocarril y la instalación en sus inmediaciones de la Estación del Norte, constituyéndose uno de los asentamientos tradicionales más importantes de la Margen Izquierda.

En 1939, parte del material militar incautado de la guerra civil se utilizó para construir un refugio antiaéreo por si la Segunda Guerra Mundial llegaba a España.

En 1940 sobre los restos del convento se construyó el Cuartel de San Lázaro que terminó siendo zona de reclutamiento hasta que fue demolido en 1983.

interior del Centro de Interpretación del antiguo convento de San Lázaro

Entre las obras proyectadas para la Exposición Internacional de 2008 se incluía la realización de un túnel bajo el Balcón de San Lázaro, pero al excavar se toparon con las ruinas del antiguo convento.

Los trabajos arqueológicos encontraron, además del claustro cisterciense, junto a parte de los corredores laterales, otras dependencias anexas del convento, una de las cuales, una gran estancia rectangular, podría tratarse del Lazareto, el lugar donde los enfermos infecciosos guardaban cuarentena antes de acceder a Zaragoza.

Se descubrió asimismo un claustro vinculado a la iglesia, del que se conserva parte del empedrado del patio y tres de los cuatro pasillos deambulatorios de gran amplitud, pavimentados con baldosa cerámica lisa.

De la iglesia sólo se han conservado algunos muros y parte de alguna de las criptas en las que se han podido documentar algunos enterramientos conventuales.

Se decidió construir un edificio abierto que albergara los restos que aparecieron durante las obras, un pequeño Centro de Interpretación que fue inaugurado el 21 de noviembre de 2009.

interior del Centro de Interpretación del antiguo convento de San Lázaro de Zaragoza

La Asociación de Vecinos Tío Jorge – Arrabal, junto con el Ayuntamiento de Zaragoza, llevan a cabo un programa de visitas guiadas. Para realizar esta tarea, la Asociación de Vecinos Tío Jorge – Arrabal dispone de un grupo de voluntarios, formados como guías turísticos del Arrabal, que, de forma altruista, realizan acciones de información, promoción y difusión de los elementos artísticos y culturales que alberga el barrio del Arrabal.

El Centro de Interpretación de San Lázaro se abre al público los primeros sábados de cada mes en horario de 11.00 a 14.00 horas, con visitas guiadas en intervalos de 30 minutos, con seis turnos. El número de personas por turno de visitas guiadas es, como máximo, de 20, que es el aforo autorizado para este espacio expositivo.

Hay que reservar con antelación la visita. Más información en el teléfono 976 061 824 y en http://barriodelarrabal.org/

Si el Centro de Interpretación está cerrado, se puede ver parcialmente entre las rendijas de sus fachadas o desde la enorme claraboya de cristal que hay en el suelo del propio Balcón de San Lázaro.

 

También te puede interesar:

Barrio del Arrabal