La animada Calle Cinegio se extiende por casi 50 metros, desde la Calle Cuatro de Agosto hasta la Calle Estébanes. Fue y es una de las calles más importantes del Tubo, la zona de tapeo más popular de Zaragoza.
Es una de esas calles que ha sobrevivido al tiempo y que se creó casi con Zaragoza misma, con su desarrollo y expansión.
Cinegio resulta ser una verdadera galería al aire libre donde se contemplan los estilos más diversos, la mayor parte de ellos concebidos en la primera mitad del siglo XX. En menor cuantía descubrirás el Art Decó y el Racionalismo, momentos que no alcanzaron su mayor esplendor en el Casco Histórico, sin embargo son muy identificables entre tanta añeja arquitectura.
Sin lugar a dudas, el Ecléctico es el predominante. Te será muy fácil reconocerlo porque en una misma edificación todos los niveles, son diferentes. En Cinegio, estos inmuebles resaltan, no solo por su estado de conservación, sino también por su colorido y proliferación.
En el número 2 se encuentra el Gastrobar Mestiso. La estética y el pasado del edificio moldean el carácter visual de este restaurante, que comparte un muro con la vecina iglesia de San Gil. De hecho, es posible que el local formara parte de las caballerizas del templo.
Tal y como sugiere el nombre, Mestizo, la carta es una mezcla de culturas y mira, sobre todo, a países sudamericanos y del arco mediterráneo como España, Italia y Grecia.
Entre las delicias que se pueden degustar en cualquiera de los espacios del restaurante, destacan el risotto de rabo de toro, el tabulé de quinoa con tomate rosa de Barbastro, aguacate y chips de yuca, y el calamar de anzuelo a la brasa.
En el 3 se ubica La Gerencia del Tubo, un lugar ideal para refrescarse con una copa de vino y una de sus sugerentes tapas. El local dispone de una barra grande con varias mesas altas a los lados y de un pequeño comedor. En el exterior cuenta con una pequeña zona de terraza.
A cargo de los fogones está el cocinero Carlos Martín, que entre otros logros cuenta con años de experiencia en el restaurante de Bodegas Care. La carta no es muy larga y se basa en el recetario tradicional aragonés, pero con toques de cocina de autor.
Eso (y muchísimo más) es la Calle Cinegio: un lugar donde es fácil perderse y sentirte dentro de una aventura, una locura y un remanso de paz, todo depende de donde estés y del momento del día.