La animada Calle Ossau se extiende por casi 200 metros, desde la Calle Estébanes hasta la Calle Méndez Núñez. Fue y es una de las calles más importantes del Tubo, la zona de tapeo más popular de Zaragoza.
Es una de esas calles que ha sobrevivido al tiempo y que se creó casi con Zaragoza misma, con su desarrollo y expansión.
Ossau resulta ser una verdadera galería al aire libre donde se contemplan los estilos más diversos, la mayor parte de ellos concebidos en la primera mitad del siglo XX. En menor cuantía descubrirás el Art Decó y el Racionalismo, momentos que no alcanzaron su mayor esplendor en el Casco Histórico, sin embargo son muy identificables entre tanta añeja arquitectura.
Sin lugar a dudas, el Ecléctico es el predominante. Te será muy fácil reconocerlo porque en una misma edificación todos los niveles, son diferentes. En Ossau, estos inmuebles resaltan, no solo por su estado de conservación, sino también por su colorido y proliferación.
En el número 1 se encuentra Distrito México. Esta taquería ha sabido dar un toque cosmopolita y moderno a la cocina mexicana.
En Distrito México reinterpretan las clásicas recetas de la gastronomía mexicana con un notable éxito, dándole un toque moderno a los platos pero sin perder ni un ápice de sabor. Juega en la liga de esas taquerías caseras, honestas, sin más pretensiones que conseguir que pases un rato animado.
A escasos metros, en el número 2, se sitúa El Cuartelillo de El Tubo, un clásico a la hora del aperitivo y cuando cae la tarde.
El Cuartelillo centra su propuesta gastronómica en sus originales ‘montaditos con autoridad’. Partiendo del clásico ‘guardia civil’ y de su versión picante, elaborados ambos con lomos de sardina de cubo, quienes acudan a El Cuartelillo podrán saborear además otras propuestas inspiradas en los cuerpos y fuerzas de seguridad. Todos van en formato bocatín.
Justo al lado se encuentra El Burladero. A esta taurina taberna andaluza le precede su reputación, por eso te costará encontrar sitio los fines de semana. Pero si logras hacerte un hueco en alguno de los barriles que decoran el local o en su barra, comprobarás por qué es tan famosa.
El menú ofrece una amplia variedad de platos tradicionales, como el guiso de rabo de toro, el chicharrón de Cádiz, el lomo mechado, la pluma y la presa ibérica a la brasa, el cazón en adobo y el mollete de Antequera relleno de pringá. También hay platos más informales, como los flamenquines, la ensaladilla rusa, las papas con alioli, la oreja y el morro fritos y los torreznos.
En el 7 está El Federal Cocktail Bar. Entre nachos, quesadillas y guacamole en estimables raciones, nos encontramos con casi una veintena de cócteles con el tequila y el mezcal como protagonistas.
En El Federal, relatos de coctelería clásica y de autor son narrados desde la barra. No había estruendos musicales ni aglomeraciones, reinaba la tranquilidad y lo percibí como un espacio estimulante para los aficionados a la coctelería de especialidad.
Un poco más adelante aparece Impact Hub, un espacio al servicio de la innovación en las empresas, del crecimiento de las startups y de proyectos enfocados a generar impacto positivo en Aragón.
Para conseguirlo conjuga su espacio coworking, eventos periódicos y diferentes programas de aceleración empresarial. Se trata de un ecosistema que se apoya en agentes y actores claves tanto públicos como privados para abonar el presente y el futuro de muchas empresas de nueva creación aragonesas.
Eso (y muchísimo más) es la Calle Ossau: un lugar donde es fácil perderse y sentirte dentro de una aventura, una locura y un remanso de paz, todo depende de donde estés y del momento del día.