La calidad gastronómica de Zaragoza es innegable, y los bares de la ciudad no son la excepción. Aunque muchas veces el foco se encuentra en el centro, otros barrios, como Las Delicias, esconden auténticas joyas para los amantes del tapeo y el buen ambiente. Por eso, hoy nos trasladamos a este rincón zaragozano para descubrir los mejores bares de Las Delicias, donde se disfruta de una oferta única y de calidad sin salir del barrio.
Taberna Gasca
Situada en la Calle Barcelona, justo al lado de la Avenida Madrid, la Taberna Gasca es un establecimiento moderno con un toque vintage, que ofrece cocina auténtica y de calidad en un ambiente cuidado y cercano.
Un negocio familiar que ha pasado de padres a hijos durante más de 50 años y que se ha sabido adaptar perfectamente a los tiempos, convirtiéndose en todo un referente gastronómico de la zona.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como los canelones de brandada de bacalao con salsa del piquillo, los de boletus con salsa de longaniza y setas, el queso de cabra rebozado con mermelada de tomate y cebolla caramelizada o el foie con calabacín y mermelada de tomate, pero sobre todo buen producto a precio asequible como los huevos rotos con jamón y patatas o las puntillitas con pimientos del padrón.
Las brutales croquetas merecen destacarse por encima del río de croquetas que nos sepulta.
Entre su amplia variedad de carnes, recomendamos el tremendo chuletón de vaca vieja (alrededor de 30 días de maduración) y los cachopos.
Dirección: Calle Barcelona 7 (justo al lado de la Avenida Madrid)
La Ultramarina
La Ultramarina es una trinchera donde refugiarse a cualquier hora del día. Un espacio que combina la baldosa blanca de toda la vida con ladrillos a la vista. Este choque estético entre pasado y presente funciona y genera la atmósfera casual perfecta para engullir sus platillos, raciones, bocadillos y postres.
Cada tapa es un diamante comestible: unas croquetas de gambas al ajillo pecaminosas, unas alcachofas de Tudela confitadas con jamón ibérico, unos huevos rotos con salsa de chipirón y boletus que se comen con los ojos, un cazón de adobo que se volatiliza en segundos, una ensalada de bacalao ahumado sobre fondo de tomate rallado y paté de olivas negras que hace llorar…
Y lo acompañan con la priba adecuada: destilados, cañas, vermuts y una bodega de vinos impecable.
Dirección: Calle Roger de Flor, 1
Casa Agustín
En Casa Agustín apuestan por la cocina tradicional y por los platos más caseros con recetas de la abuela. Todo se hace al momento, y encontramos tanto platos clásicos como tapas muy bien hechas.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas, pero sobre todo buen producto a precio asequible como los calamares a la plancha, las madejas, los mejillones, el manojo de ajos tiernos fritos o las anchoas en salmuera del cantábrico. Y unas patatas bravas fenomenales.
Un clásico a la hora del aperitivo y cuando cae la tarde. Es el sitio perfecto para tomar unas cañas con los amigos los fines de semana.
Dirección: Calle Jordana haciendo esquina con la Calle Don Pedro de Luna
Pinocho Gastro Bar
Este pequeño y encantador Gastro Bar, situado a pocos pasos de la Avenida Madrid y de Vía Universitas, es el lugar perfecto para parar a tomar una caña y picar algo rico de comer en el barrio de las Delicias.
Aquí Rubén Aznar y Laura Bermejo (cocineros-propietarios) y su equipo apuestan por la cocina aragonesa tradicional y por los platos más caseros con recetas de la abuela. El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones. Todo se hace al momento, y encontramos tanto platillos clásicos como tapas muy bien hechas.
El servicio es muy amable, y podemos pedir tapas y raciones que son poco comunes en Zaragoza, como por ejemplo el milhojas de ternasco con gratén de ajo, las berenjenas con brandada de bacalao o el solomillos con arroz hani.
No os perdáis tampoco su tartar de atún y su espectacular ganache de chocolate blanco con aceitunas negras y galleta de romero.
Dirección: Calle de San Rafael, 27 (muy cerca de Vía Univérsitas)
Cervecería Espumosos Delicias
El origen de Los Espumosos no está todavía bien establecido. Se sabe que ya en el año 1914 existía un local en el paseo de la Independencia, abierto por Hermenegildo Aguaviva, fabricante de gaseosas y espumosos, que llevaba el nombre de Los Espumosos.
Los Espumosos se convirtió en un icono de la hostelería zaragozana, y sus productos ganaron fama incluso fuera de la ciudad, especialmente sus gambas rebozadas, su ensaladilla rusa y su cerveza con jarabe de limón. Su local en Las Delicias es muy luminoso y con dos espacios bien diferenciados donde poder sentarse a comer. La zona de cafetería más ambientada y bulliciosa, y un amplio comedor para más de 50 personas.
Los Espumosos nos propone una amplia selección de tapas y raciones con sabores tradicionales, entre los que destacamos las gambas Orly, los calamares, el taco de bonito, los pimientos rellenos, la ensaladilla rusa, el jamón batido, la tortilla y unas bravas fenomenales.
La cocina es casera, tradicional, y está bien presentada en el plato. Y a precios más baratos de lo que puede parecer.
Dirección: Calle Delicias 18
Casa Rodri
Casa Rodri es un local de barrio, de Delicias, para ser más exactos, un hecho que no es banal.
Ya lo dice la canción escrita por el cantante y poeta Raimon, que “quien pierde los orígenes, pierde la identidad”.
Delicias continúa cobijando bares y tascas que son referentes de la gastronomía popular en Zaragoza.
Pocos locales en Zaragoza como Casa Rodri tienen una vocación tan extensiva dedicada al ritual de tomar el aperitivo. Tienen controlados todos los ángulos: buenas conservas y variados de ensamblaje de latas.
Dirección: Calle Escosura, 15
Bar Amblas
Un diamante en bruto. El pequeño Bar Amblas ha cambiado muy poco desde que abrió en 1966, salvo por la máquina tragaperras y la televisión, ambas siempre encendidas.
Es el momento de reivindicar Bar Amblas. Es el momento de hablar de bares de verdad. Es el momento de alabar la madera envejecida y los vasos gastados.
El Amblas no es un bar cualquiera, es una trinchera, uno de los pocos refugios que resisten en los intestinos de Las Delicias y que mantiene vivo el espíritu cada vez más diluido del barrio.
El calor de verdad, para nosotros, se encuentra definitivamente en la barra, la plataforma donde se deslizan las mejores cañas del barrio.
Dirección: Calle Caspe, 61