Baltasar Gracián es una de las calles mas céntricas y concurridas de Zaragoza, y se extiende desde la Avenida Goya hasta la Plaza San Francisco, atravesando Tomás Bretón y San Juan de la Cruz.
A veces uno no se dirige precisamente a la Calle Baltasar Gracián, a veces uno va para otro lado, a otra plaza, a otra gestión, a veces por ahí se hace más lejos pero igual uno toma la Calle Baltasar Gracián, como si fuera un recorrido obligatorio o una suerte de apremio por llenarse de la vida que recorre esa calle de un extremo a otro.
Es uno de esos sitios donde parece que el tiempo se haya detenido años atrás, cuando todo era más sencillo y la gente no tenía tanta prisa.
Los balcones se asoman a la calle, como queriendo ser parte de todo cuanto ocurre y, dividiéndolos, están los guardavecinos, esas rejas con los más caprichosos diseños que tipifican los barrios y marcan los pequeños límites perimetrales entre viviendas contiguas.
En la esquina con la Avenida Goya está la Hamburguesería Tik Tak. En este pequeño local hacen deliciosas hamburguesas a la brasa con diferentes quesos e ingredientes frescos a los que podéis añadir salsas caseras.
En su carta encontraréis hamburguesas de carnes magras de primera calidad. Vehiculadas en recetas tan golosas como la de la Casa, con jamón crujiente, espárragos trigueros y salsa de boletus, o la Trufavorita, con salsa de boletus casera, huevo a la plancha y trufa negra.
En el número 2, en el antiguo local de la mítica pizzería Flash, está situado el restaurante Delirio. El local cuenta con una ambientación en época barroca de la mano de una gastronomía transgresora. Este proyecto singular busca aprovechar la fuerza, el color y la belleza de la pintura y la escultura como elementos principales de una estética temática, donde destacan los juegos de pinturas al óleo, cuadros interactivos e incluso atuendos de épocas pasadas.
Esta ambientación inspirada en Francisco de Goya y su época enmarca un concepto gastronómico plasmado en una carta creada por Edu Comín, asesor gastronómico y profesor en la escuela TOPI, junto a José Rubio.
En el 3 se encuentra el restaurante La Nueva Karambola. El concepto es una impecable cocina innovadora pero muy española. En La Nueva Karambola reinterpretan las clásicas recetas de la gastronomía con un notable éxito, dándole un toque moderno a los platos pero sin perder ni un ápice de sabor. Hay respeto por la tradición y la calidad de la materia prima. Es puro disfrute.
En el número 4 está la hamburguesería Smash Cow. Su oferta se basa en las Fat Smash, hamburguesas que se elaboran con una técnica que consiste en aplastar la carne en la plancha mientras se hacen para que quede crujiente por fuera, y jugosa por dentro.
El local es de tamaño reducido, con apenas unas pocas mesas, ya que se centra principalmente en el servicio de take away y delivery.
Actualmente, la oferta de la hamburguesería es corta pero contundente, con cuatro hamburguesas en la carta, todas a un precio de 9,95 euros.
El trabajo bien hecho a veces tiene recompensa: los argentinos de Pizza Negra (Baltasar Gracián 19) cogieron en 2016 la pizza de alta calidad y la llevaron a un establecimiento de espíritu joven, ticket ‘low-cost’ y folclorismos y espacio mínimo (un comedor aséptico arrodillado alrededor de un horno/obrador).
Y, evidentemente, la fórmula no falla. Masa a la argentina (gruesa pero esponjosa), ingredientes frescos y propuestas originales -15 variedades que van rotando- dan como resultado unas pizzas deliciosas, idóneas para compartir.
Nuestra siguiente parada es Gozar (número 12). José Luis Navarro, el rostro visible detrás de la barra, transmite una pasión que va más allá de lo convencional. Conocido para la mayoría como Chelis Navarro, este reconocido y premiado DJ ha dejado de lado su carrera musical para enfocarse en su proyecto hostelero.
La carta de Gozar es un buen ejemplo de cómo este local aspira a crecer y posicionarse como un lugar más gastronómico. Su punto de partida son las materias primas de calidad y las elaboraciones caseras, sin recurrir a productos precocinados ni de baja calidad.
Uno puede tomar asiento en un taburete en la barra y disfrutar de estos bocados acompañados de una copa de vino. Por supuesto, también existe la posibilidad de acomodarse en alguna de las mesas del local.
En el número 31 se ubica el Loch Ness, una de las taberna escocesas más famosas y antiguas de la ciudad, tanto por su oferta de cervezas de importación y de barril y su inmejorable ubicación junto a la Universidad de Zaragoza como por sus conciertos y actuaciones musicales que organizan a menudo.
Eso (y muchísimo más) es la Calle Baltasar Gracián: un lugar donde es fácil perderse y sentirte dentro de una aventura, una locura y un remanso de paz, todo depende de donde estés y del momento del día.