Visitar Zaragoza y no pasear por la Plaza del Pilar, sería como visitar París y no ver la Torre Eiffel. Es el símbolo más universal de una ciudad con veinte siglos de historia.
Además de concentrar importantes edificios relacionados con la vida civil, cultural y religiosa de la ciudad, es su principal foco turístico y el epicentro de la mayor parte de las festividades que se celebran en Zaragoza, desde San Valero, patrón de la ciudad, a las Fiestas del Pilar o la Navidad.
La Plaza del Pilar es también conocida como de las Catedrales, ya que en ella se localizan la Seo y la Basílica del Pilar.
Un conjunto enorme, tanto que se iba a convertir en la segunda plaza peatonal más grande de Europa (por detrás de la Plaza Roja de Moscú).
La cierran en sus dos extremos dos grandes fuentes: la de la Hispanidad y la de Goya. Y por si no fuera lo suficientemente amplia, la prolongan la plaza de César Augusto, con la iglesia de San Juan de los Panetes y las Murallas romanas, y la Plaza de la Seo con la Catedral del Salvador y el Museo del Foro Romano.