La calidad gastronómica de Zaragoza es innegable, y los bares de la ciudad no son la excepción. Aunque muchas veces el foco se encuentra en el centro, otros barrios, como el Actur, esconden auténticas joyas para los amantes del tapeo y el buen ambiente. Por eso, hoy nos trasladamos a este rincón zaragozano para descubrir los mejores bares del Actur, donde se disfruta de una oferta única y de calidad sin salir del barrio.
Las Valkirias
En pleno Actur, Las Valkirias se ha consolidado como un lugar de referencia para quienes buscan buena comida en un entorno cómodo y familiar. Espacioso y luminoso, este restaurante y cafetería combina una oferta gastronómica variada con un trato cercano, lo que lo convierte en una opción versátil para cualquier momento del día.
Uno de sus grandes atractivos es su menú del día y de fin de semana, con platos bien presentados y recetas caseras que destacan por su equilibrio entre calidad y precio. Pero si algo destaca, es su gran barra, repleta de opciones que conquistan al primer vistazo: pinchos, bocadillos y tortillas, perfectos para un almuerzo rápido o un tapeo con amigos.
Con un servicio ágil y amable, Las Valkirias es el sitio ideal tanto para comidas informales como para compartir un rato agradable con familia o amigos. Una propuesta pensada para quienes valoran lo esencial: buena cocina, buen trato y un ambiente donde siempre apetece volver.
Dirección: Calle Clara Campoamor 3
Sentinel
Con más de 20 años de trayectoria, el restaurante Sentinel se ha convertido en un auténtico todoterreno de la restauración. Lo que comenzó como una discreta bocatería en el Actur ha evolucionado hasta ofrecer una amplia carta con propuestas que transforman los bocadillos en auténticas delicias gourmet.
Ejemplo de ello son sus nuevas incorporaciones: atún rojo en escalopines con tomate, pimiento y cebolla; secreto ibérico con champiñones y salsa de curry a la miel; y rabo de toro estofado al Pedro Ximénez.
A lo largo de los años, el restaurante ha ampliado su oferta culinaria, añadiendo ensaladas, tostadas, platos combinados, pizzas con masa casera, hamburguesas rellenas de foie o queso provolone, sándwiches, y mucho más. Sin embargo, sus entrantes son particularmente populares, como los huevos rotos con foie y jamón serrano, y las diferentes versiones de patatas: camperas con cuatro salsas, Sentinel asadas con alioli y picante, y Sinaí gratinadas con verduras, bacón y queso.
Dirección: Calle de Ildefonso Manuel Gil, 36
Brujas y Flandes
Situado en el barrio del Actur, el restaurante Brujas y Flandes se distingue por ofrecer una experiencia gastronómica única. En su carta, se puede encontrar una gran variedad de platos que van desde frescas ensaladas, hasta deliciosas raciones de mar, así como pescados y carnes de calidad, sin olvidar los exquisitos postres.
Para empezar el día, el restaurante también propone un delicioso desayuno con café recién hecho como acompañante imprescindible.
Brujas y Flandes dispone de tres menús diferentes pensados para satisfacer los distintos gustos de sus clientes.
De lunes a viernes, ofrecen un menú del día disponible de 13:00 a 15:30 horas, que incluye una selección de platos, postre y bebida a un precio asequible. Los sábados, el menú se vuelve más exclusivo con una selección especial de platos, mientras que los días festivos se ofrece un menú especial que presenta platos exclusivos para celebrar la ocasión.
Dirección: Calle María Zambrano, 48
Mediterránea Café
Mediterránea Café ha abierto sus puertas en el barrio del Actur, en Zaragoza, y ya se perfila como el nuevo lugar de referencia para los amantes del brunch, los desayunos especiales y el café de calidad.
Ubicada en la calle Gabriel Celaya, 10, esta cafetería es el proyecto personal de las hermanas Marina y Bea Torcal, quienes han puesto todo su empeño en crear un espacio acogedor, lleno de detalles y con la serenidad propia del Mediterráneo.
Mediterránea Café ofrece una experiencia completa para quienes buscan sabores únicos en un ambiente cuidadosamente decorado.
La carta del local destaca por su brunch completo, que incluye bagel, tarta y bebida desde 14 euros. Además, Mediterránea Café cuenta con opciones de desayuno y merienda desde 3 euros, que incluyen café o capuccino con cookie, así como poke bowls, açaí bowls, y los tradicionales churros con chocolate, perfectos para los días de otoño. También se pueden disfrutar de tablas de embutidos, ideales para un vermú o un after work en el que elegir entre vino, cerveza o cava.
Dirección: Calle Gabriel Celaya, 10
Cashew Brunch & Coffee
Disfrutar de un buen desayuno o brunch se ha convertido en un auténtico placer para muchos, y Zaragoza no se queda atrás en esta tendencia. La ciudad continúa sumando espacios que apuestan por un diseño cuidado y una propuesta saludable.
Una de las últimas incorporaciones se encuentra en el barrio del Actur, una zona en plena ebullición. Allí ha abierto sus puertas Cashew Brunch & Coffee, un rincón que ofrece mucho más que café y tostadas: una experiencia acogedora y pensada al detalle.
Este acogedor rincón, situado en la calle Gabriel Celaya, 8, muy cerca del centro comercial Gran Casa, ofrece mucho más que café y tostadas: una experiencia pensada al detalle para quienes valoran la buena comida y el bienestar.
Al frente del proyecto está Stefany, una joven colombiana afincada en Zaragoza desde hace más de 15 años. Su pasión por la alimentación consciente y equilibrada la llevó a dar forma a este concepto, que combina recetas sabrosas con ingredientes saludables y un entorno que transmite calma.
Dirección: Calle Gabriel Celaya, 8
Dulces Recuerdos
Dulces Recuerdos se ha consolidado como una pastelería de referencia en Zaragoza. Su propuesta une tradición, creatividad y un ambiente acogedor en el que cada cliente encuentra un momento para disfrutar. El local cuenta con un espacio luminoso y agradable, pensado para que la experiencia vaya más allá del dulce. El trato del equipo es cercano y esmerado, cuidando cada detalle para que la visita se convierta en algo especial.
Entre sus especialidades artesanas destacan las tartas elaboradas al momento, las milhojas con hojaldre ligero y cremoso, los bizcochos caseros y una amplia variedad de pastas y dulces de temporada. Cada elaboración combina ingredientes de calidad y recetas que evocan la repostería más auténtica, convirtiéndose en un verdadero viaje de sabor.
Además, Dulces Recuerdos se ha ganado la confianza de sus clientes por su atención personalizada: adaptan encargos, asesoran sobre combinaciones de sabores y ofrecen opciones para celebraciones familiares y eventos especiales. Con su mezcla de tradición pastelera, innovación y un espacio acogedor, este establecimiento es un imprescindible para los amantes de la buena repostería en Zaragoza.
Dirección: Calle María Zambrano, 14
La Cava
Si queréis probar los productos kilómetro cero procedentes de Aragón os tenéis que acercar hasta La Cava. El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
La Cava apuesta por una cocina aragonesa de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas, pero sobre todo buen producto a precio asequible como las croquetas caseras, el arroz del Ebro con sepia, el asado de ternasco a la cuchara, el foie a la sartén, los huevos rotos camperos o las habitas fritas con jamón. Y unas bravas aragonesas (una patata asada con un sabroso sofrito de tomate y un suave alioli) fenomenales.
También tienen varias opciones vegetarianas y aptas para celíacos. ¡Avisados estáis!.
Dirección: Calle María Zambrano 28-30
Bar El Encuentro
Con una estética moderna y un ambiente relajado, Bar El Encuentro se ha ganado un lugar entre las vinotecas más apreciadas del Actur. Su carta combina lo mejor de las tapas de toda la vida con elaboraciones de inspiración asiática como sushi, sashimi o tempura, en presentaciones muy cuidadas y con raciones más que generosas.
Además de sus propuestas fusión, aquí también brillan platos como las hamburguesas caseras, el pulpo a la plancha, las croquetas o postres tan golosos como la cheesecake de Oreo o la torrija con helado.
El local cuenta con una terraza ideal para los días soleados, un interior acogedor y un equipo que ofrece un trato cercano y amable. Es un sitio perfecto tanto para una comida en pareja como para compartir con amigos o en familia, con opciones pensadas también para los más pequeños.
Un rincón del barrio donde siempre se come bien y al que siempre apetece volver.
Dirección: Calle Nicolás Guillén, 4
Cervecería El Batán
Situada en las inmediaciones de la calle Ildefonso Manuel Gil, El Batán se ha consolidado como una de las cervecerías más frecuentadas del Actur. Su terraza amplia y ambiente siempre animado lo convierten en un punto de encuentro ideal para disfrutar tanto del día como de la noche.
Su propuesta gastronómica apuesta por el tapeo clásico, con una selección variada de raciones, bocadillos, hamburguesas y platos informales, perfectos para cenas relajadas o picoteos entre amigos. Todo se sirve con agilidad y un trato cercano, lo que ha fidelizado a quienes repiten visita.
Es de esos sitios donde apetece tomarse una caña bien tirada acompañada de algo sabroso, o sentarse sin prisas a disfrutar de una cena con buena compañía. Con precios ajustados y una carta que cumple tanto en cantidad como en sabor, El Batán se mantiene como un acierto seguro en el barrio.
Dirección: Calle Ildefonso Manuel Gil, 29
Bean Coffee
En el barrio del Actur se ubica Bean Coffee, una cafetería de especialidad que apuesta por ofrecer más que una simple taza de café. Con una propuesta cuidada y sorprendente, conquista tanto a quienes ya disfrutan del café de especialidad como a quienes aún no lo conocían.
El local está en Calle Poetisa María Zambrano 16, un local minimalista y acogedor preparado para que cada visita sea una experiencia. Entre los detalles que lo diferencian, destaca su maquinaria de primer nivel, incluyendo la cafetera Marzocco Modbar bajo barra, algo poco habitual en Zaragoza.
Trabajan con granos de especialidad de origen como Colombia, Kenia o Ecuador, y ofrecen distintos métodos de preparación: espresso, filtro, batch brew, cold brew. Cada café revela matices que pueden recordar frutas, cacao o especias, dependiendo del origen y del tostador.
La oferta no termina en el café. Bean Coffee también ofrece repostería artesanal (croissants, cookies, bollería), opciones saladas (tostadas gourmet), bebidas especiales como iced latte o dirty chai, y un trato cercano, sin prisas, donde el equipo asesora y acompaña al cliente.
Dirección: Calle María Zambrano 16
Espacio Emboca
Un restaurante-terraza en el Parque del Agua, así podríamos definir al Espacio Emboca. En el Espacio Emboca se puede ir a tomar una cervecita bien tirada, un vinito o un vermut, y satisfacer el apetito a base de aperitivos.
Proponen una cocina basada en la gastronomía aragonesa de toques creativos en un entorno idílico. Cuentan con un completo menú del día, pero también con una carta realmente sorprendente.
De la carta, elijas lo que elijas, acertarás: producto de primera y una elaboración impecable del chef, que tanto te clava un secreto ibérico a la brasa acompañado de mojo rojo, un chuletón de vacuno mayor de «La Finca» como un rape a la brasa, bilbaína y su pil pil. Los postres están totalmente a la altura.
Si las tres patas de un restaurante son el espacio, la cocina y la acogida, Espacio Emboca es un tres de tres. Es un espacio que está absolutamente abierto, de hecho, no hay paredes de obra, son todo cristales diáfanos.
Dirección: Junto al Campo de Golf de Ranillas, Parque del Agua
El Rincón de Baro
En el barrio del Actur, un bar local ha conseguido destacar entre los amantes de la buena cocina gracias a una propuesta sencilla pero original: las tortillas de patata. El Rincón de Baro se ha convertido en un referente gastronómico por su habilidad para reinventar un clásico con versiones que sorprenden incluso a los más aventureros.
Además de la tortilla tradicional con cebolla, los visitantes pueden degustar alternativas poco habituales, como la tortilla con callos, la de sobrasada con queso Edam, la de fritada aragonesa con jamón de Teruel o incluso la más curiosa: una tortilla con Jumpers, esos icónicos snacks de maíz que muchos recuerdan de su infancia. Esta combinación de creatividad y sabor ha hecho del local un punto de encuentro ideal para quienes buscan desayunos originales y contundentes.
El éxito de El Rincón de Baro no se debe solo a sus platos. El trato cercano del personal y el ambiente acogedor reflejan la esencia de la hostelería tradicional, con un toque moderno que se percibe en cada detalle de su propuesta culinaria.
Dirección: Calle Antón García Abril, 15
Luna Morena
Al lado del recinto de la Expo encontraréis la Luna Morena, una terraza ‘cool’ con casi medio centenar de mesas a 50 metros de la ribera del Ebro donde beber unas cañas bien frías y picar unas bravas.
Aquella frase que se lee en todas las guías turísticas sobre el ‘marco incomparable’ sospechamos que se acuñó por la Luna Morena. No se nos ocurre ningún otro lugar en Zaragoza más ideal.
Sentarse una noche de primavera en su terraza llena de árboles y palmeras con un cóctel entre las manos os hará sentir como los verdaderos protagonistas de la Dolce Vita.
Dirección: Avenida José Atarés, 15