La Calle Heroísmo está más de moda que nunca gracias a bares y restaurantes de todo tipo que dan vida a sus heterogéneas calles atrayendo un público variado.
Hamburguesería Heroísmo
La Hamburguesería Heroísmo está situada en el número 22 de la calle del mismo nombre, en un establecimiento centenario con una decoración única entre urbana y vintage y con mucho encanto.
Soraia Ejea y su hermano decidieron renovar la apuesta gastronómica del Bar Heroísmo, un establecimiento que servía las raciones, menús y picoteo de toda la vida, ofreciendo hamburguesas creativas y de calidad, a buen precio y conservado toda la esencia del local.
La carta es vistosa y variada, con una docena de originales hamburguesas bien presentadas y elaboradas con productos de calidad. La carta la completan ensaladas, sandwiches, tostadas, tablas y raciones tradicionales.
Soraia sirve una vez a la semana ramen, en lo que ha bautizado como ‘Viernes de Ramen’. Cada semana nos presenta este plato nipón con diferentes ingredientes.
Además, ha introducido en la carta el cachopo. Su propuesta de este clásico plato asturiano es un cachopo de ternera empanado en cereal, relleno de jamón y queso Raclette, acompañado de huevo a baja temperatura, trufa negra y aros de cebolla roja fritos.
Dirección: Calle Heroísmo, 22
Lokal
Después de formarse en la escuela de cocina de Benasque, Ignacio Batanero se trasladó a Berlín, donde pasó siete años trabajando en restaurantes de vanguardia, algunos con estrella Michelin. Sin embargo, decidió regresar a su ciudad natal, Zaragoza, redescubriéndola con una nueva perspectiva.
Con su propio proyecto, ha aterrizado en uno de los corazones históricos y tradicionales de la capital aragonesa: la calle Heroísmo.
En junio de 2024, Ignacio abrió Lokal junto a su compañera Patricia Grau. El nombre refleja su esencia: productos de mercado y proximidad, con un enfoque en la sencillez pero con el toque distintivo que Ignacio ha perfeccionado a lo largo de sus experiencias en la alta cocina.
De Berlín, también trae el aprecio por la estacionalidad en la alimentación, una característica que se refleja en una carta cambiante.
Los nombres de los platos actuales, diseñados para compartir, ilustran esta filosofía: ‘Apio. Queso. Bunker. Manzana. Anacardos’, ‘Corvina a la brasa. Meunière cítrica. Acelga’, ‘Ragú de longaniza de Calatayud. Tupinambo’, ‘Remolacha. Mantequilla tostada. Yogur de oveja’ y ‘Ensaladilla rusa. Vinagreta de ajetes. Anchoas’.
Todo se complementa con una selección de vinos poco convencionales.
Dirección: Calle Heroísmo, 47
O Fogar
Adrián Lluciá y Rubén Berlín, amigos de toda la vida, son los creadores de O Fogar, un establecimiento especializado en tortillas rellenas y raciones caseras elaboradas con productos locales.
En contraste con los restaurantes que optan por alimentos de quinta gama, O Fogar se inscribe en la tendencia de volver a lo casero, con preparaciones hechas en la cocina del propio local. Sin duda, el plato estrella del bar son las tortillas rellenas.
En el menú destacan tres tortillas que han conquistado a los clientes de O Fogar. La más solicitada es la Fogareña, una tortilla rellena de rulo de cabra, cebolla caramelizada y canónigos.
La Tizona, nombrada así por su color, también es muy popular, y no es de extrañar, ya que lleva morcilla con pimientos verdes y ajos fritos.
En este top de tortillas rellenas no puede faltar la Agustina. Esta tortilla tiene su historia. Antes de ser la calle Heroísmo, esta zona se llamaba Puerta Quemada, escenario de batallas durante los Sitios de Zaragoza. Los franceses intentaban penetrar desde aquí hacia el Coso. Así que, además del nombre en honor a la heroína, el relleno incluye dos ingredientes que hacen un guiño a la historia: chistorra de Zaragoza y queso brie francés.
Dirección: Calle Heroísmo 43
Bambita Tasca-Fusión
Bambita Tasca-Fusión es una versión reducida del restaurante Labamba que, desde finales de 2019, se ubica en la calle Vírgenes de la capital aragonesa.
Bambita apuesta por una cocina elaborada, mezclando sabores, texturas y técnicas de alta cocina. En su carta encontramos platos del mundo, todos revisados con imaginación y respeto, con la voluntad de jugar con texturas y sabores sin dañar la esencia de la materia prima.
Alberto Brosed es capaz de añadir una huella de altísima elegancia y creatividad, presente en platos como el spring roll de tartar de salmón, el steak tartar de longaniza y papada ibérica o la lasaña de pato, pera, portobello, boniato, kimchi, bechamel de 5 especias chinas y crujiente de velo de arroz, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Son muchas las virtudes que derrocha su cocina y mucha será la satisfacción de quien se acerque a este restaurante.
Dirección: Calle Heroismo, 37
Senbazuru Ramen Bar
Si quieres ahondar en la gastronomía nipona más allá del sushi, no busques más. El Senbazuru Ramen Bar, comandado por Víctor Barrado Miana, se convertirá en tu sitio de referencia.
Este bar-restaurante japonés está especializado en un plato tradicional de la cocina nipona: el ramen.
El ramen es una receta popularísima en el país del sol naciente, un básico del menú de cada día, que necesita unos buenos fideos específicos, un caldo base con fundamento, aceite o grasa, el tare (otra base que funciona como potenciadora del sabor) y los ‘toppings’.
Senbazuru ofrece un ramen casero, como el que se hace en el Japón más tradicional, aunque introduciendo productos locales, como por ejemplo la borraja o la panceta.
Dirección: Calle Heroísmo, 39
Los Cabezudos
Los Cabezudos ofrece una amplia barra, además de 9 salones privados (con una capacidad de 4 a 150 comensales) y una gran terraza climatizada. Todo se hace al momento, y encontramos tanto platillos clásicos como tapas muy bien hechas.
Entre sus especialidades, su famosa croqueta de jamón de jabugo, las ostras gallegas y francesas (consideradas las mejores del mundo) y las angulas de Aguinaga. También las raciones de chipirones, el adobo, la gamba de Huelva, los calamares, los pescaítos fritos, los pimientos de padrón o el secreto ibérico, todo delicioso y cocinado a la vista.
Este restaurante destaca por su variedad de marisco vivo y fresco, que el cliente puede apreciar en su extensa barra o en el vivero de marisco con más de 10.000 litros de agua de mar.
Dirección: Calle Antonio Agustín, 12
Alta Taberna Pedro Saputo
Al pie del Coso, cerca de la calle Heroísmo, hace años que reina la Taberna Pedro Saputo.
Pedro Saputo es una de las bodegas más auténticas de la Zaragoza. Ofrece buen vermut casero, tapas míticas y ambiente asegurado. El camarero os servirá los huevos rotos saputo, el canapé de oca o los huevos de trufa, que son algunas de las tapa más populares del bar, pero se nos ocurre una buena lista de otros manjares que hay que probar: brochetas de rape, solomillo a tacos, gambas a la plancha, garbanzos con bogavante… En pleno fin de semana se hacen colas ¡para hacer el vermut! ¿por algo será, no?.
Dirección: Calle Antonio Agustín, 19
La Bamba Café
La Bamba Café es un local tranquilo para leer un libro o para beberte un café mientras revisas Facebook o para hojear sin vergüenza el último número de tu revista favorita de interiorismo. Porque aquí, estate tranquilo, nadie se pondrá las manos a la cabeza.
La atmósfera es relajada, y el público, moderno, joven y calmado. Con paredes de blanco impoluto y una pequeña barra de madera, así como varias mesas y sillas de distintas formas y colores, es perfecta para disfrutar de sus cafés de distintas procedencias.
Café bien hecho, que podéis acompañar por alguno de sus dulces caseros. Su estética, en la que destacan los colores verdes pastel y la madera, produce una sensación de paz absoluta y sus platos de brunch de todo el mundo te harán viajar con cada bocado.
Dirección: Calle Cadena, 2
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