En la actual Avenida César Augusto, entre los restos de muralla romana y el Mercado Central, se encontraba la Puerta de Toledo, la puerta oeste de la antigua ciudad romana.
La Puerta estaba situada en el extremo oeste del Decumano Máximo (actuales calles Manifestación, Espoz y Mina y Mayor), a 886 metros de distancia de la oriental o Puerta de Valencia.
Fue construida en el siglo I. En época musulmana se le llamaba puerta Belkala o puerta Bad al-Yanud.
Estaba flanqueada por dos imponentes torreones almenados y su arco monumental se cerraba con puertas de hierro.
Era una de las puertas más imponentes de la ciudad, punto de unión con el camino del palacio de la Aljafería y zona de acceso de los cortejos reales.
En 1440 fueron trasladas a sus torres las cárceles reales, que antes estaban situadas en la Puerta Cinegia, y en 1556, los diputados del Reino instalaron allí la cárcel de la Manifestación, lo que dio el nombre actual a la Calle Manifestación.
Acogió al Justicia de Aragón, Juan de Lanuza, quien en 1591 acabó decapitado en la propia plaza.
Como el resto de puertas, se cerraba desde las siete de la tarde hasta el amanecer.
En 1898 se decidió su derribo debido a su estado ruinoso.
Bajo la calzada de la calle se conserva el basamento de la torre norte de la puerta, un gran cubo semicircular de 13 metros de diámetro, y las cimentaciones de alguna de las dependencias correspondientes a la parte interior de la puerta.
En la actualidad se puede ver un fragmento del muro que cerraba la torre hacia el interior de la ciudad (está situado justo detrás de la estatua de César Augusto).
En 1987 el Ayuntamiento de Zaragoza decidió pintar un mural en recuerdo de la desaparecida Puerta de Toledo en un edificio de la calle Manifestación, muy cerca de su antigua ubicación.
Dirección: Avenida César Augusto, entre la muralla romana y el Mercado Central