La tapa es una de las grandes representaciones de la gastronomía española. Un manjar que podemos saborear en cualquier rincón, disponible en una amplia variedad de estilos y locales. Este concepto culinario, que fusiona tradición con creatividad, nos distingue de otros países, convirtiéndolo en una experiencia única.
El barrio de Actur es, sin lugar a dudas, una de las zonas más vibrantes de Zaragoza para disfrutar del tapeo. Hoy os invitamos a descubrir una ruta de tapas por el Actur que seguro os sorprenderá con cada bocado.
La Cava
Si queréis probar los productos kilómetro cero procedentes de Aragón os tenéis que acercar hasta La Cava. El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
La Cava apuesta por una cocina aragonesa de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas, pero sobre todo buen producto a precio asequible como las croquetas caseras, el arroz del Ebro con sepia, el asado de ternasco a la cuchara, el foie a la sartén, los huevos rotos camperos o las habitas fritas con jamón. Y unas bravas aragonesas (una patata asada con un sabroso sofrito de tomate y un suave alioli) fenomenales.
También tienen varias opciones vegetarianas y aptas para celíacos. ¡Avisados estáis!.
Dirección: Calle Ildefonso Manuel Gil, 4, esquina con María Zambrano
La Garnacha
La Garnacha es un asador tradicional aragonés especializado en carnes a la brasa y en los mejores vinos de Aragón. Sin embargo, también podemos encontrar pescados, mariscos, platos de cuchara y una gran variedad de entrantes fríos y calientes.
Dispone de varios menús del día, de fin de semana y degustación de lo más económico, donde no suele faltar el Ternasco de Aragón IGP o el entrecot de vaca vieja, aunque también sorprenden con otros platos muy elaborados como las alcachofas confitadas en aceite de oliva virgen a baja sobre lágrima de romesco casera, virutas de foie y crujiente de jamón o pescados como la corvina a la parrilla con adobo casero y puré de berenjena asada. La atención que ponen en los platos lo hace diferente y superior a mucha de la oferta criolla existente en la ciudad.
Dirección: Calle de Clara Campoamor, 26
Morrofino
El Grupo Tándem, reconocido por su innovación y calidad en la escena gastronómica de Zaragoza, ha inaugurado su séptimo local en la ciudad: Morrofino. Este nuevo restaurante combina tradición con propuestas culinarias innovadoras, creando un espacio único.
Su carta refleja lo mejor de sus locales hermanos: Marengo, La Bocca, Nómada, Nativo y La Milonga. Desde clásicos reinterpretados hasta creaciones originales, Morrofino promete conquistar a los comensales más exigentes.
Entre las propuestas destacadas se encuentra la ensaladilla rusa con txangurro, una versión marina del clásico plato. El croissant ibérico relleno de carrilleras al vino tinto y mayonesa de piparras ofrece una combinación única de texturas y sabores. La tortilla sibarita, con patatas, huevos camperos y un toque especial de morro, captura la esencia de Morrofino: tradición con un punto canalla.
En Morrofino también se rinde homenaje a grandes figuras de la gastronomía. Destaca el guiño a Carlos Ceperuelo con su famoso Candolio, un plato que refleja la maestría del chef aragonés. Para los amantes de la casquería, ofrecen una propuesta atrevida: la Cabeza de cochinito, una interpretación humilde del plato estrella de Javi Estévez, el chef madrileño con raíces aragonesas que ha revolucionado el mundo de la casquería.
Dirección: Calle de Pablo Casals, 2
Sentinel
Con más de 20 años de trayectoria, el restaurante Sentinel se ha convertido en un auténtico todoterreno de la restauración. Lo que comenzó como una discreta bocatería en el Actur ha evolucionado hasta ofrecer una amplia carta con propuestas que transforman los bocadillos en auténticas delicias gourmet.
Ejemplo de ello son sus nuevas incorporaciones: atún rojo en escalopines con tomate, pimiento y cebolla; secreto ibérico con champiñones y salsa de curry a la miel; y rabo de toro estofado al Pedro Ximénez.
A lo largo de los años, el restaurante ha ampliado su oferta culinaria, añadiendo ensaladas, tostadas, platos combinados, pizzas con masa casera, hamburguesas rellenas de foie o queso provolone, sándwiches, y mucho más. Sin embargo, sus entrantes son particularmente populares, como los huevos rotos con foie y jamón serrano, y las diferentes versiones de patatas: camperas con cuatro salsas, Sentinel asadas con alioli y picante, y Sinaí gratinadas con verduras, bacón y queso.
Dirección: Calle de Ildefonso Manuel Gil, 36
Brujas y Flandes
Situado en el barrio del Actur, el restaurante Brujas y Flandes se distingue por ofrecer una experiencia gastronómica única. En su carta, se puede encontrar una gran variedad de platos que van desde frescas ensaladas, hasta deliciosas raciones de mar, así como pescados y carnes de calidad, sin olvidar los exquisitos postres.
Para empezar el día, el restaurante también propone un delicioso desayuno con café recién hecho como acompañante imprescindible.
Brujas y Flandes dispone de tres menús diferentes pensados para satisfacer los distintos gustos de sus clientes.
De lunes a viernes, ofrecen un menú del día disponible de 13:00 a 15:30 horas, que incluye una selección de platos, postre y bebida a un precio asequible. Los sábados, el menú se vuelve más exclusivo con una selección especial de platos, mientras que los días festivos se ofrece un menú especial que presenta platos exclusivos para celebrar la ocasión.
Dirección: Calle María Zambrano, 48
Espacio Emboca
Un restaurante-terraza en el Parque del Agua, así podríamos definir al Espacio Emboca. En el Espacio Emboca se puede ir a tomar una cervecita bien tirada, un vinito o un vermut, y satisfacer el apetito a base de aperitivos.
Proponen una cocina basada en la gastronomía aragonesa de toques creativos en un entorno idílico. Cuentan con un completo menú del día, pero también con una carta realmente sorprendente.
De la carta, elijas lo que elijas, acertarás: producto de primera y una elaboración impecable del chef, que tanto te clava un secreto ibérico a la brasa acompañado de mojo rojo, un chuletón de vacuno mayor de «La Finca» como un rape a la brasa, bilbaína y su pil pil. Los postres están totalmente a la altura.
Si las tres patas de un restaurante son el espacio, la cocina y la acogida, Espacio Emboca es un tres de tres. Es un espacio que está absolutamente abierto, de hecho, no hay paredes de obra, son todo cristales diáfanos.
Dirección: Junto al Campo de Golf de Ranillas, Parque del Agua