La Plaza de Santo Domingo está situada en la intersección de las calles Predicadores, Las Armas y Santa Lucía en el Casco Histórico de Zaragoza.
Está rodeada de edificaciones importantes donde se unen, en un excelente contraste, el arte y la historia. Tres de estas construcciones impresionan particularmente por su belleza arquitectónica y son patrimonio de la ciudad.
La primera es el antiguo IES Luis Buñuel, situado en el mismo solar que ocupó durante siglos un convento de frailes dominicos.
El convento fue fundado por Jaime I en el siglo XIV y en su construcción trabajaron maestros de obra conocidos por su labor en La Aljafería.
Dicho convento fue destruido durante Los Sitios y de él sólo queda el antiguo refectorio, propiedad del Ayuntamiento, y que en la actualidad alberga el Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente.
La segunda, el centro cultural que hoy conocemos como Teatro del Mercado y que antiguamente estaba dedicado a la venta mayorista de pescado.
Diseñado por el arquitecto Miguel Ángel Navarro (autor de edificios como la Casa Solans, la Casa Palao o la antigua Fábrica de Harinas La Imperial) en 1928, el edificio funcionó como mercado de pescado durante la mayor parte del siglo XX. Sin embargo, en los años 70, fue reemplazado por una nueva lonja en las Delicias. En 1983, el espacio fue reconstruido y transformado en un lugar dedicado al ocio y la cultura.
La tercera, la Casa de Amparo, un majestuoso edificio construido por Ricardo Magdalena. La sólida y sobria fachada es difícil de admirar en su integridad, pues la vegetación del parque vecino se mezcla de forma tan armónica con el paisaje urbano, que parece fundirse en él. Lo primero que destaca, sin embargo, es su gran pórtico, con columnas y arcos de ladrillo prensado desde el piso al techo.
La joya del inmueble es, indudablemente, el espléndido jardín del patio central que rodea la edificación. Se encuentra totalmente engalanado con exuberantes plantas tropicales.
Un lugar simbólico de la Plaza Santo Domingo es la Fuente de las Musas (término incorrecto, ya que son dos esculturas femeninas y dos masculinas).
Fue realizada en 1987 por el arquitecto Ricardo Usón García y el escultor Francisco Rallo Lahoz. Representando alrededor de un obelisco, las dos musas que Rallo había realizado para colocarlas en el Teatro Principal (el arte y el teatro); y las dos esculturas masculinas (la música y la danza).
En el lado oeste de la plaza se encuentra la Torre Santa Lucía, un gran inmueble multifuncional imprescindible en el paisaje urbanístico de la ciudad. El coloso inició la era de los edificios altos en Zaragoza de finales del siglo XX.
Por la posición en que se ubica, en una zona ribereña con características especiales del suelo y fuerte incidencia de los vientos, fue necesario aplicar toda la inventiva y realizar pruebas para lograr su perdurabilidad. Finalmente se decidió elevar la estructura con muros continuos desde los cimientos hasta la azotea. Incluso, se compró una máquina que posibilitaba la fabricación de los bloques de hormigón a pie de obra.
Eso (y muchísimo más) es la Plaza Santo Domingo: un lugar donde es fácil perderse y sentirte dentro de una aventura, una locura y un remanso de paz, todo depende de donde estés y del momento del día.
La Plaza Santo Domingo también es un buen lugar para ver la cara B de Zaragoza, aquella que necesita urgentemente reformas para que no se caiga a pedazos pero así es la capital maña, un lugar donde puedes ver monumentos y construcciones espectaculares, al lado de edificios donde uno se pregunta como es posible que puedan vivir personas allí dentro.