No es la especialidad de cocina que más tirón tiene en la Zaragoza actual del boom gastronómico, pero haberlos haylos. Clásicos y de nueva hornada. Marroquíes, argelinos, sirios y libanenes.
Algunas de las especialidades de la comida árabe son la deliciosa carne kebab en pan de pita, el cous cous o una tajine de cordero o ternera. No te olvides de probar los aromáticos dulces árabes, elaborados con frutos secos y miel.
Con nuestra guía de restaurantes árabes, viajarás sin salir de Zaragoza a un nuevo mundo de olores, colores y sabores.
Advertencia preliminar: lavaos bien las manos porque os vais a chupar los dedos.
El Castillo de Alepo
El Castillo de Alepo es un restaurante de cocina siria que cuenta con un equipo familiar.
Los propietarios son Ahmad Tabakh y Bayan Mawaldi, dos jóvenes refugiados que llegaron a nuestra ciudad en 2017 en busca de una nueva vida.
El restaurante ofrece una amplia variedad de platos, desde entrantes ligeros hasta platos principales contundentes, todos ellos elaborados con ingredientes frescos y de primera calidad.
En el Castillo de Alepo priman los productos típicos de la gastronomía Siria, y, sobre todo,de la ciudad natal de los propietarios, Alepo. Esta ciudad alberga uno de los palacios medievales más antiguos del mundo, de ahí el nombre del restaurante.
Entre sus platos, ya de sobra conocidos por su clientela más fiel, destacan la presentación y el emplatado. Uno de los favoritos y más completos es el plato especial de la casa, que incluye una porción de carne picada, shish tauque (pechuga de pollo, patata, ensalada, crema de ajo y hummus), tacos de carne, alitas de pollo y arroz.
Dirección: Calle de Juan José Rivas, 11
La Feria
Olvidaos de fantasías arábigas de mil y una noches y cachimbas: La Feria es un restaurante de uso cotidiano y con un planteamiento sencillo.
Ni microondas, ni freidoras ni hummus de remolacha. Aquí el puré de berenjenas es espeso, y es más cercano a la escalivada que a la crema indeterminada.
La carta es corta: varios tipos de hummus, un falafel espléndido, suave, sabroso, crujiente y no reseco, un tabule balsámico, labne (queso fresco casero, tomate, lechuga y olivas), chawarma (carne de ternera y ternasco, tomate, pepinillo y salsa), kebe (croquetas) y bocadillos libaneses excelentes (hechos con un pan de pita similar al de los kebabs).
Para compartir (o no), y por 10 euros os pondréis hasta las cejas.
Dirección: Calle Pedro Cerbuna, 23
La Manoushería
La Manoushería es un coqueto y acogedor local de ‘street food’ donde quieren enseñar los sabores originales del Líbano. Su apuesta por la cocina tradicional libanesa, que se come en la calle y no en los restaurantes, pasa por sabores mediterráneos que aunque parezcan muy lejanos, son a dos pasos de aquí.
Su gran especialidad es la ‘manousheh’, la pizza libanesa, una receta tradicional de este país de Oriente Medio que se come por la calles.
Las manoushés van de 3 euros la más barata a 4,50 la más cara en su tamaño pequeño. Las grandes oscilan entre los 5 y los 7,50 euros. Además, quieren recuperar gustos como el ‘zaatar’, una intensa mezcla de especias, o el ‘labneh’, delicioso queso de yogur. Tienen todas las especialidades más populares de la región preparadas con solvencia: humus y mutábal, pero también sorpresas como la ‘muhhamara’, una crema para untar a base de pimientos, nueces y granada, o el fatoush, una ensalada a base de lechuga, pepino, tomate, perejil y verduras.
Dirección: Calle Comandante Repollés, 3 (entre las Calle San Miguel y el Coso)
Syriana
Situado en la Calle Miguel Servet, justo en frente del Antiguo Matadero Municipal, el restaurante Syriana ofrece comida siria ‘auténtica’. Los propietarios son Lían y Yousef, dos jóvenes refugiados que llegaron a nuestra ciudad en 2016 huyendo de la guerra que asolaba a su país.
La carta es suculenta y apetitosa: sirven platos típicos de oriente medio como el humus, los falafel y los pinchos de carne, pero también hay combinaciones menos conocidas en España como el warak enab, que son hojas de parra rellenas de arroz y verduras, o el labna, una crema de queso siria con sésamo negro y aceite.
Dirección: Calle Miguel Servet, 104
Syriana Mayor
El establecimiento que propulsó la cocina siria en Zaragoza a través del Siriana, en la Calle Miguel Servet, tiene ahora un nuevo local en el número 28-30 de la Calle Mayor.
Los propietarios son Lian Alahmad y Yousef Shahibar, dos jóvenes refugiados que llegaron a nuestra ciudad en 2016 huyendo de la guerra que asolaba a su país.
La carta es suculenta y apetitosa: sirven platos típicos de oriente medio como el humus, los falafel y los pinchos de carne, pero también hay combinaciones menos conocidas en España como el warak enab, hojas de parra rellenas de arroz y verduras, la muhammara, crema de pimientos asados, el labna, crema de queso siria con sésamo negro y aceite, el pincho moruno, el shish tawon, pincho especiado de pechugas de pollo o el kebba Alepo, croquetas rellenas de ternera.
Dirección: Calle Mayor 28-30, en el local que muchos años fue el restaurante La Yedra
Bar Mr Dumbo
La carta del bar Mr Dumbo es una fusión de la gastronomía española y siria: hamburguesas, tortilla de patatas, falafel (una especie de albóndiga de pasta de garbanzos con especias), baba ganouch (crema de berenjenas), warak el enab (hojas de parra con arroz), hummus (crema de puré de garbanzos cocidos con zumo de limón), labne (una especie de queso de yogur muy típico de las cocina de Oriente Medio) o Ugarit (patatas con cilantro y mousse de pimiento rojo) son algunas opciones.
La decoración del local no es gran cosa, pero no le resta ni una pizca de encanto al bar Mr Dumbo, que destaca por su buen hacer y mimo al producto.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas, pero sobre todo buen producto a precio asequible. Y unas bravas fenomenales.
Lugar: Calle de López Allué, 2
Tetería Los Hermanos
En la Calle Conde de Aranda se mezcla una ecléctica oferta de establecimientos de todo tipo con los placeres del paladar como nexo común.
El toque árabe lo da esta tetería clásica de decoración andalusí. Es tranquila, amable y reposada.
Esta tetería supura autenticidad porque tiene raíces árabes de verdad, nada parece postizo. Basta con hacer submarinismo en el océano de tés que ofrece la carta para comprobar que en Los Hermanos van de verdad. El abanico de infusiones también es orgiástico. Y los batidos de frutas.
También tiene una zona de pastelería con dulces típicos árabes. Toda una tentación…
Dirección: Calle Conde de Aranda, 92
Asador de pollos Tío Aissa
Quienes quieran recuperar el placer del pollo asado dominical, tan maltratado habitualmente, el asador Tío Aissa es su opción.
Abierto hace 15 años, ofrece varios tipos de pollo: el estándar; el pollo asado árabe (sazonado con numerosas especias), y, los fines de semana, un pollo ecológico que está haciendo estragos entre el público healthy.
Se puede acompañar con una ensalada, con un cous cous de cordero, con carne con arroz (roja y especiada), con burek (empanadas rellenas de carne, queso, pescado o verduras) o, claro, con patatas fritas o asadas.
Lugar: Calle Conde de Aranda, 45
Rog Ava
Situado en la Calle Don Jaime, el restaurante Rog Ava ofrece comida siria ‘auténtica’.
Los propietarios son los hermanos Ibrahim, Mostafa, Adam y Ahmad Ramadan, cuatro jóvenes refugiados que llegaron a nuestra ciudad en 2017 huyendo de la guerra que asolaba a su país.
La carta es suculenta y apetitosa: sirven platos típicos de oriente medio como el hummus con carne, el baba ganush (de berenjena asada, pimiento, tomate y cebolla), el kibbeh machine (con carne picada, brugul, cebolla y nueces) o el postre kunafa (con mozzarella).
Dirección: Calle Don Jaime, 54-56
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