‘Tarta’ y ‘queso’, dos palabras que, si bien por separado ya nos hacen salivar, cuando se juntan en forma de postre suculento, el orgasmo está garantizado.
Más allá del típico ‘brownie’ con helado de vainilla o el aburrido sorbete de limón, una carta de postres que se precie siempre incluirá la opción golosa por excelencia: el cheesecake o tarta de queso, una mezcla tan sencilla como deliciosa que los americanos tuvieron el detalle de compartir con nosotros.
A día de hoy, en Zaragoza ya son muchos los lugares que han aprendido y mejorado la receta tradicional hasta dar con creaciones absolutamente exquisitas y, por supuesto, descartadas de cualquier dieta operación bikini.
Amantes de la tarta de queso, esta es vuestra ruta de perdición. Ahí van algunos de los mejores locales de Zaragoza donde galleta, queso y coberturas de todo tipo os harán sentir el cielo en vuestro paladar.
Restaurante Nola Gras
Suenan ritmos de Luisiana en Zaragoza, la poderosa trompeta de Louis Amstrong, la improvisación del jazz… Bien, nos hemos topado de lleno con Nola Gras, el único restaurante de la ciudad que explora la gastronomía de Nueva Orleans. Su cocina es sencilla, sensata y sin estridencias. Cada tapa o ración es una sorpresa.
Ya sea el solomillo italiano (que se come como una tarta pero es un tomate, en estos momentos, de Híjar), la panceta a baja temperatura, la dorada frita (que se limpia y emplata delante del cliente) o el clásico ‘pulled pork’ (carne de cerdo a baja temperatura, salsa BBQ, espinaca, tomate y col lombarda).
Pero el plato que los ha traído a esta lista es su tarta de queso. Considerada como la mejor tarta de queso de la ciudad por muchos (y exigentes) paladares, es recomendable pedirla con la comanda de los platos principales ya que está tan solicitada que puede que os quedéis con las ganas de probarla.
Es perfecta para los amantes de las tartas súper cremosas, casi líquidas, y la mezcla de quesos propuesta por el chef Alejandro Viñal os llevará al cielo gastronómico con la primera cucharada.
Dirección: Calle Francisco de Victoria, 28
Garbo Gentlebar
La meca del brunch de cualquier ‘hípster’ zaragozano que se precie no sólo ofrece unos huevos benedict de rechupete.
Lo cierto es que también son bastante buenos con la repostería y hay que decir, mal que me pese, que con el ‘cheesecake’ también la clavan.
Si tienen tanto éxito es básicamente porque se lo curran y no te la dan con queso.
Dirección: Plaza los Sitios, 18
Llima Gastrobar
Las recetas tradicionales con un fuerte sello valenciano son la esencia de Llima Gastrobar. Este nuevo establecimiento se caracteriza por aires frescos, naturales, cítricos y mediterráneos, como su nombre sugiere.
‘Los arroces son nuestro fuerte: la paella, al horno, del señoret, negro…’, enumera Carlos Mariner, quien dirige el negocio y sintió un ‘flechazo’ al ver el local. ‘Hacemos la paella valenciana tradicional, con pollo, conejo, garrofón, alcachofas de temporada y, por supuesto, una rama de romero,’ revela Mariner, con una década de trayectoria en cocinas. ‘Y al horno, con su morcilla, garbanzos, cebolla y patata’.
¿Cuál es el secreto para un arroz excepcional? Mariner lo tiene claro: ‘Un buen caldo, que aquí preparamos de forma casera y, en cuanto al arroz, normalmente utilizamos la variedad bomba’.
Por cierto, la estrella es la tarta de queso, que Mariner prepara con mascarpone y queso de oveja. Este dulce colofón, como la mayoría de sus propuestas, puede ser apto o adaptado para el público celíaco.
Dirección: Calle La Paz, 1
Sophia Bistro
Hay lugares que de una manera u otra acaban apareciendo cuando se recomienda un buen sitio al que ir, ya sea en un artículo como este o en una conversación entre amigos.
El Sophia Bistro es un buen ejemplo. La experiencia básicamente podría resumirse en la posibilidad de probar un buen vino, champán o cava sin necesidad de ir a un gran restaurante.
Sophia Bistro abarca todos los momentos gastronómicos del día: el desayuno y el brunch, el aperitivo, la comida, el tardeo, la cena y la copa de la noche.
A cargo de la cocina está el chef Sergi Morlans, formado con Martín Berasategui.
Sophia Bistro ofrece una tarta de queso Idiazábal. El resultado es un cremoso postre que se acompaña de helado ahumado del mismo queso.
Dirección: Calle Pedro María Ric, 25
Toque de Canela
Poco espacio para mucho dulce. Un espacio coqueto junto al mercado de San Vicente de Paúl con una oferta de pastelería artesana digna de cualquier fiesta de cumpleaños de dibujos animados.
Esas en las que los pasteles de colores ocupan toda la mesa, con un aspecto esponjoso y brillante. Aun así, la tarta de queso no pasa desapercibida. El toque ‘homemade’ se nota en cada mordisco.
Toque de Canela cuenta con un obrador propio donde elaboran de forma artesanal cada día desde cupcackes para todos los gustos hasta tartas y bollería.
Su estilo vintage, tanto en la decoración del espacio como en los envases de los postres, convierten este rincón en un lugar perfecto para tomar un trozo de pastel con una taza de café a cualquier hora.
Dirección: Calle San Vicente de Paúl, 7
Nola Smoke
Si quieres disfrutar de cocina de autor pero no te quieres mover de casa, te recomendamos Nola Smoke, un nuevo espacio gastronómico del equipo de Nola Gras dedicado al delivery y take away en Zaragoza.
Con el nombre de Nola Smoke, el chef Álex Viñal ofrece un nuevo concepto de street food de autor. Un espacio con cocina 100% Kamado que ofrece un viaje a través de los sentidos, donde el sabor ahumado de la carne es la protagonista.
Entre sus platos desfilan ensaladas, empanadas, perritos o su plato estrella, las hamburguesas, platos reinterpretados con materia prima de calidad y cocinados con esta característica brasa japonesa que ahúma la carne y le da un toque único y francamente delicioso.
Pero el plato que los ha traído a esta lista es su tarta de queso. Bonita como un sol de verano, cremosa, potente y con el equilibrio perfecto entre acidez y dulzor.
Puedes pedirla a través de la web de Nola Smoke y pasarla a recoger por su local situado en Calle Madre Vedruna 22 (pensado únicamente para recogida) y Uber Eats.
Dirección: Calle Madre Vedruna, 22
Hamburgoza
Las hamburgueserías están experimentando un auténtico boom. Entre las grandes cadenas, también destacan pequeñas empresas familiares con propuestas únicas. Un ejemplo de este fenómeno es Hamburgoza, un local que apuesta por Zaragoza, desde su nombre hasta los ingredientes de cada plato.
El plato estrella de Hamburgoza es una hamburguesa aragonesa muy especial, la ‘Aragonesa Orichinal’, pensada como un homenaje a la tierra. Con 125 gramos de Ternasco de Aragón IGP, Cebolla Fuentes de Ebro, tomate de Barbastro, Jamón de Teruel, queso de oveja trufado y salsa tartufata, además de una confitura de pimiento de piquillo de Lores, esta hamburguesa es la «joya de la corona», según Sergio. La popular confitura de pimiento de Lores ya no se fabrica, y Hamburgoza ha conseguido los últimos botes, por lo que es exclusiva de esta hamburguesa.
Además, Hamburgoza ofrece creaciones como la ‘Samurai’, con carne de wagyu gold 100%, lechuga, cheddar, tomate fresco, huevo frito, cebolla caramelizada y salsa teriyaki; y la ‘Bestia Roja’, con queso de cabra, chuletón vasco y salsa de frutos rojos. Para los amantes de sabores más intensos, la ‘Americanada’ incluye 200 gramos de carne Angus irlandesa, cheddar, bacon, pepinillos, aros de cebolla y salsa barbacoa, mientras que la ‘Pecadora’ mezcla 150 gramos de carne de buey, cheddar, lechuga, tomate, bacon y salsa Lotus.
Los precios de estas hamburguesas oscilan entre 12 y 15 euros. A la oferta se suman también patatas en distintas presentaciones, alitas de pollo y postres caseros, como la tarta de Oreo y la de queso, que Sergio elabora personalmente y asegura son un éxito.
Dirección: Calle Graus, 23
Crudo
La propuesta de la taberna gastronómica Crudo está basada en la calidad del producto para comer crudo, marinado y healthy.
A través de innovadoras maceraciones, marinadas, escabechados y otras técnicas, el chef Miguel Sánchez (junto a Rubén Mons) elabora una cocina fresca y de mercado, basada en materiales puros y de calidad y al servicio del sabor. Producto máximo tocado de la mejor manera posible.
Los postres son caseros y se adaptan a la temporada y a lo que ofrece el mercado, pero esta joya no falla.
Su tarta de queso es perfecta para los amantes de las tartas súper cremosas, y la mezcla de quesos propuesta por el chef y sus reposteros os llevará al cielo gastronómico con la primera cucharada.
Sus fabulosos ‘cheesecakes’ son piezas de pastelería sutiles y artesanas que rehuyen el hacinamiento de queso crema y azúcar, y tienen un sabor preciso y suave, que no ‘quesea’ en exceso.
Dirección: Calle Doctor Cerrada, 40
La Quebradora Princesa y La Quebradora Valdespartera
La Quebradora es un restaurante informal y acogedor, decorado con objetos y fotografías relacionadas con la Lucha Libre. Un espacio mexicano moderno, ideal para tener una cena agradable en buena compañía.
En la carta conviven clásicos de la ortodoxia azteca, como las enchiladas, los tacos, las quesadillas, las fajitas o los burritos, con éxitos propios de la casa, como los nachos con guacamole o el molcajete de choriqueso (salsa de queso fundido y nata con chorizo, servido en piedra volcánica).
Su objetivo es recuperar los sabores tradicionales de la gastronomía mexicana, una de las cocinas más ricas y atractivas del nuevo mundo, y hacerlos llegar al público zaragozano.
Hay respeto por la tradición y la calidad de la materia prima. Es puro disfrute.
Las tartas de queso y tamarindo son famosas en las redes, pero también en los paladares de media Zaragoza. Y no se han hecho tan populares y valoradas por una campaña de marketing sino por una receta magnífica.
Direcciones:
La Quebradora Princesa, Calle Princesa, 3
La Quebradora Valdespartera, Calle Ciudadano Kane, 27
Mostaza
El restaurante Mostaza tiene un hueco especial en su carta para los postres. Son todos caseros y se enorgullecen de ello.
Hay quien califica de «infalible» su tarta de queso, que en su caso viene acompañada de un de un delicioso coulis de frutas del bosque.
Dirección: Calle de Eduardo Dato, 8
Café Botánico
El Botánico es un multiespacio cuya planta calle, mitad cafetería, mitad floristería, ofrece deliciosas tartas caseras (imprescindibles la de zanahoria y chocolate y la de queso), minibocadillos, quiches y bizcochos caseros rodeado de plantas aromáticas. En su piso inferior también organizan magníficas exposiciones de la mano de la galería Pilar Ginés, presentaciones de libros y actuaciones en directo.
En cuanto a la decoración apostaron por colores vivos combinados con madera y muchas, pero que muchas, láminas para decorar la pared. Son el claro ejemplo de que hacer las cosas con cariño, tiene su recompensa.
Dirección: Calle Santiago, 5 (Pasaje Ciclón)
Basho Café
El Basho Café es un restaurante de reciente apertura, situado en la céntrica calle Sanclemente, cerca de la plaza de Los Sitios, con la intención de convertirse en un referente gastronómico de Zaragoza.
La hora de la comida la resuelven en Basho con una fórmula de plato del día (7.50 euros) que encaja muy bien entre la cada vez más abundante clientela que busca rapidez, servicio y precio. Se ofrecen. Se ofrecen tres platos que cambian cada día, entre los que siempre hay una ensalada.
La carta es sensata, muy adecuada, no extensa pero completa, con abundante mercado y sin excentricidades vanguardistas.
Queremos destacar los platos para compartir, bien presentados, con una buena cantidad y en su punto.
Con los postres, Basho Café no rebaja sus aspiraciones. Para nuestro gusto, su cheesecake se lleva la medalla de oro.
Dirección: Calle de Sanclemente, 20, cerca de la Plaza de Los Sitios
Taberna El Sardi
El Sardinero es una de las zonas más populares de Santander. También el nombre de un restaurante que se encuentra en la zaragozana calle Dato, y que sirve buena cocina cántabra desde 2015.
De ella, precisamente, se ha traído platos imprescindibles como sus salmueras de Santoña o su pulpo a la brasa sobre patata pochada. También, calamares encebollados, salpicón de marisco con salsa de mango, carpaccio de bacalao con salmorejo, pollo con langostinos en salsa de almendras, boquerones en escabeche, buenas recetas de bonito o una deliciosa hamburguesa de novilla, que sirven directamente en el plato con queso y pimiento.
El Sardi pone a disposición de la clientela una versión montañesa del Cocido. A diario sirven un puchero que contiene alubia blanca de riñón, panceta, morcilla de arroz, chorizo, berza, patata, zanahoria, cebolla y pimentón. Y sal y agua, claro.
Dirección: Calle de Eduardo Dato, 23
Punto Gastronómico
Los chefs Alex Vargas y Adam Val nos ofrecen una propuesta atrevida y fresca de cocina fusión, nikkei, chifa y peruana. Una mezcla de sabores que no dejará indiferente a nadie. Con su cocina pretenden trasmitir emociones con sabores de platos que llevan su sello personal.
El sabor, la técnica y el respeto hacia el producto son los que marcan el camino de su recetario moderno arraigado en la tradición. La cocina que propone Punto Gastronómico es soberbia y el servicio, atento y amable (seguro que necesitas que te orienten con algunos ingredientes).
La carta tiene ya sus clásicos inamovibles pero sorprende cada temporada con nuevas sugerencias.
Un espacio que conquista.
Dirección: Calle Mefisto, 3
Bulebar Montecanal, Bulebar Cinegia, Bulebar Zentro y Bulebar Actur
En el ‘coolímetro’ arrocero de la ciudad, Bulebar ocupa la primera posición.
Tienen ocho recetas de arroz (siete de las cuales están indicadas sin gluten). Entre sus platos destacan la paella mixta elaborada con solomillo, pollo, calamares y gambones, la del señorito, con calamares, gambones y carabineros, el arroz caldoso, con bogavante, calamares y azafrán, el negro con chipirones de anzuelo y gambones, y el de pato, con foie al horno y hongos.
¿Qué hay que pedir? Pues lo de siempre. Un plato de papas canarias con sus mojos o unos huevos rotos de primero y un arroz caldoso con bogavante y azafrán o una paella de segundo.
¿El secreto de su éxito? Ofrecer cocina de mercado típica de la zona, elaborada principalmente con productos de temporada, próximos y de calidad.
Direcciones:
Bulebar Montecanal, Avenida de la Ilustración, 5
Bulebar Puerta Cinegia, Puerta Cinegia Gastronómica, Calle Coso, 35, 1ª Planta
Bulebar Actur, Avenida Gertrudis Gómez de Avellaneda, 22
BuleBar Zentro, Paseo de los Rosales, 32
Dídola
El Dídola es un local tranquilo para leer un libro o para beberte un batido, un frappé o una auténtica “limorada” mientras revisas Facebook o para hojear sin vergüenza el último número de tu revista favorita de interiorismo. Porque aquí, estáte tranquilo, nadie se pondrá las manos a la cabeza.
Dídola tiene de todo para alimentar cuerpo y espíritu. Posee pequeños trozos de cultura repartidos en cuadros, libros y juegos.
La atmósfera es relajada, y el público, moderno, joven y calmado. No es extraño, el Dídola es un centro de desintoxicación infalible cuando habéis tenido sobredosis de oficina: un zumo natural, limonada de la casa o una infusión, si estáis blandos; un pastel casero o uno de sus magníficos sándwiches, si el hambre aprieta.
Su carta está centrada en las raciones, los bocadillos (con una amplia variedad de panes e ingredientes) y en las tartas clásicas.
Además también es uno de esos lugares perfectos para comer su menú del día.
Dirección: Calle Don Jaime I, 28
La Bocca
La Bocca es un restaurante moderno que ofrece comida casera italiana de calidad para compartir. La carta es correcta y variada, con platos bien presentados y elaborados con productos de calidad. Entre las especialidades de la casa, el risotto de campagna con verduras y pollo parmesano, la tempura de hortalizas con ali oli de tinta de calamar, el carpaccio de ternera con alcaparras y parmesano, la bola de arroz crujiente de manzana caramelizada con nueces y gorgonzola, la hamburguesa piamontesa con provolone y la cuidada selección de pizzas (Pugliese, Campagnola y Calzone de verduras).
Dentro de los postres, merecen mención especial el Tiramisú de la casa, la tarta de queso, la panna cotta di Nutella, el Coulant de chocolate con helado de vainilla y los canutillos crujientes con chocolate. El servicio del restaurante es rápido y muy agradable.
Buenos vinos italianos a precios asequibles y excelentes licores completan el panorama.
Dirección: Calle Madre Vedruna, 6
Casa Pedro
Los hermanos Javier y Luis Antonio Carcas han triunfado con este ambicioso resumen de su filosofía de las tapas.
Casa Pedro abrió las puertas en 2006 apostando por una cocina aragonesa de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad.
El restaurante, situado en el casco antiguo de Zaragoza, es un espacio con identidad propia: la construcción, su ubicación y su historia son el reflejo de todo aquello que expresan la zona antigua de la ciudad y su entorno.
El objetivo es conseguir que las personas que lo visitan encuentren en él un ambiente agradable y confortable.
Platos como el pez mantequilla (con un golpe de parrilla y apenas recubierto con una pincelada de la salsa coreana kimchi) o la merluza asada con crema de erizos ya forman parte del patrimonio gastronómico de la alta cocina de Zaragoza.
Dirección: Calle de la Cadena, 6
Bascake
En el extenso universo de las tartas de queso, las de estilo vasco han ganado una gran popularidad en los últimos tiempos.
La fiebre por esta tarta, reconocida por su textura suave y sabor equilibrado, ha llegado a Zaragoza con la apertura de Bascake. Esta pastelería, que en apenas unos meses se ha consolidado como un referente en Bilbao, ha decidido expandirse, abriendo una sucursal en la calle Candalija de Zaragoza, además de una en Santander.
Bascake nació como una extensión del restaurante Mio Basque Street Food, impulsado por el chef Michel Albalejo y su pareja, Sara Achlouch. El éxito de la tarta de queso en su restaurante bilbaíno fue tal que decidieron abrir un espacio dedicado exclusivamente a este postre.
La receta de su tarta es un secreto bien guardado, pero Michel destaca que el equilibrio entre la cremosidad y la firmeza de la tarta es uno de sus rasgos distintivos. En este tipo de postres, la textura es crucial: debe ser suave y fundente, pero sin perder su forma. En Bascake han conseguido ese punto perfecto para que la tarta se mantenga en su mejor estado al cortarla.
Dirección: Calle Antonio Candalija, 4
Amalaleche Gallery
Amalaleche Gallery se ha convertido en un nuevo punto de encuentro para los amantes del dulce y el café en Zaragoza. Situada en Gran Vía 11, esta original cafetería combina la experiencia de una galería de arte con la alta repostería, ofreciendo una propuesta única en la ciudad.
Todos sus productos, desde cruasanes hasta galletas blanditas y tartas, están cuidadosamente expuestos como si fueran verdaderas obras de arte. Su especialidad es la tarta de queso premium, destacada por su sabor y calidad. Además, sirven café de especialidad proporcionado por San Jorge-Café del Bueno, lo que añade un toque gourmet a la experiencia.
En Amalaleche Gallery puedes disfrutar de un café para llevar por solo 2 euros, acompañado de alguna de sus dulces creaciones, como cruasanes de Oreo o pistacho, o si prefieres, de chocolate o galleta Lotus.
Dirección: Gran Vía 11
Berty’s Burger
Berty’s Burger, la destacada hamburguesería asturiana famosa por su propuesta gourmet, ha inaugurado recientemente su nuevo local en Zaragoza, ubicado en la calle Joaquín Costa, nº 11. La decoración combina un estilo moderno y acogedor, diseñado para ofrecer una experiencia culinaria que se aleja del concepto tradicional de comida rápida. Lucía Álvarez, cofundadora de la marca, expresa: «Queremos que nuestras hamburguesas sean vistas como una opción gourmet, de alta calidad y accesible para todos».
La propuesta gastronómica de Berty’s Burger destaca por sus ingredientes de primera calidad. Además de la galardonada ‘Dry Aged’ ya mencionada, en Berty’s encontrarás una amplia variedad de hamburguesas, como la ‘Fire Burger 2.0’, flambeada con salsa de whisky al servirse en mesa; o la ‘Emily Loves Berty’s’, todas elaboradas con carne 100% vacuno o gallega madurada, garantizando una experiencia gourmet en cada bocado. También ofrecen una propuesta exclusiva cada 30 días con su ‘Burger del Mes’, una creación disponible de forma temporal, que aporta innovación constante a su carta.
Entre los entrantes más populares se encuentran los nachos con pulled pork, los fingers de pollo y el aguacate a la brasa, así como destacan también algunos de sus postres como las tartas ‘Te Queso Mucho’ o ‘Mi Corazón chocoLATE por Ti’.
Dirección: Calle de Joaquín Costa, 11
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