Cualquier momento es bueno para darse un capricho. Y tenemos las mejores direcciones para que sucumbáis a la tentación de llevaros a la boca increíbles creaciones de la mejor repostería hecha en Zaragoza.
Hablamos de alta joyería comestible, de delicias de chocolate atemperado a mano, de cruasanes con nombre de señor entrañable, de tartaletas afrancesadas con ingredientes asiáticos, e incluso de postres hechos en pastelerías que parecen salidas de un cuento.
Estas son las mejores pastelerías de Zaragoza por motivos propios. ¿Queréis descubrirlas?
Lalmolda
Una de las chocolaterías con más solera de Zaragoza que empezó en Méndez Núñez y hoy en día cuenta con varias sucursales repartidas por la ciudad. Llevan décadas sirviendo uno de los mejores churros de la ciudad, y además, siguen manteniendo la receta transmitida desde su bisabuelo.
Sus churros y porras se elaboran artesanalmente y se sirven recién hechos, acompañados de un café o un chocolate caliente.
En sus vitrinas también encontraremos postres elaborados con las recetas de toda la vida que han ido pasado de generación en generación, como las palmeras, los cruasanes, las pastas de té o los turrones artesanos, entre otras muchas delicias dulces.
Dirección: Calle Méndez Núñez, 12
Fantoba
Este rincón centenario aún pone los pelos como escarpias cuando el aroma a paraíso escapa desde el interior al abrir la puerta. Hoy en día es imposible que nadie conozca sus famosas palmeras y su espectacular bollería. Fantoba es una pastelería familiar, fundada en 1856 y situada en el casco antiguo de Zaragoza. Su techo es una obra del siglo XIX del reconocido arquitecto Ricardo Magdalena.
Generación tras generación se han ganado merecidamente el honor de hacer los dulces artesanos más antiguos de la ciudad. Especializada en la confitería tradicional, Fantoba produce excelentes hojaldres, guirlaches, delicados roscones (que se comen el día de Reyes y en San Valero), frutas confitadas envueltas en chocolate, trenzas de la Virgen, violetas escarchadas y pastelillos de formas perfectas.
Dirección: Calle Don Jaime I, 21
Pistacho Bakery & Coffe
Su ambiente cálido y tranquilo invita a quedarse horas degustando café de especialidad y pastelería artesanal. Pistacho Bakery & Coffe es la nueva cafetería de moda para disfrutar de un plan entre amigos a cualquier hora del día. Su carta, repleta de cruasanes rellenos de cremas, ‘cupcakes’ decoradas de multitud de colores o delicias de hojaldre, es ideal para que todo el mundo pida a gusto.
No obstante, las reinas de la casa son las tartas de queso, elaboradas en el propio establecimiento. Ofrecen una variedad de sabores, siendo las más populares las de pistacho y la normal. Además, también disponen de opciones como Idiazábal, chocolate blanco, chocolate belga y dulce de leche. Aunque predominan los postres dulces, también cuentan con propuestas saladas como tostadas y crepes.
La estética de la cafetería es ‘coquette’. El rosa y el turquesa son los protagonistas en las paredes, en la tapicería aterciopelada de las sillas de dentro y en el mobiliario de la terraza. También ofrecen milkshakes en sabores como pistacho, chocolate, coco, nube, vainilla, Oreo y leche merengada, así como smoothies preparados al momento con fruta fresca.
Su terraza está muy solicitada. Además, es perfecta para encontrarte con gente creativa con la que compartir ideas y proyectos.
Dirección: Avenida de San Juan de la Peña 7
La Artesa
Es la alegría de la calle. Tiene esa idiosincrasia de comercio de barrio, que va a la suya, que se resiste a ser engullido por la gran ciudad y la forma de vivir acelerada. En La Artesa se han ganado merecidamente el honor de hacer algunos de los pasteles artesanos más deliciosos del barrio.
Hay muchas tentaciones, pero sus clásicos dentro de los clásicos en repostería, demuestran que son verdaderos maestros del dulce.
“Aquí empezaron mis padres hace más de 30 años. Mi padre ha sido pastelero toda la vida, trabajó en el Cachirulo y en el Hotel Corona de Aragón. A mí la pastelería es algo que me gusta desde siempre. Recuerdo que de pequeña quería estar siempre en la cocina aprendiendo de los mayores. Con 17 años decidí formarme y empezar a trabajar aquí. Ahora sigo estudiando y aprendiendo todo lo que puedo sobre repostería”.
Dirección: Calle Tarazona, 31
Veintiuno Bakery
Después del éxito de su primera cafetería, Veintiuno Café, inaugurada cerca de la plaza de San Francisco en 2015, en 2019 David Reyes y Jonathan Gorri dieron un paso más y abrieron su propio tostadero, Onawa Coffee Roasters, ubicado en La Cartuja. En 2021, dieron otro gran paso al inaugurar su propio obrador.
El 2022, decidieron expandirse al centro de Zaragoza, abriendo un nuevo local en el número 21 de la calle Albareda, donde anteriormente estuvo la heladería Rico desde 1972. En este nuevo Veintiuno Café, los clientes pueden disfrutar de desayunos, brunch, tartas artesanales del obrador y, por supuesto, su café de especialidad.
Recientemente, se ha sumado un nuevo integrante a este grupo con la apertura de una pastelería en el número 17 del Paseo de Fernando El Católico: Veintiuno Bakery. Tras una atractiva fachada de color verde menta, los clientes pueden recoger sus encargos y adquirir productos elaborados de manera artesanal, como tartas, dulces caseros y pan. En el mostrador se pueden encontrar desde cinnamon rolls hasta croissants, además de brownies, bizcochos, cookies y sus reconocidas tartas caseras. También ofrecen café recién tostado para disfrutar en casa.
Dirección: Paseo de Fernando El Católico, 17
Cibus en tu mesa
El paladar es sabio y en Cibus en tu mesa disfrutará como nunca. Esta pastelería gourmet con obrador propio apasiona sin discusión a los amantes del dulce, con el objetivo siempre de transmitir experiencias y sensaciones para el recuerdo.
Cibus en tu mesa produce excelentes milhojas, tartas de queso (cremosas a más no poder), tejas con harina de almendra, delicados roscones (que se comen el día de Reyes y en San Valero) y pastelillos de formas perfectas. Auténticas obras de arte efímero.
Hay una pequeña barra donde disfrutar de café arábica y de estas elaboraciones.
Dirección: Calle Contamina, 23
Pastelería Ascaso
Alta pastelería y chocolatería. Así reza el apellido de esta boutique pastelera de Zaragoza, una de las veteranas, con una tradición pastelera centenaria -nació en Huesca en 1890- y con fama más que merecida gracias a un postre: el pastel ruso. Lo bordan. No hay otro igual. Seña de identidad de la casa desde los años 70.
Pero no es lo único que sale de su obrador: las castañas del Pirineo son las reinas del otoño; sus turrones y roscones se llevan todos los galones en invierno; los corazones de chocolate, nos roban el propio en San Valentín.
Y durante el resto del año, macarons, frutas de Aragón, bizcochos jugosos de almendra o membrillo, hojaldres artesanos de mantequilla caramelizados con lavanda o tomillo… Y mucho chocolate. Su selección de bombones es única, por su combinación de frutas frescas y especias.
Dirección: Calle Arquitecto Yarza, 5, a pocos pasos del Paseo de la Constitución
Dulcería Marquesán
Dulcería Marquesán es una de esas pastelerías de toda la vida que han conseguido labrarse un nombre a base de dedicación y esfuerzo.
Este establecimiento ha alcanzado gran fama con sus pastas de té, tartas, bombones, bollería y todo tipo de dulces, que para muchos son los mejores de la capital.
En 1918 abrió el primer en la localidad turolense de Híjar Horno de Dulcería Marquesán, una pastelería que sigue en manos de la familia fundadora, los Marquesán, y que aún apuestan por turrones artesanales, hechos siempre.
Dirección: Avenida Tenor Fleta, 52
Obrador Pastelería Nava
Obrador Nava es una de las pastelerías con más tradición y reputación de la ciudad.
Partiendo de una materia prima de primera calidad y de una artesanía pastelera como pocas se pueden encontrar en Zaragoza, Obrador Nava ofrece dulces de calidad que se deshacen en la boca y que son el complemento ideal de cualquier desayuno y o merienda.
Obrador Nava vive en Navidad uno de sus momentos álgidos del año. No es de extrañar las colas de clientes, muchos de ellos procedentes de otros barrios, que se desplazan hasta allí para hacerse con uno de sus roscones suaves, jugosos y con un acabado impecable.
Dirección: Calle Privilegio de la Unión, 35, a pocos metros de la Avenida San José
Pastelería La Cuquí
Quien busque buenas tartas aquí tiene un lugar donde acertar seguro, con la garantía de conseguir un producto de elaboración artesanal y una calidad fuera de toda duda.
Esta pastelería gourmet apasiona sin discusión a los amantes del dulce, con el objetivo siempre de transmitir experiencias y sensaciones para el recuerdo.
En su obrador/tienda/cafetería de Valdespartera, su objetivo es recuperar la forma de trabajar casera, mediante recetas de abuelas y madres de todo el mundo, pero con la técnica de la pastelería profesional, claro, y todo con ingredientes naturales. La relación calidad-precio es muy buena.
Dirección: Calle la Lista de Schindler, 37
Tupinamba Don Jaime y Tupinamba César Augusto
Fundada a finales del año 1902, esta pastelería apasiona sin discusión a los amantes del dulce, con el objetivo siempre de transmitir experiencias y sensaciones para el recuerdo.
Partiendo de una materia prima de primera calidad y de una artesanía pastelera como pocas se pueden encontrar en Zaragoza, Tupinamba ofrece dulces que esperan deleitar a cualquiera.
La bollería que asoma por su escaparate te atraerá al interior, donde descubrirás un gran mostrador repleto de repostería artesanal.
Palmeras de chocolate, brevas de crema, frutas de Aragón, bombones, tartas y pasteles que se deshacen en la boca y que son el complemento ideal de cualquier desayuno y o merienda.
Direcciones:
Tupinamba Don Jaime, Calle Don Jaime, 44
Tupinamba César Augusto, Avenida de César Augusto, 94
Bombonera de Oro
Fundada en 1902, la Bombonera Oro es una de las pastelerías con mas tradición y reputación de la ciudad.
Los productos nacidos en su obrador son artesanales y exploran diferentes formatos; podéis engullirlos en forma de láminas, en tableta de sabores diversos o, para los más convencionales, en forma de bombón.
Hay muchas tentaciones, pero las palmeras de chocolate, las frutas de Aragón o el pastel ruso, cubierto de azúcar merengada y mantequilla, demuestran que son verdaderos maestros del dulce.
Quien quiera probar su turrón histórico y artesanal, tiene que desplazarse hasta aquí y, muy probablemente, esperar una larga cola.
Dirección: Coso, 48
Horno de Repostería Ismael
El Horno de Repostería Ismael es un auténtico templo para los amantes del dulce. Cada año, su propósito es endulzar el paladar de los zaragozanos con una amplia variedad de delicias.
Entre sus especialidades destacan las ricas brevas, ensaimadas, palmeras y, por supuesto, los turrones. La selección de turrones es impresionante, con sabores como mazapán, tres trufas, mantequilla y piñones, que deleitan los sentidos y hacen difícil elegir solo uno.
Pero no solo los turrones son un éxito en este obrador. Sus roscones de San Valero y Reyes son esponjosos, suaves y con una textura jugosa que enamora a todos los que los prueban. Con hasta seis tipos diferentes y rellenos a gusto del consumidor, estos roscones dejan el mejor sabor de boca para despedir las fiestas.
Direcciones:
Calle Juan José Lorente, 9-11. 976 357 224
Calle San Vicente Mártir, 24. 976 217 388
Calle Gertrudis Gómez de Avellaneda, 73. 976 740 600
Toque de Canela
Poco espacio para mucho dulce. Un espacio coqueto junto al mercado de San Vicente de Paúl con una oferta de pastelería artesana digna de cualquier fiesta de cumpleaños de dibujos animados.
Esas en las que los pasteles de colores ocupan toda la mesa, con un aspecto esponjoso y brillante. Aun así, la tarta de queso no pasa desapercibida. El toque ‘homemade’ se nota en cada mordisco.
Toque de Canela cuenta con un obrador propio donde elaboran de forma artesanal cada día desde cupcackes para todos los gustos hasta tartas y bollería.
Su estilo vintage, tanto en la decoración del espacio como en los envases de los postres, convierten este rincón en un lugar perfecto para tomar un trozo de pastel con una taza de café a cualquier hora.
Dirección: Calle San Vicente de Paúl, 7
Pastelerías Babot
Las pastelerías Babot tienen esa idiosincrasia de comercio de barrio, que va a la suya, que se resiste a ser engullido por la gran ciudad y la forma de vivir acelerada. En Babot se han ganado merecidamente el honor de hacer algunos de los pasteles artesanos más deliciosos del barrio de las Delicias.
Hay muchas tentaciones, pero sus clásicos dentro de los clásicos en repostería, demuestran que son verdaderos maestros del dulce. En San Valero y Reyes personas de todos los rincones de Zaragoza acuden a Babot en busca de sus roscones: esponjosos, tiernos y elaborados con ingredientes naturales. También son muy populares sus turrones.
Direcciones:
Vía Univérsitas, 19
Calle Escosura, 46
Avenida Navarra, 53
Pastelería Chez Glace
Una de las pastelerías con mas creatividad e imaginación de la ciudad. Chez Glace ha revolucionado a su manera la pastelería tradicional apostando por la cretividad y los pasteles hechos a medida.
En su pequeño obrador/tienda del Actur, el objetivo de Chez Glace es recuperar la forma de trabajar casera, mediante recetas de abuelas y madres de todo el mundo, pero con la técnica de la pastelería profesional, claro, y todo con productos naturales.
La relación calidad-precio es muy buena, y encontraréis pasteles deliciosos pero nada empalagosos, como por ejemplo un pastel de zanahoria relleno de crema de queso, o una tarta de naranja y chocolate negro belga.
Dirección: Calle Poeta Rosalía de Castro, 23
Evangelcake
Evangelcake ofrece una variedad de dulces que parecen auténticas obras de arte, pero son completamente comestibles. Entre sus especialidades se encuentran las tartas ‘red velvet’ en diferentes tamaños, ‘rolls’ de coco, ‘cookies’ de varios sabores, ‘brownies’, ‘cupcakes’ y tartas de queso.
Cada postre es elaborado de manera artesanal, permitiendo una personalización en sabores como piña, cereza o maracuyá. Además, la pastelería ofrece dulces latinos, conocidos por su textura más húmeda.
También se pueden encontrar auténticas delicias brasileñas, como el ‘pão de queijo’ (pan de queso), tanto en su versión tradicional como relleno de Nutella, conocido como ‘papilleros’.
La cocina de Evangelcake es visible para los clientes, demostrando su compromiso con la transparencia y la artesanía.
Dirección: Paseo María Agustín, 13
La Tartería
Ya no tienes que ver con nostalgia esos programas de repostería donde los pasteles parecen tomar vida en pastelerías estadounidenses. Todos los pasteles de La Tartería son espectaculares, tanto en aspecto como en sabor.
Del horno de este local salen tartas únicas, con una historia detrás e imbuidas del espíritu creativo de quienes le dan forma.
Aunque realiza pasteles de crema de mantequilla y Naked Cakes, la especialidad de La Tartería son los pasteles de fondant, con cualquier diseño que se te ocurra. Auténticas obras de arte efímero.
Dirección: Calle Santa Joaquina de Vedruna, 10
Bricoazúcar
Aparte del encanto de sus instalaciones (que podéis ver en las fotografías), en Bricoazucar son unos auténticos apasionados de trabajar el azúcar, por eso personalizan todo tipo de tartas, galletas y cupcakes para cualquiera de tus celebraciones.
Aunque en su menú se incluyen pop cakes, galletas y deliciosos panqués, su especialidad son los pasteles temáticos, ya sea algún programa de televisión, la película del momento o el retrato de tu personaje favorito, no te quepa la menor duda que Bricoazúcar sabrá plasmar en tu pastel lo que deseas y no querrás compartirlo con nadie.
También cuentan con un amplio catálogo de cursos en el que enseñan a niños y adultos, en individual o en grupo, a modelar el azúcar: tartas, decoración de galletas, elaboración de cupcakes…
Dirección: Calle Pablo Ruiz Picasso, 4 (esquina Luis Cernuda, frente a FREMAP)
Panadería Ortiz
¿Quién no ha oído hablar de la panadería Ortiz? Su habilidad en el arte de la repostería es ampliamente reconocida en toda la ciudad.
Visitar esta pequeña panadería en el barrio de San José es como hacer un viaje en el tiempo. Con más de 50 años de historia, sus panes nos recuerdan a las antiguas panaderías de barrio, evocando una pasión transmitida a lo largo de varias generaciones de panaderos.
La panadería Ortiz es el alma de la calle Juana de Ibarbourou. Su mostrador y estanterías, repletos de panes y pasteles, llenan de vida la zona, atrayendo a los peatones con carteles que anuncian los panes del día. Una vez dentro, la variedad es tan tentadora que resulta difícil decidirse.
Entre sus roscones más apreciados se encuentran el tradicional, elaborado con un bollo relleno de mazapán y coronado con fruta confitada, y los roscones de Reyes y San Valero, rellenos de nata y crema artesana.
Dirección: Calle de Juana de Ibarbourou, 12
Bascake
En el extenso universo de las tartas de queso, las de estilo vasco han ganado una gran popularidad en los últimos tiempos.
La fiebre por esta tarta, reconocida por su textura suave y sabor equilibrado, ha llegado a Zaragoza con la apertura de Bascake. Esta pastelería, que en apenas unos meses se ha consolidado como un referente en Bilbao, ha decidido expandirse, abriendo una sucursal en la calle Candalija de Zaragoza, además de una en Santander.
Bascake nació como una extensión del restaurante Mio Basque Street Food, impulsado por el chef Michel Albalejo y su pareja, Sara Achlouch. El éxito de la tarta de queso en su restaurante bilbaíno fue tal que decidieron abrir un espacio dedicado exclusivamente a este postre.
La receta de su tarta es un secreto bien guardado, pero Michel destaca que el equilibrio entre la cremosidad y la firmeza de la tarta es uno de sus rasgos distintivos. En este tipo de postres, la textura es crucial: debe ser suave y fundente, pero sin perder su forma. En Bascake han conseguido ese punto perfecto para que la tarta se mantenga en su mejor estado al cortarla.
Dirección: Calle Antonio Candalija, 4
Rellenicos
Rellenicos ha llegado a Zaragoza como una propuesta innovadora de pequeños cruasanes rellenos de múltiples sabores. Este concepto, inspirado en un viaje a Bilbao, encontró rápidamente su espacio en la ciudad, y desde su apertura, el establecimiento no ha dejado de atraer a curiosos y amantes de lo dulce. Situado en la esquina de las calles Bernardo Fita y Doctor Cerrada, el local se ha especializado exclusivamente en cruasanes, ofreciendo una opción que hasta entonces no era tan común en la capital aragonesa.
El atractivo principal de Rellenicos es la variedad de sabores que ofrece, con opciones que incluyen pistacho, maracuyá, dulce de leche, nubecita, galleta Lotus, Kinder Bueno, tarta de queso, tiramisú, Oreo, Pantera Rosa y Nutella.
Aunque estos sabores varían según la temporada, los más populares entre los clientes son los de pistacho, Lotus y tarta de queso. Además, el establecimiento también ofrece la posibilidad de personalizar los cruasanes con reserva previa, lo que añade un toque especial a su oferta.
Todos los Rellenicos son preparados de manera casera, desde las pastas del relleno hasta las decoraciones, asegurando la calidad y frescura en cada bocado.
Dirección: Calle Bernardo Fita, 2
La Zaragozana
La pastelería La Zaragozana ha abierto recientemente sus puertas en el número 23 de la calle Alfonso I, en un local que durante años albergó una sede de Ibercaja, en una de las calles más transitadas de la ciudad. La renovación del espacio ha generado gran expectación entre los transeúntes, y ahora, los visitantes pueden disfrutar de una amplia oferta de dulces, gracias al empresario vasco Enrique Senra, quien ya cuenta con otros negocios en Zaragoza, como el Asador Vasco en la plaza de Sas. Además, Senra gestiona cinco restaurantes en el País Vasco, ubicados entre San Sebastián, Fuenterrabía e Irún.
El producto estrella de esta pastelería es la tarta de queso Senra, que se destaca por su cremosidad y altura, diferenciándose de otras tartas de queso populares. Se ofrece en porciones individuales o en tamaños para grupos de hasta diez personas, ideal para compartir.
La pastelería también incluirá productos vascos icónicos como la pantxineta, el pastel vasco y el goxua, todos elaborados en el local, que cuenta con un horno propio y un abatidor para garantizar la frescura de los productos. Otro de los grandes atractivos de La Zaragozana son los helados italianos, disponibles directamente desde la calle. También cuentan con una mantecadora para la elaboración casera de estos helados. Como parte del diseño del local, se han añadido grandes ventanas al exterior, junto al cajero de Ibercaja, que queda como el único vestigio del antiguo uso del espacio.
Dirección: Calle Alfonso I, 23
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