Uno de esos platos con los que nos empeñamos en rastrear su paternidad cuando es su condición universal la que lo hace tan querido. Si el 14 de noviembre nos disponemos a celebrarlo como día mundial de la ensaladilla rusa, poco importa si nuestra ración de cosas con mayonesa tiene origen moscovita, parisino o murciano. Si la mayonesa de caza de Lucien Oliver es una impostora frente a recetas previas de russian salad o salade russe en la Europa de mediados del siglo XIX.
El caso es que ni salsas prefabricadas, ni verduras reblandecidas, ni sucedáneos congelados amasados con huevina barata. Los gastrónomos más exigentes encontraréis en esta ruta los locales que sirven las mejores ensaladillas de Zaragoza. Con mayonesa de la buena, libre de salmonela, y la patata en su punto perfecto de cocción, ni cruda ni en proceso de mutar a polvorón. De la receta más tradicional –la que sea– al platillo de vanguardia, aquí y ahora, nos vamos a poner las botas.
El Sardi

El Sardinero es una de las zonas más populares de Santander. También el nombre de un restaurante que se encuentra en la zaragozana calle Dato, y que sirve buena cocina cántabra desde 2015. De ella, precisamente, se ha traído platos imprescindibles como sus salmueras de Santoña o su pulpo a la brasa sobre patata pochada.
También, calamares encebollados, salpicón de marisco con salsa de mango, carpaccio de bacalao con salmorejo, pollo con langostinos en salsa de almendras, boquerones en escabeche, buenas recetas de bonito o una deliciosa hamburguesa de novilla, que sirven directamente en el plato con queso y pimiento. El Sardi pone a disposición de la clientela una versión montañesa del cocido. A diario sirven un puchero que contiene alubia blanca de riñón, panceta, morcilla de arroz, chorizo, berza, patata, zanahoria, cebolla y pimentón. Y sal y agua, claro.
Además de su carta principal, El Sardi ofrece un espacio de barra con una propuesta más informal, donde destaca una cuidada selección de pinchos. Recomendamos especialmente la tosta de anchoa con cabrales y salsa agridulce, el atún rojo a la plancha, el pastel de puerros y gambas, y la ensaladilla rusa.
Dirección: Calle de Eduardo Dato, 23
Bar Circo

El Circo es un bar que combina materia prima excelente con un estilo de barrio, definido por una barra metálica con baldosa, un mobiliario retro y un maravilloso cartel en la entrada que te transporta a otros tiempos. Tras semanas de concienzudo estudio y un buen número de catas de pinchos de tortilla realizadas en el Circo, parece que el único secreto que tiene su tortilla es que además de ingredientes de primera calidad, le ponen mucho amor y trabajo.
Elaboraciones honestas que siguen la temporada y realzan la excelencia que buscan siempre para su materia prima. Su ración de tortilla es generosa y el precio muy razonable. Además, en el Circo hay un excelente y amabilísimo personal que recibe a todos los visitantes con una sonrisa, simpatía y buen hacer. Todo este cúmulo de felicidad acompaña a una ensaladilla rusa, unos huevos rellenos y unas tapas tradicionales que harían resucitar a los muertos.
Dirección: Calle Jerónimo Blancas, 4
Garbo Gentlebar

Garbo Gentlebar se ha consolidado como uno de los establecimientos más destacados del centro de Zaragoza. Este local, elegante y meticulosamente decorado, ofrece una experiencia única desde el momento en que cruzas sus puertas, las cuales se abren tras pulsar un botón especial, una bienvenida que anticipa la singularidad del lugar.
La carta de Garbo Gentlebar destaca por su variada selección de cócteles y tapas de estilo joven y creativo. Aquí, la calidad del producto es primordial, con recetas tan imaginativas como cigalas, alitas deshuesadas o steak tartar, que ofrecen preparaciones potentes y despojadas de artificios, generando experiencias culinarias que perduran en la memoria.
El Garbo es también un punto de referencia para los desayunos en el centro de Zaragoza. Puedes disfrutar de esponjosos croissants, brioches, tostadas con mantequilla y mermelada, y una amplia variedad de combinaciones que incluyen aguacate, jamón ibérico y Nutella. En sintonía con las tendencias actuales, Garbo Gentlebar también ofrece opciones saludables que no sacrifican el sabor. Fruta fresca con yogur y granola, tostas de pavo, zumos detox y sándwiches vegetales son algunas de las opciones matutinas altamente recomendables.
Un verdadero clásico en su carta es la tortilla de patata, famosa en Zaragoza por su cebolla caramelizada y su textura cremosa. Este plato es un placer que se renueva constantemente, adaptándose a las temporadas y garantizando siempre una experiencia deliciosa.
Dirección: Plaza los Sitios, 18
El Bula Lacarra de Miguel y El Bula Mártires
En Zaragoza hacía falta un local de tapas de estilo creativo y joven, pero sin juegos de manos.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como el rulo de cabra a la plancha con confitura de tomate, la tostada de foie a la plancha o los revueltos de trigueros y boletus, pero sobre todo buen producto a precio asequible como el solomillo de cerdo ibérico en adobo sobre pan con tomate con casse o las patatas bravas gajo con espuma de nitrógeno de alioli, mayonesa de oliva negra y picante casero. Todo de primera.
Las brutales croquetas merecen destacarse por encima del río de croquetas que nos sepulta.
Entre su amplia variedad de carnes, recomendamos el chuletón de vaca vieja gallega, el solomillo de vaca a la brasa, el lomo de buey black angus de Nebraska a la parrilla y los dados de solomillo de vaca salteados con langostinos y salsa perrins.
Direcciones:
El Bula Lacarra de Miguel, Calle Lacarra de Miguel, 23
El Bula Mártires, Calle Mártires, 8, en el Tubo
Espumosos Sagasta, Espumosos Delicias y Espumosos Cinco de Marzo
El origen de Los Espumosos no está todavía bien establecido. Se sabe que ya en el año 1914 existía un local en el paseo de la Independencia, abierto por Hermenegildo Aguaviva, fabricante de gaseosas y espumosos, que llevaba el nombre de Los Espumosos.
Los Espumosos se convirtió en un icono de la hostelería zaragozana, y sus productos ganaron fama incluso fuera de la ciudad, especialmente sus gambas rebozadas, su ensaladilla rusa y su cerveza con jarabe de limón (fue uno de los primeros en montar un serpentín para que la cerveza se sirviera a baja temperatura).
Los Espumosos nos propone una amplia selección de tapas y raciones con sabores tradicionales, entre los que destacamos las gambas Orly, los calamares, el taco de bonito, los pimientos rellenos, la ensaladilla rusa, la tortilla y unas bravas fenomenales.
Direcciones:
Espumosos Sagasta, Paseo de Sagasta, 5
Espumosos Delicias, Calle Delicias, 18
Espumosos Cinco de Marzo, Calle Cinco de Marzo, 9
Bar Los Coscos

No hay una lista con las mejores tortillas de patata de Zaragoza en que no aparezca este bar familiar.
Su tortilla de patata hace honor a su fama. En Los Coscos sirven una tortilla gruesa, cocinada en su punto, cuajada pero a la vez jugosa… Una tortilla con todos los ingredientes ligados, listos para deshacerse en la boca.
El otro hito indiscutible aquí son los huevos rotos.
El goteo desde primera hora de la mañana hasta que cierran es constante y entre su clientela hay oficinistas de traje, gente (bien) del barrio y currelas de toda índole. Es un local realmente grande pero en su comedor no cabe un alfiler a la hora del almuerzo. Merecida recompensa a un trabajo constante durante tantos años.
Dirección: Calle Madre Vedruna 7
Nola Gras

Suenan ritmos de Luisiana en Zaragoza, la poderosa trompeta de Louis Amstrong, la improvisación del jazz… Bien, nos hemos topado de lleno con Nola Gras, el único restaurante de la ciudad que explora la gastronomía de Nueva Orleans.
Allá por 2018, cuando en la capital del Mississippi se celebraba su conocido carnaval, Mardi Gras, abría sus puertas en la calle Francisco Vitoria este restaurante en armonía con los sabores sureños.
Cada tapa o ración es una sorpresa. Ya sea el solomillo italiano (que se come como una tarta pero es un tomate, en estos momentos, de Híjar), la panceta a baja temperatura, la dorada frita (que se limpia y emplata delante del cliente) o el clásico ‘pulled pork’ (carne de cerdo a baja temperatura, salsa BBQ, espinaca, tomate y col lombarda).
Dorada, solomillo, panceta, huevos a baja temperatura, arenque, secreto, ceviche o ‘steak tartar’ son algunos de los productos y elaboraciones que aparecen en la carta. ¡Hay creaciones tan sugerentes que se te hará difícil elegir! Además de una carta fija, disponen de sugerencias que varían con la temporada del año.
Dirección: Calle Francisco de Victoria, 28
El Rincón de Costa

En el número 8 de la Calle Joaquín Costa se encuentra el Rincón de Costa. En el centro de Zaragoza hacía falta un local de tapas de estilo creativo y joven, pero sin juegos de manos. La gastada palabra “honestidad” se llena de significado en una carta que no busca marear, basada en la buena materia prima, pero que conoce sus limitaciones.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas, pero sobre todo buen producto a precio asequible. El Rincón de Costa apuesta por una cocina española de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad.
Entre las especialidades, los arroces del día, tostadas ya clásicas como el Rinconcito (solomillo, bacon ahumado y ajo aceite), las brochetas, o un amplio surtido de raciones para picar a cualquier hora del día.
Dirección: Calle Joaquín Costa, 8
Montal

Uno de esos locales que enraízan la historia de la ciudad pero que tienen los pies puestos en el presente y la mirada en el futuro es el de Alimentación Montal. Desde 1919, Montal ha apostado por la gastronomía de calidad y el servicio personalizado desde su privilegiada posición en Calle Torre Nueva, 29, en la Plaza San Felipe.
Es, sin duda, uno de los restaurantes más bonitos del Zaragoza, no en vano se enmarca en un palacio renacentista aragonés construido entre los siglos XV y XVII en diferentes etapas y que fue totalmente rehabilitado por la familia Montal.
El restaurante apuesta por una cocina aragonesa de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad. El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones. El restaurante trabaja con menús cerrados: el menú degustación de 42€, el menú centenario de 50€ y el tradicional menú Montal de 65€. Éste último incluye un aperitivo previo en la bodega.
En 2016 se amplió la oferta gastronómica con la Despensa de Montal. Se trata de una propuesta más informal que la del restaurante, en la que se sirve una carta basada fundamentalmente en los productos de la tienda. Una oferta que incluye desayunos, aperitivos, comidas, meriendas y cenas. Destacan también por su ensaladilla rusa, una receta que llevan preparando de la misma manera desde hace casi 50 años.
Dirección: Calle Torre Nueva 29 / Plaza San Felipe
Envero Gastro Wine

La carta de Envero Gastro Wine incluye una deliciosa combinación de platos fijos y propuestas fuera de carta que varían frecuentemente, permitiendo a los clientes disfrutar de nuevos sabores en cada visita. Sus platos se pueden disfrutar tanto en las mesas altas del interior como en la terraza exterior, situada junto al muro de la iglesia del Sagrado Corazón.
El local ha recibido varios reconocimientos por sus originales creaciones. En 2019, fueron galardonados con el premio a la Croqueta Innovadora en el I Concurso de Croquetas de Zaragoza, gracias a su croqueta de gambas con palito de cangrejo y surimi de langosta, envuelta en un rebozado crujiente de kikos y acompañada de salsa tártara. También fueron finalistas del concurso de tapas en 2018 y recientemente ganaron el primer premio en el Concurso de Tapas de San José 2024 con su aclamada Zamburiña Fusión.
Entre sus platos más solicitados se encuentran clásicos como el canelón de gallina y trompetillas, la alcachofa confitada en aceite de Aragón con taquitos de jamón, la ensaladilla rusa casera, que destaca por su sabor y ligereza, y sus irresistibles croquetas, conocidas por su textura cremosa y una gran variedad de sabores.
Uno de los platos estrella es, sin duda, los huevos rotos con jamón, servidos con patatas perfectamente fritas y huevos jugosos que invitan a romperlos. Nada que ver con los típicos huevos rotos que a menudo se sirven en otros sitios, con patatas blandas y aceitosas, o huevos resecos. En su variada oferta, no faltan los guardia civiles o la tostadita de trufa laminada cuando es temporada.
Dirección: Paseo Rosales, 26
Restaurante El Foro

La propuesta gastronómica del restaurante El Foro refleja una clara intención de actualizar y reinterpretar recetas clásicas.
Platos como los escabechados, el guiso de gallina de corral en mousse o el bacalao con un toque de ajo tierno son ejemplos de esta evolución.
Además, en El Foro sirven una rica ensaladilla con gambas y centollo, que tiene un sabor espectacular.
Cada uno de estos platos se presenta con salsas y acompañamientos cuidadosamente elaborados, fusionando influencias de diversas cocinas internacionales para ofrecer un equilibrio innovador entre tradición y modernidad.
Dirección: Calle Eduardo Ibarra, 4
Asador Pasiego

El Asador Pasiego se encuentra en pleno distrito centro, muy cerca de la Plaza Santa Engracia y del Paseo Independencia. Es un lugar de peregrinación para todo aficionado al buen comer. Una búsqueda incesante por servir el mejor producto y por perfeccionar su tratamiento a través de las brasas.
Las especialidades de Asador Pasiego son las ricas carnes rojas a la brasa como el chuletón, el solomillo y el entrecot de vaca vieja. La mayoría de la carne que se ofrece proviene de Vega de Pas (Cantabria). Alrededor de esta propuesta vinculada a la brasa y de la presencia de costillas de ternasco y de otras carnes de vacuno como novillo o ternera, echó a andar en 2013 este proyecto.
Además de su carta principal, el Asador Pasiego ofrece sugerentes tapas y raciones para un picoteo más informal. Entre las favoritas: sus croquetas y la ensaladilla rusa, que maridan de maravilla con una copa de vino, un vermut o una caña bien tirada.
La sala combina la calidez de lo tradicional con un toque creativo y actual. La bodega acompaña a la perfección con una selección cuidada de vinos para elevar la experiencia.
Y cuando llega el buen tiempo, su terraza discreta, fresca y sombreada se convierte en un rincón ideal donde disfrutar de la buena mesa en pleno centro de Zaragoza.
Dirección: Calle Inocencio Giménez 3, al lado de la Plaza Santa Engracia