Hay algo magnético en los edificios abandonados. Al presenciar su fachada o caminar entre sus estancias, si se tiene posibilidad de hacerlo, uno imagina sus días de esplendor. En cierto modo es algo parecido a viajar en el tiempo, hasta un pasado que parece haberse mantenido congelado, intacto e impasible.
Zaragoza, como cualquier otra gran ciudad del mundo, cuenta con un buen número de edificios abandonados. Y aunque lo fueron por diferentes motivos, siempre es buen momento para recordarlos y, por qué no, también para reivindicar que forman parte de la esencia de la ciudad. Porque no hablamos de cualquier tipo de construcción, sino de aquellas que poseen un indudable valor arquitectónico, lo que no ha servido para evitar su deterioro.
Fundición Averly
Fundición Averly es una auténtica joya del patrimonio industrial internacional, reconocida por la World Monuments Fund (WMF) como uno de los 50 bienes en riesgo más importantes del mundo, y uno de los mejores testimonios en la capital de la época de oro de la industrialización aragonesa.
Averly surgió en 1855 a manos de Antonio Averly, ingeniero de Lyon que decidió establecer una fábrica de fundición en la ciudad de Zaragoza.
Averly se convirtió en la principal suministradora de maquinaria para la creciente y próspera industria harinera de la segunda mitad del siglo XIX, para sus ruedas y molinos y para los precisos elementos de transmisión de la fuerza hidráulica utilizada por estas harineras (Castellano, Almech, Marraco, Sala…).
Recientemente una constructora ha comprado los terrenos y planea levantar en ellos 200 pisos.
Dirección: Paseo de María Agustín, 59
Antigua Escuela de Artes y Oficios
La antigua Escuela de Artes y Oficios de Zaragoza es uno de los tres edificios que se conservan de la Exposición Hispanofrancesa conmemorativa de los Sitios de Zaragoza celebrada en 1908.
Está construido en ladrillo caravista salvo enmarques y columnillas en piedra. Se accede al edificio por una pequeña escalinata. La puerta de acceso es en arco de medio punto sobre columnas. Tiene un forjado con la retícula de un panal y 7 abejas.
Después de la Exposición el edificio se dedicó a Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, Escuela de Comercio y Biblioteca Pública.
Cerrado desde 2009, tras el traslado de docentes y alumnos al nuevo centro del Actur, el edificio sigue a la espera de un nuevo uso y, lo que es peor, sufre mientras tanto desperfectos por la falta de mantenimiento que ponen en riesgo su futuro.
Dirección: Plaza de los Sitios, 5
Teatro Fleta
En el número 26 de la Avenida César Augusto se encuentra lo que queda del Teatro Fleta. Fue construido entre 1954 y 1955 por el arquitecto José de Yarza y García e inicialmente se llamó Teatro Iris. En 1958 cambió su nombre en homenaje al tenor aragonés Miguel Fleta, que había actuado sobre las tablas del viejo escenario del Iris Park en abril de 1935 cantando Carmen, Marina, Doña Francisquita, Luisa Fernanda y La Dolorosa.
Contaba con un aforo de 1.710 butacas y un gran escenario de 16 metros de ancho pensado tanto para la representación de obras teatrales como para la proyección de películas de cine. Fue uno de los escenarios más grandes de España hasta que a finales del los años 90 con la proyección de ‘La Máscara del Zorro’, este cine cerró sus puertas.
En 1998 el Gobierno de Aragón lo adquirió por algo más de 7 millones de euros. Desde entonces, por muchas propuestas que se han puesto sobre la mesa, ninguna ha salido adelante.
Dirección: Avenida César Augusto, 26
Palacio de Fuenclara
El Palacio de Fuenclara se encuentra en pleno Casco Histórico de Zaragoza, a escasos metros de la calle Alfonso I y de la plaza de San Felipe, zona que fue un importante enclave aristocrático en la ciudad. Fue construido en la segunda mitad del siglo XVI por encargo de Antonio Agustín, padre del arzobispo de Tarragona y eminente canonista.
Su fachada fue elaborada en ladrillo cara vista y su estructura respondía a la estética renacentista del momento. Con una marcada tendencia horizontal, en cuatro pisos, la planta baja está ocupada actualmente por locales comerciales que ocultarían el primitivo acceso en arco de medio punto.
En el siglo XIX el entonces propietario del inmueble Manuel Dronda Lausín lo legó al arzobispo de Zaragoza para que se destinase a sede de la Sociedad Protectora de Jóvenes Obreros y Comerciantes. Posteriormente, a finales del siglo XIX se convirtió en el Círculo Católico de Obreros. En 1939 José de Yarza hizo el «proyecto de tienda para venta de libros de ocasión», que aún existe («Librería Libros») en los bajos de la edificación.
En el año 2003 se declaró Bien de Interés Cultural y el Ayuntamiento de Zaragoza llegó a un acuerdo con el Arzobispado, convirtiéndose en un espacio público.
El edificio está a la espera de una nueva vida. Los locales comerciales de la planta baja están cerrados y dan sensación de abandono. Además, el interior está en estado de ruina, por lo que no se puede visitar.
Dirección: Calle Fuenclara, 2
Clínica del Doctor Lozano
La antigua clínica del doctor Lozano es una casa con mucha historia, no solo por haber sido centro médico de referencia durante décadas, sino por su gran belleza arquitectónica. Los rostros ornamentales de su fachada, que se mezclan con la decoración vegetal, parecen esconderse entre las copas de los árboles del jardín.
Construida en 1903 en el vértice de la Calle Lagasca y el Paseo de Sagasta, tiene la firma del arquitecto Félix Navarro y albergó tanto la clínica como la residencia familiar del doctor Lozano. El edificio fue un encargo del ilustre médico aragonés Ricardo Lozano Monzón.
El edificio fue declarado Bien de Interés Cultural en 2009, y está a la espera de su rehabilitación dentro de un proyecto para construir una torre de viviendas en la parte posterior.
Dirección: Calle Lagasca, 2, esquina con Paseo Sagasta
Casa de José García Sánchez
Hoy nos detenemos en el chalet de la calle de Lagasca número 7, antigua casa de José García Sánchez (1865-1952), fundador del ya desaparecido Banco Zaragozano.
Probablemente fue levantada antes de 1912, pero documentalmente solo hay constancia de que en 1914 el empresario encargó una ampliación al arquitecto Francisco Albiñana.
Desde 1957 a 2013 albergó el Juzgado de Menores de Zaragoza, por lo que su acceso estaba restringido exclusivamente a los infractores juveniles y a los funcionarios y jueces que tenían que bregar con ellos.
Dirección: Calle Lagasca, 7, junto al Paseo Sagasta
Antigua capilla del psiquiátrico
Entre el arbolado del Parque de las Delicias se descubre la antigua capilla del psiquiátrico de la capital aragonesa. Fue inaugurada en 1931 y es de una única nave y planta salón. Su cabecera es redondeada, el tejado a dos vertientes y la techumbre plana. Según su ficha histórico-artística responde al neogótico simplificado. El Festival Asalto le dio una nueva imagen hace unos años, sin embargo, los vecinos piden que se convierta en un espacio complementario para los centros cívicos del barrio.
Dirección: Parque de las Delicias, en la confluencia de Duquesa Villahermosa y Vía Univérsitas
Edificio de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad
En 1938 la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza presentaba el proyecto realizado por Teodoro Ríos para construir un edificio destinado a oficinas y viviendas en un solar situado al final de la calle recién abierta General Franco (actual Calle Conde de Aranda), Plaza del Portillo y Agustina de Aragón, ajustándose a las nuevas alineaciones.
El proyecto no se ejecutó, ya que el Ayuntamiento de Zaragoza proponía una nueva alineación aceptada por la entidad solicitante. El nuevo proyecto era redactado por el mismo arquitecto, Teodoro Ríos, en noviembre de 1939.
El edificio presenta dos fachadas principales a plaza del Portillo y calle Conde de Aranda, con ángulo solucionado en rotonda. Se trata de una construcción de ladrillo con aplacado de piedra en las fachadas hasta el balcón de la planta principal, y estuco imitando piedra en el resto. Se compone de cinco plantas, rematada en terraza abalaustrada con torreón coronado por cúpula en el chaflán de la casa, que se inspira en la de San Pedro del Vaticano y San Pedro Borromeo de Viena.
Dirección: En la confluencia entre la Calle Conde de Aranda y la Plaza del Portillo
Antiguo taller de los Hermanos Albareda
El antiguo Taller de los Hermanos Albareda, José y Joaquín, fue proyectado en 1939 por Teodoro Ríos. Es de estilo neogótico con tendencias regionalistas. El taller estaba dedicado en cuerpo y alma a la imaginería religiosa.
En él se produjeron la mayoría de los pasos procesionales de la Semana Santa zaragozana. De este estudio-taller también salieron trabajos importantísimos, que se conservan en muchas iglesias de España y América del Sur y del Centro. Los dos hermanos fueron profesores de la Escuela de Artes de Zaragoza. Joaquín dirigió la misma desde 1947, hasta su jubilación en 1963. Fue también director del Museo Provincial de Bellas Artes.
Sobre la puerta principal, todavía se puede leer: ‘El arte cristiano. Imágenes y retablos religiosos. Albareda Hermanos’. En la actualidad, el recinto se encuentra cerrado y sin uso, creciendo el deterioro día a día.
Dirección: Entre las calles Miguel Allué Salvador y Balmes, a escasos metros de La Caridad, la antigua Escuela de Bellas Artes y el Museo de Zaragoza
Antigua Fábrica Giesa
La antigua Fábrica Giesa Schindler fue construida en los años cuarenta por los arquitectos Miguel Ángel Navarro Pérez (autor de edificios como la Casa Solans, la Casa Palao o la antigua Fábrica de Harinas La Imperial) y José Luis Navarro Anguela.
La antigua fábrica de Giesa, después agrupada bajo Schindler desde 1986, fue levantada en origen por el empresario zaragozano Joaquín Guiral (Lascellas, Huesca, 1889), dedicado inicialmente a la venta y reparación de material eléctrico y más tarde a la industria electromecánica.
En 2006 la compañía trasladó su actividad al polígono Empresarium, en La Cartuja, y el edificio pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Zaragoza. Se derribaron todas las naves de la zona posterior cuyos terrenos fueron recalificados para el uso residencial y se conservaron las dependencias destinadas a los equipamientos.
En 2019, tras más de una década de abandono, la antigua fábrica de Giesa se encontraba en un estado de conservación lamentable. Esta situación llevó al Ayuntamiento de Zaragoza a actuar por emergencia. La intervención dio como resultado un edifico principal saneado en la parte delantera y una nave de 3.136 metros cuadrados y una plaza libre rectangular de 4.200 metros cuadrados con acceso directo desde el andador de la calle Francisco Rodrigo en la parte trasera. El Ayuntamiento todavía tiene que decidir, de acuerdo con la Junta de Distrito de Las Fuentes, los futuros usos que tendrá la antigua infraestructura.
Dirección: En la confluencia de las calles de San Joaquín y Yolanda de Bar
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