Las chimeneas de ladrillo que se alzan en distintos puntos de Zaragoza hace muchos años que no emanan vapor.
Algunas siguen adosadas a las naves de sus antiguas fábricas; otras han quedado aisladas en plazas como vestigios solitarios del pasado industrial de Zaragoza.
A finales del siglo XIX y principios del XX, por raro que suene hoy, el aspecto de la ciudad no era muy distinto al de Manchester o Liverpool. El cielo de Zaragoza estaba punteado de chimeneas de fábricas de todo tipo, grandes y pequeñas, de vestidos y calzados, de vidrios, transportes, perfumes, químicas, automovilísticas e incluso cerveceras.
Muchos de estos edificios siguen en pie y en uso, pero ya no alojan actividades fabriles, sino culturales, recreativas y deportivas.
La herencia industrial de Zaragoza es fecunda e interesante. Las fábricas que ayudaron a crecer económicamente a la ciudad no eran simples cobertizos, sino construcciones proyectadas por prestigiosos arquitectos.
Estos edificios, muchos de los cuales constituyen monumentos de interés local, poseen un estilo propio e incluso una rama de la arquitectura dedicada a su estudio.
Edificio Tribeca (Antigua Carpintería de la Maquinista y Fundiciones del Ebro)
Alberto Bressel llegó a Zaragoza a finales del siglo XIX para trabajar como mecánico jefe en la Azucarera de Aragón. Muy pronto, la necesidad de crear una maquinaria más eficaz para la fabricación del azúcar llevó a este ingeniero alemán a crear su propio taller para construir herramientas que rentabilizaran la producción de este producto.
De este pequeño taller creado por Bressel junto al industrial zaragozano José Pellegero surgió en 1918 la Maquinista y Fundiciones del Ebro, S.A. De todos modos, fue su hijo, Arturo Bressel, quien dio idea e impulsó la gran factoría en la que se convertiría años más tarde. Además era conocida su preocupación por sus empleados, creando en la fábrica una consulta médica que atendía a casi 2.000 personas y una biblioteca a disposición de los trabajadores.
Del conjunto fabril original, que estaba formado por varias edificaciones destinadas a talleres, laboratorios, oficinas y almacenes, sólo se ha conservado uno de ellos, el conocido como Edificio Tribeca, cuya función original era la de carpintería y almacén de modelos. Posteriormente funcionó como oficina administrativa y técnica de la empresa y, finalmente, como sede de Diario 16.
En 1998 el edificio se rehabilitó para albergar viviendas.
Dirección: Avenida de Cataluña, 19
Antigua Fábrica de Galletas Patria
La antigua Fábrica de Galletas Patria es un edificio industrial con empaque monumental situado en la Avenida de Cataluña, justo detrás de la concurrida parada de los autobuses 21, 28, 32, 39 y 50. Este inmueble es el resultado de una serie de ampliaciones de la que fuera edificación inicial, proyectada por el arquitecto Félix Navarro en 1909 para la Sociedad de Antonio Ximénez y Flores.
Y en octubre de ese mismo año Navarro proyectaba el cerramiento a la carretera en 1910 la reconstrucción de la casa-torre aneja destinada a vivienda del Portero.
Muerto Félix Navarro la nueva ampliación del edificio (ya de otros nuevos propietarios Belsué y Navarro y Cía) correspondiente al ala derecha, era diseñada por Francisco Albiñana en 1914. Este mismo arquitecto proyectaba en 1918 la ampliación del pabellón de la derecha reconstruido por Navarro en 1910, tras el incendio de la techumbre.
Dirección: Avenida de Cataluña, 55-59
Antigua Estación de Utrillas
La Antigua Estación de Utrillas conoció su momento de esplendor en 1865, cuando se construyó una estación de ferrocarril con el nombre de Cappa, por ser éste su impulsor. León Cappa y Béjar era un ingeniero y diputado a Cortes que en 1857 había recibido una concesión del Estado para instalar una línea de Zaragoza a Escatrón y explotarla.
Fue impulsor y pionero del ferrocarril de Zaragoza al Mediterráneo y un activo hombre de negocios de la época. Preocupado por los yacimientos de carbón de Gargallo y Utrillas, llegó a equipararlos a los mejores de Inglaterra.
De todo aquello solo han llegado hasta nuestros días dos bellos edificios pertenecientes a la estación y la chimenea, salvados por la perseverancia vecinal de las garras de la piqueta especuladora.
Dirección: Plaza de Utrillas
La Chimenea de la Antigua Estación de Utrillas
La simbólica chimenea de la antigua estación de Utrillas de Zaragoza suele estar ocupada por una pareja de cigüeñas.
El espacio conoció su momento de esplendor en 1865, cuando se construyó una estación de ferrocarril con el nombre de Cappa, por ser éste su impulsor. León Cappa y Béjar era un ingeniero y diputado a Cortes que en 1857 había recibido una concesión del Estado para instalar una línea de Zaragoza a Escatrón y explotarla.
Fue impulsor y pionero del ferrocarril de Zaragoza al Mediterráneo y un activo hombre de negocios de la época. Preocupado por los yacimientos de carbón de Gargallo y Utrillas, llegó a equipararlos a los mejores de Inglaterra.
En 1894 funcionó provisionalmente como estación del trayecto Zaragoza-Barcelona, hasta que se construyó el empalme de Miraflores. Ya tenía como vecinos, la Granja Experimental y el Matadero Municipal.
Dirección: Plaza de Utrillas
IAACC Pablo Serrano (Antiguos Talleres del Hogar Pignatelli)
El IAACC (Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos) Pablo Serrano está dedicado al fomento y difusión del arte y la cultura contemporáneos. Su colección se vertebra en torno al arte español del siglo XX con un especial énfasis en los artistas aragoneses más relevantes o en los períodos artísticos más significativos en Aragón.
El edificio original, diseñado por el arquitecto Julio Bravo, es una muestra de la arquitectura industrial aragonesa de principios del siglo XX. Su interior albergaba los talleres de carpintería y otros oficios del Antiguo Hogar Pignatelli, donde había ejercido como maestro carpintero el abuelo de Pablo Serrano.
Tras décadas de abandono, las naves fueron adquiridas en los años ochenta del siglo XX por la Fundación Museo Pablo Serrano, gracias a la cesión gratuita llevada a cabo por su institución propietaria, la Diputación Provincial de Zaragoza.
En 1987 dio comienzo el proyecto de recuperación y acondicionamiento de las mismas, con el proyecto del arquitecto José Manuel Pérez Latorre, que utilizó el hormigón como principal elemento constructivo.
Dirección: Paseo de María Agustín, 20
Antigua Fábrica de Chocolates Orús
Construida a comienzos del siglo XX, poco después del Centenario de los Sitios de Zaragoza, la Antigua Fábrica de Chocolates Orús es uno de los ejemplos de arquitectura industrial de carácter ecléctico con elementos historicistas más interesantes de Zaragoza.
En 1913 Joaquín Orús, propietario de la fábrica de chocolates Casa Orús, encargó al arquitecto zaragozano Julio Bravo el diseño de una nueva fábrica debido al crecimiento del negocio y con el propósito de adaptarse al gusto de los tiempos modernos. Su inauguración tuvo lugar el 11 de octubre de 1914.
Considerado uno de los impulsores de la arquitectura modernista en nuestra ciudad, Julio Bravo es autor de edificios tan destacados como el Museo de Zaragoza.
Tras la guerra civil, la fábrica de Chocolates Orús se reconvirtió en Industrias del Cartonaje. Esta fábrica fue trasladada en 1969 quedando abandonada hasta el año 1995, cuando volvió a abrir sus puertas como hotel tras varios años de remodelación.
Dirección: Calle Escoriaza y Fabro, 45
Fundición Averly
La Fundición Averly es una auténtica joya del patrimonio industrial internacional, reconocida por la World Monuments Fund (WMF) como uno de los 50 bienes en riesgo más importantes del mundo, y uno de los mejores testimonios en la capital de la época de oro de la industrialización aragonesa.
Surgió en 1855 a manos de Antonio Averly, ingeniero de Lyon que decidió establecer una fábrica de fundición en la ciudad de Zaragoza. Averly se convirtió en la principal suministradora de maquinaria para la creciente y próspera industria harinera de la segunda mitad del siglo XIX, para sus ruedas y molinos y para los precisos elementos de transmisión de la fuerza hidráulica utilizada por estas harineras (Castellano, Almech, Marraco, Sala…).
En 1900 contaba con 140 operarios y ocupaba 10.000 metros cuadrados, de los que unos 4.000 estaban edificados con viviendas, oficinas, talleres de mecanización y montaje, calderería, carpintería, almacenes, fundiciones y otras dependencias. Recientemente una constructora ha comprado los terrenos y planea levantar en ellos 200 pisos.
Dirección: Paseo de María Agustín, 59
Centro Cívico Salvador Allende (Antiguo Matadero Municipal)
El Antiguo Matadero Municipal de Zaragoza es obra del arquitecto Ricardo Magdalena y fue construido entre los años 1880 y 1884. En origen fue usado como recinto de la Exposición Aragonesa de productos industriales de 1885-1886, y al año siguiente entró en funcionamiento como matadero.
El innovador edificio del Matadero de Zaragoza creó una nueva tipología, imitada tanto en España como en el extranjero.
Se concibió como un conjunto de pabellones ordenados en torno a un patio principal de acceso. Este patio, de planta rectangular, está definido en uno de sus lados por el cerramiento de piedra que contiene los accesos principales y en los tres restantes por un porche porticado que enlaza los tres pabellones principales de matanza y los edificios de administración situados junto a la entrada principal. Los tres pabellones principales de matanza se disponen perpendicularmente volcando sus hastiales a las tres fachadas del patio.
En la actualidad, el conjunto ha sido recuperado para usos sociales y culturales y alberga el Centro Cívico Salvador Allende, la Biblioteca Ricardo Magdalena, el Centro de Artesanía de Aragón y otros servicios municipales.
Dirección: Calle Miguel Servet, 55
Fábrica de La Zaragozana
La fábrica de La Zaragozana, en activo tras 118 años de historia y considerada la más antigua de España, es una de las atracciones más interesantes del barrio de San José, está situada en la Calle Ramón Berenguer IV, es Patrimonio Industrial de Aragón y se encontraba originalmente a las afueras de la ciudad.
Aunque La Zaragozana cuenta desde hace años con unas modernas instalaciones logísticas y de envasado fuera del centro de la ciudad, ha mantenido el recinto original del que salieron las primeras cervezas en 1900, combinando la función de fábrica y museo.
La fábrica sigue trabajando en la maltería de los años 30 y el proceso original de fermentación. Es el único lugar de Europa donde se puede ver así.
Dirección: Calle Ramón Berenguer IV, a pocos metros de la Avenida San José
Antigua Imprenta Blasco
El edificio, tal y como está actualmente, es en realidad el conjunto de tres edificios construidos por la familia Blasco entre los años 1921 y 1938. El primero de ellos en 1921 a la Plaza Ecce Homo en su medianil izquierdo, el segundo en 1924 a la calle Paraíso en su medianil derecho y el
La antigua Imprenta Blasco fue adquirida por el Ayuntamiento de Zaragoza en 2002, y se encontraba en lamentable estado de conservación. Inmediatamente se hicieron obras de consolidación y se decidió hacer un esfuerzo no solo por rescatar lo que quedaba, sino también por incorporar otros elementos ajenos que pudieran darle más esplendor.
La rehabilitación se prolongó durante 18 años. El edificio, en la actualidad, consta de cuatro plantas alzadas sobre los locales destinados en otro tiempo a Imprenta. Estas cuatro plantas albergan un total de diecisiete viviendas municipales de alquiler. El sótano y la planta baja están siendo recuperados como espacio museístico.
Dirección: Plaza Ecce Homo (entre la plaza de San Felipe y la Avenida César Augusto)
Casa del Director de la Azucarera del Rabal
En 1893 se levantaron los cimientos de lo que sería la Azucarera del Rabal, una fábrica con 4.000 metros cuadrados. Los trenes llegaban a la Estación del Norte y descargaban la remolacha hasta hace 50 años.
En 2010, se convirtió en la sede principal de Zaragoza Activa y actúa como corazón del ecosistema de emprendimiento e innovación de la capital aragonesa. Se ha pasado de sacar sacos de remolacha azucarera a grandes ideas. Pero no todos los edificios del antiguo entorno industrial han corrido la misma suerte.
La Casa del Director de la Azucarera (también llamada del ingeniero jefe de la fábrica) está catalogada como Bien de Interés Arquitectónico desde 1999. En especial destacan sus vivos colores y su típica fachada de estilo industrial del siglo XX, así como su alero aragonés de copete del tejado.
En la actualidad acoge los servicios de empleo municipales.
Dirección: Calle Gallocanta, s/n (entre la Avenida Cataluña y Zaragoza Activa)
Zaragoza Activa (Antigua Azucarera Aragón)
En 1893 se construyó la primera fase de la Azucarera Aragón. Se ubicaba en un lugar clave, cerca del acceso a la Estación del Norte y del río Gállego. Durante décadas llegaron a puertas de la Azucarera Aragón miles de toneladas, desde 1894 cuando se llevó a cabo la primera campaña productiva.
Esta no era la única azucarera. Muy cerca estaba la Azucarera del Gállego, más próxima al río del mismo nombre; la del Rabal, situada hacia la carretera de Huesca; y en la margen derecha del Ebro la del Pilar, entre el final de la calle de Predicadores y la actual plaza de Europa.
Estos edificios compartían una personalidad industrial, edificada sobre vigas de hierro y sillares de piedra, que contrastaban con otras paredes de ladrillo.
Dirección: Calle Mas de las Matas, 20
Antigua Fábrica de Harinas La Imperial
Ya desde los años 60 del siglo XIX existió al final del Paseo de Ruiseñores una fábrica de harinas que aprovechaba la fuerza hidráulica del Canal, en funcionamiento hasta la década de los años 80 del siglo XX, tras haber pasado su propiedad por varias sociedades y modernizado su maquinaria.
De la antigua Fábrica de Harinas La Imperial solo se conserva la fachada larga que linda con el Canal Imperial y las dos menores. El resto del solar fue ocupado por una urbanización de viviendas unifamiliares adosadas, dueña de los restos industriales.
La parte conservada parece ser obra del arquitecto zaragozano Miguel Ángel Navarro Pérez.
La fachada, revocada y con despiece simulado se articula mediante pilastras que se presentan pareadas para flanquear el cuerpo central y los extremos, sosteniendo entre entablamentos, molduras, etc.
Y rematadas por una suerte de capiteles de carnosa decoración vegetales coronados por bolas. En el centro de ambas fachadas y sobre sendas guirnaldas se dispone el emblema heráldico alusivo a la denominación de la fábrica.
Dirección: Paseo de Ruiseñores, 40
Antigua Fábrica de Lanas Morón y Anós
De la antigua fábrica de lanas Morón y Anós sólo se conserva la chimenea.
La fábrica, cuyo objeto era convertir la lana bruta y cargada de impurezas en lana limpia apta para el uso, fue diseñada por el arquitecto Miguel Ángel Navarro (autor de la Casa Soláns, del Grupo Escolar Joaquín Costa o de la Fábrica de Harinas La Imperial) en 1917.
Posteriormente, en 1920, se instalaron los elementos necesarios para la realización del curtido de pieles lanares y cabrías en los mismos edificios.
Se trata de una chimenea que arranca en planta poligonal con un depósito de agua adosado en su parte intermedia y que continua con un cuerpo circular.
Dirección: Camino Ranillas, frente al edificio de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión
Antigua Estación del Norte
Zaragoza se ha transformado en las últimas décadas a velocidad de vértigo. Si no fuera por que se ha conservado en parte, hoy nadie se acordaría de la antigua estación del Norte, en el Arrabal, una infraestructura que durante casi cien años fue clave para la ciudad y que estuvo en uso hasta mediados de los 80.
El carácter industrial de esta estación iba acorde con las manufacturas que poblaban la margen izquierda del Ebro. Estaba la Azucarera de Aragón, una papelera y más fábricas. Muchas de ellas tenían apeaderos y muelles. Estas instalaciones facilitaban la carga y descarga de materiales.
Esto muestra la repercusión tanto urbanística como económica que supuso para la ciudad su construcción. La primera piedra del edificio se puso el 12 de mayo de 1856, por el general Baldomero Espartero, quien fuera duque de la Victoria.
En la actualidad pertenece a la red municipal de Centros Cívicos del Ayuntamiento de Zaragoza.
Dirección: Calle Perdiguera, 7
Antigua Fábrica Giesa Schindler
La antigua Fábrica Giesa Schindler fue construida en los años cuarenta por los arquitectos Miguel Ángel Navarro Pérez (autor de edificios como la Casa Solans, la Casa Palao o la antigua Fábrica de Harinas La Imperial) y José Luis Navarro Anguela.
El impulsor del proyecto fue el empresario Joaquín Guiral Palacio (Lascellas, Huesca, 1889), fundador de Giesa (Guiral Industrias Eléctricas S. A.).
Se trata de un edificio de tres plantas y de una sola elevada a la misma altura de las tres. Enlazaba con las naves en shed y presenta fachada a la calle paralela a la carretera.
Es un edificio típico de la arquitectura industrial de la autarquía, donde no se han perdido las lecciones del racionalismo, aunque se combinan y enriquecen con elementos de una arquitectura más tradicional, de la que son muestra el protagonismo alcanzado por el ladrillo, la inclusión del gran arco de medio punto, la torre o los frisos de vanos.
Dirección: Calle de San Joaquín, a pocos metros de la Calle Miguel Servet
La Chimenea de La Paz
Un estrecho callejón situado justo al lado del campo del U.D. Montecarlo desemboca en una plazoleta presidida por una coqueta chimenea que lleva reivindicando desde hace casi un siglo ese rincón industrial hoy olvidado.
En un pequeño parque situado entre el Canal Imperial y la calle Alhama de Aragón, en La Paz, se alza solemne la única chimenea de principios del siglo XX que aún se mantiene en pie en el distrito.
Construida en los años 30 por los hijos de Tejero Ibáñez Hernández, esta chimenea fue restaurada recientemente para que quedara en La Paz como testimonio industrial del barrio, en lo que fue el solar de una antigua fábrica.
Dirección: Paseo del Canal, justo al lado del campo del U.D. Montecarlo y del Canal Imperial
Casa de las Culturas (Antiguo Laboratorio de Química)
«Laboratorio municipal» se en grandes letras sobre la puerta de un edificio en el número 29 de la calle de José Palafox. Solo hay que alzar la vista para descubrirlo. Su fachada decimonónica desvela un pasado industrial y las letras mencionadas lo corroboran.
En la actualidad cumple una función completamente diferente a la que se concibió: es la Casa de las Culturas y la Solidaridad. Sin embargo, nada se conserva de la etapa en la que fue laboratorio.
El inmueble fue construido en 1914 según proyecto de José de Yarza Echenique -que hacía tres años que era arquitecto municipal-.
Es de una sola planta, donde un gran patio es el eje del espacio. La fachada es de ladrillo visto, articulada a base de pilastras. Remata la construcción un coronamiento de composición simétrica, en la que no falta un friso de coquetas baldosas. La cornisa, que tiene un poco vuelo, está partida en el centro con el león rampante, emblema de la ciudad de Zaragoza.
Desde el año 1998 alberga la Casa de las Culturas y la Solidaridad, un centro social cuyo objeto es promover la integración social de inmigrantes y minorías étnicas y favorecer modelos de convivencia interculturales.
Dirección: Calle Palafox 29
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