Bares de toda la vida

¿Hartos de antros de moda donde os sirven el gin-tonic en una pecera y con una ensalada flotando? ¿Estáis hasta las narices de encontraros con un Dj a la hora del carajillo? Os conviene visitar algunos bares de toda la vida, lugares donde pasar un buen rato, como decían Gabinete Caligari, «al calor del amor en un bar». Y donde no hay ‘afterwork’ sino partidas de rabino.

 

Bar Cervino

Bar Cervino, Calle Ainzón 18, Zaragoza
Bar Cervino

Esta tasca aragonesa es un referente de la gastronomía popular de La Almozara. La barra y varias mesas altas en la entrada son excelentes pistas de aterrizaje para catar sus cuidadas elaboraciones.

Todo el mundo es bienvenido a este recuadro imposible hecho de baldosa antigua y madera prehistórica, rebozado con carteles antediluvianos de bebidas refrescantes y cervezas. Completan la pintura una recua de neveras de bodega pre-Transición.

La carta, sencilla, queda corta, pero se encuentran auténticas perlas, como la hamburguesa de ternasco, el langostino con panko o los huevos rellenos de lacón o de pechuga de pollo y jamón.

Dirección: Calle Ainzón, 18

 

Bodegas Almau

Bodegas Almau, Calle Estébanes, 10 (El Tubo), Zaragoza
Bodegas Almau

Si decides visitar El Tubo, la popular zona de bares de tapas situada en el Casco Histórico de Zaragoza, no te pierdas Bodegas Almau, un lugar lleno de encanto regentado ya por la cuarta generación desde que fuese fundado en 1870.

Bodegas Almau es un lugar ideal para refrescarse con una copa de vino y una de sus sugerentes tapas. El local es pequeño y dispone de una barra larga y unas pocas mesas.

Entre las especialidades de la casa, el dulce de anchoa (anchoa en salmuera abierta, crema de rulo de cabra, confitura de tomate y virutas de chocolate amargo), la anchoa reina (anchoa en salmuera, crema de aguacate, menta con sirope de Módena y almendra picada), la explosión de vinagre (anchoa en salmuera abierta sobre una base de paté de atún, boquerón y aceituna negra) o la anchoa garum, con miel y moscate.

También puedes dejarte seducir por los montaditos de embutidos y quesos, jamón batido, rebozados varios y algunas de las mejores croquetas de la ciudad (de tinta de calamar, huevo frito, bacon y queso fundido).

Dirección: Calle Estébanes, 10 (El Tubo)

 

El Champi

El Champi, Esquina de las calles Libertad y Estébanes (El Tubo), Zaragoza
El Champi

Como un coágulo de autenticidad resistiéndose a ser disuelto por el turbulento corriente sanguíneo del Tubo, El Champi engulle al recién llegado sin preliminares y lo incrusta repentinamente en una gruta tabernera atemporal donde la dimensión espacio-tiempo discurre en otra frecuencia de onda desde hace ya muchos años.

Más que un local, este establecimiento es un pasillo con una barra a la izquierda y con mesas altas y taburetes a la derecha donde no cabe ni un alfiler. Solo sirven una única tapa, pero bien hecha: champiñones con aceite, ajo y perejil, y un par de gambitas, sobre un trozo de pan.

En pocos metros cuadrados se concentra una buena selección de cervezas artesanas, internacionales y de fabricación zaragozana. Su variada y amplísima carta es todo un paraíso para los amantes del lúpulo y satisfacerá a aquellos que, al más puro estilo Indiana Jones, salgan en busca de nuevos y excitantes descubrimientos.

Dirección: Esquina de las calles Libertad y Estébanes (El Tubo)

 

Bar Circo

Bar Circo, Calle Blancas 4, Zaragoza
Bar Circo

Lo dicen todas las guías del mundo y sentimos repetirnos pero el Circo es, bueno, para que te salten las lágrimas.

Quien escribe, con el paso de los años ha desarrollado un sentido arácnido, que se dispara cuando ve venir según qué eslóganes. “Tapas creativas” es uno de ellos. Seamos justos: este es un término que el Circo no utiliza en ningún momento.

El Circo es un bar que combina materia prima excelente con un estilo de barrio, definido por una barra metálica con baldosa, un mobiliario retro y un maravilloso cartel en la entrada que te transporta a otros tiempos.

Su ración de tortilla es generosa y el precio muy razonable. Además, en el Circo hay un excelente y amabilísimo personal que recibe a todos los visitantes con una sonrisa, simpatía y buen hacer. Todo este cúmulo de felicidad acompaña a una ensaladilla rusa y unas tapas tradicionales que harían resucitar a los muertos.

Esto es el Circo, amigos, un bar de verdad. Un señor bar.

Dirección: Calle Blancas, 4

 

Bar Estudios

Bar Estudios, Calle Estudios 15-17, Zaragoza
Bar Estudios

El templo del queso en la ciudad. Si eres un fanático del producto, no puedes perderte este restaurante de aire tradicional, dueño de una excelsa cava donde guardan más de un centenar de variedades. Muchos de sus platos parten del queso o lo incluyen en sus salsas o aderezos.

Su carta cuenta con alrededor de 40 quesos fijos de oveja, cabra, vaca y mezcla, la mayoría artesanos y elaborados con leche cruda. En el Bar Estudios gustan los quesos fuertes, raros y de sabores muy diferentes.

A la mesa, el queso se presenta de forma diferente, en tablas bien seleccionadas, con cuatro de oveja, dos de vaca y otros dos de cabra, donde sabores y texturas siempre encuentran interesantes contrapuntos. Ocho patés distintos, embutidos y ahumados completan la oferta de los productos que se presentan en las tablas.

Dirección: Calle Estudios, 15-17

 

Taberna Gasca

Taberna Gasca, Calle Barcelona 7 (justo al lado de la Avenida Madrid), barrio de las Delicias
Taberna Gasca

Situada en la Calle Barcelona, justo al lado de la Avenida Madrid, la Taberna Gasca es un establecimiento moderno con un toque vintage, que ofrece cocina auténtica y de calidad en un ambiente cuidado y cercano.

Un negocio familiar que ha pasado de padres a hijos durante más de 50 años y que se ha sabido adaptar perfectamente a los tiempos, convirtiéndose en todo un referente gastronómico de la zona.

Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como los canelones de brandada de bacalao con salsa del piquillo, los de boletus con salsa de longaniza y setas, el queso de cabra rebozado con mermelada de tomate y cebolla caramelizada o el foie con calabacín y mermelada de tomate, pero sobre todo buen producto a precio asequible como los huevos rotos con jamón y patatas o las puntillitas con pimientos del padrón.

Las brutales croquetas merecen destacarse por encima del río de croquetas que nos sepulta.

Entre su amplia variedad de carnes, recomendamos el tremendo chuletón de vaca vieja (alrededor de 30 días de maduración) y los cachopos.

Dirección: Calle Barcelona 7 (justo al lado de la Avenida Madrid)

 

Vinos Rubio

Vinos Rubio, Calle Santa Teresa de Jesús, 8, Zaragoza
Vinos Rubio

En la calle Santa Teresa de Jesús, ante una ciruelo en flor, hay una puerta que da acceso a un tesoro de bodega, toda una institución del barrio desde hace más de 80 años: Vinos Rubio.

El lugar se explica solo: una nevera de madera preciosa lo preside y el clac de las puertas se intercala en las conversaciones de los parroquianos como un metrónomo. Dos grandes barriles, muebles de época y una gran barra de mármol, completan el cuadro.

Su oferta de producto frío, como pueden ser los mejillones con mayonesa y picante, las anchoas salmueras del Cantábrico o las diversas banderillas, son el bocado ideal para pasar el vermú de Reus o una caña bien tirada.

Piparras, langostillos, chipirones, pulpo, bonito, gambas, pepinillos rellenos de bonito, mejillones, combinan entre sí a la perfección, ensartados en palillos, para el disfrute de la clientela.

Aunque el producto estrella del lugar son las banderillas —mención especial a la de bacalao con aceite de oliva y piparra—, los poco amantes del vinagrillo encontrarán una excelente selección de embutidos como chorizos, jamón, lomo y quesos que se muestran junto al estante azul de vinos -las denominaciones de origen Rioja y Somontano son las mejor representadas-.

Dirección: Calle Santa Teresa de Jesús, 8

 

Bar Hermanos Teresa

Bar Hermanos Teresa, Calle del General Ricardos 11, Zaragoza
Bar Hermanos Teresa

Situado en el barrio de San José, algo alejado del centro turístico de Zaragoza, el Bar Hermanos Teresa es un clásico de la escena gastronómica zaragozana que bien merece el desplazamiento.

Con muy buen producto esta casa de comidas renovada con muy buen gusto convence por la sencillez y honradez de su oferta. Hay respeto por la tradición y la calidad de la materia prima. Es puro disfrute.

Su especialidad son las tapas y raciones de sabores tradicionales, como las cazuelitas de garbanzos con bogavante, los callos de ternasco, los huevos rotos con foie y jamón, las cocochas de bacalao al pil-pil, el montadito de sardina marinada con tomate y ajoaceite, las madejas de cordero, la croqueta de la casa, los chipirones negros con salmorejo cordobés, el sándwich crujiente de quesos aragoneses trufados o la deliciosa tortilla de patata sobre salsa de pimentón y cominos.

Dirección: Calle del General Ricardos, 11

 

Bar Entalto

Bar Entalto, Calle Mayor 50, Zaragoza
Bar Entalto

Taberna castiza donde las haya, el Entalto es famoso entre los amantes de su plato estrella: las croquetas.

Desde las clásicas de jamón o boletus hasta sabores de lo más variopintos, como roquefort con beicon; ternasco o longaniza, en su carta encontraréis esta tradicional tapa para todos los gustos y apetitos, ya que podéis pedir media ración si no estáis muy hambrientos ese día.

Por su barra y sus mesas pasa una clientela de lo más heterogénea pero todos acuden sabiendo que el lugar, anclado en un tiempo indeterminado, siempre cotiza alto.

Es además uno de los mejores locales para tapear en La Magdalena, con una carta de raciones sencilla pero todas gustosas y a buen precio.

DirecciónCalle Mayor, 50

 

Mesón Martín

Restaurante Mesón Martín, Calle María Guerrero 26, Zaragoza
Restaurante Mesón Martín

Desde que abrió sus puertas el Mesón Martín ha apostado por una cocina aragonesa de autor, elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad. El restaurante ofrece una cocina tradicional que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.

Sus productos estrella, sin menospreciar a las “Cocletas Mariví”, son raciones como las alcachofas o el jamón con chorreras, su carpaccio de picaña o sus huevos rotos con foie. Siempre, claro, acompañados de una copa de vino, un vermut o una caña.

El Mesón Martín dispone de varios menús, donde no suele faltar el Ternasco de Aragón o el entrecot de ternera, aunque también sorprenden con otros platos muy elaborados como el rabo de toro al vino tinto, el solomillo de atún rojo o la merluza al estilo Orio.

DirecciónCalle María Guerrero, 26

 

Casa Agustín

Casa Agustín, Calle Jordana haciendo esquina con la Calle Don Pedro de Luna, barrio de las Delicias, Zaragoza
Casa Agustín

En Casa Agustín apuestan por la cocina tradicional y por los platos más caseros con recetas de la abuela. Todo se hace al momento, y encontramos tanto platos clásicos como tapas muy bien hechas.

Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas, pero sobre todo buen producto a precio asequible como los calamares a la plancha, las madejas, los mejillones, el manojo de ajos tiernos fritos o las anchoas en salmuera del cantábrico. Y unas patatas bravas fenomenales.

Un clásico a la hora del aperitivo y cuando cae la tarde. Es el sitio perfecto para tomar unas cañas con los amigos los fines de semana.

Dirección: Calle Jordana haciendo esquina con la Calle Don Pedro de Luna

 

La Ultramarina

Tasca Vermutería La Ultramarina, Calle Roger de Flor 1, Zaragoza
Tasca Vermutería La Ultramarina

La Ultramarina es una trinchera donde refugiarse a cualquier hora del día. Un espacio que combina la baldosa blanca de toda la vida con ladrillos a la vista. Este choque estético entre pasado y presente funciona y genera la atmósfera casual perfecta para engullir sus platillos, raciones, bocadillos y postres.

Cada tapa es un diamante comestible: unas croquetas de gambas al ajillo pecaminosas, unas alcachofas de Tudela confitadas con jamón ibérico, unos huevos rotos con salsa de chipirón y boletus que se comen con los ojos, un cazón de adobo que se volatiliza en segundos, una ensalada de bacalao ahumado sobre fondo de tomate rallado y paté de olivas negras que hace llorar…

Y lo acompañan con la priba adecuada: destilados, cañas, vermuts y una bodega de vinos impecable.

Dirección: Calle Roger de Flor, 1

 

Bar Gallizo

Bar Gallizo, Calle de San Lorenzo 44, Zaragoza
Bar Gallizo

Una taberna con solera (de esas contadas con mostrador de estaño) y buen hacer. El bar Gallizo es un lugar ideal para refrescarse con una copa de vino y una de sus sugerentes tapas. El local es pequeño y dispone de una preciosa y enorme barra de azulejos con motivos geométricos.

En el barrio de la Madalena está este icono de la hostelería castiza que se mantiene totalmente ‘old school’, tanto en la decoración como en su ambiente en general de barrio y en los platos, bocadillos y raciones que sirven.

Esta bodega es innovadora a pesar de que trate de ser fiel a los sabores que imperaban en los locales de comidas de finales del siglo XX. Una nueva mirada que permite hacer un viaje placentero al pasado sin abandonar una mentalidad que trata de adaptarse al siglo de los cibernautas.

Dirección: Calle de San Lorenzo, 44

 

Bar Fausto

Bar Fausto, Calle Jesús 26, Zaragoza
Bar Fausto

En el Bar Fausto apuestan por la cocina tradicional y por los platos más caseros con recetas de la abuela. Todo se hace al momento, y encontramos tanto platos clásicos como tapas muy bien hechas.

Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas, pero sobre todo buen producto a precio asequible como el pincho de calamar rebozado o la croqueta de vinagrillos. Y unas anchoas fenomenales (las preparan a la manera clásica, con aceite, vinagre y ajo).

Todo muy casero e informal. Un clásico a la hora del aperitivo y cuando cae la tarde. Es el sitio perfecto para tomar unas cañas con los amigos los fines de semana.

Dirección: Calle Jesús, 26

 

Casa Rodri

Casa Rodri, Calle Escosura 15, Zaragoza
Casa Rodri

Casa Rodri es un local de barrio, de Delicias, para ser más exactos, un hecho que no es banal.

Ya lo dice la canción escrita por el cantante y poeta Raimon, que “quien pierde los orígenes, pierde la identidad”.

Delicias continúa cobijando bares y tascas que son referentes de la gastronomía popular en Zaragoza.

Pocos locales en Zaragoza como Casa Rodri tienen una vocación tan extensiva dedicada al ritual de tomar el aperitivo. Tienen controlados todos los ángulos: buenas conservas y variados de ensamblaje de latas.

Dirección: Calle Escosura, 15

 

Bar Amblas

Bar Amblas, Calle Caspe 61, Zaragoza
Bar Amblas

Un diamante en bruto. El pequeño Bar Amblas ha cambiado muy poco desde que abrió en 1966, salvo por la máquina tragaperras y la televisión, ambas siempre encendidas.

Es el momento de reivindicar Bar Amblas. Es el momento de hablar de bares de verdad. Es el momento de alabar la madera envejecida y los vasos gastados.

El Amblas no es un bar cualquiera, es una trinchera, uno de los pocos refugios que resisten en los intestinos de Las Delicias y que mantiene vivo el espíritu cada vez más diluido del barrio.

El calor de verdad, para nosotros, se encuentra definitivamente en la barra, la plataforma donde se deslizan las mejores cañas del barrio.

Dirección: Calle Caspe, 61

 

Casa Paricio

Casa Paricio, Calle Coso 188, Zaragoza
Casa Paricio

Esta bodega es uno de los grandes clásicos de Zaragoza para hacer un buen vermut: encontraremos unas bombas de primera categoría, mejillones, vermut casero y unas anchoas en salmuera del cantábrico de aquellas que crean afición. Todo de primera.

Un clásico a la hora del aperitivo y cuando cae la tarde.

Las auténticas crónicas del barrio se escuchan en criptas interdimensionales como Casa Paricio: uníos al culto.

DirecciónCalle Coso, 188

 

El Bandido

El Bandido, Calle Manuel Lasala, 22, Zaragoza
El Bandido

La gastada palabra «honestidad» se llena de significado en una carta que no busca marear, basada en la buena materia prima, pero que conoce sus limitaciones. Huye del sobado «para compartir» con la idea de «platos que pueden crecer».

Situado en un moderno local de la tranquila Calle Manuel Lasala, el Bandido ofrece dos ambientes bien diferenciados. Por un lado, un gran mostrador lleno de sugerentes tapas y raciones donde se come de pie en mesas altas.

El otro área del Bandido es un íntimo y agradable reservado para cenas con unas pocas mesas donde se sirven los exquisitos platos de la carta. Además, su terraza, tranquila y sombreada, es uno de los lugares más frescos y deliciosos de la ciudad.

Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como el canelón de boletus y foie de pato en su salsa, las alcachofas salteadas con jabugo o virutas de foie o los ravioli de rabo de toro, pero sobre todo buen producto a precio asequible como el salmón marinado al eneldo y queso cremet o los huevos rotos con jamón ibérico.

Dirección: Calle Manuel Lasala, 22

 

Los Victorinos

Los Victorinos, Calle José de la Hera 6 (entre la Calle Don Jaime y Plaza de Santa Marta)
Los Victorinos

En el corazón del Casco Histórico de Zaragoza, con el bullicio de la plaza de Santa Marta de fondo y el trasiego de Don Jaime I, se descubre un silencioso callejón. Es la calle de José de la Hera, tan estrecha que apenas caben dos personas caminando en paralelo. A pesar de su corta longitud y su angostura, puede alardear de tener una taberna que, en 2006, fue nombrada la mejor de España por los lectores de la ‘Guía Gourmetour’.

Los Victorinos no es un bar cualquiera, es una trinchera, uno de los pocos refugios que resisten en los intestinos del Casco Histórico que mantiene vivo el espíritu cada vez más diluido de la zona.

En la barra de Los Victorinos se siguen ofreciendo propuestas que fueron «pioneras en la ciudad» y que han perdurado durante tres décadas.

Un ejemplo de ello es el huevo escalfado con trufa blanca del Piamonte, el volcán de morcilla, la tapa mudéjar, y los montaditos. También destacan las croquetas, como la de cocido, que sorprende con su relleno de garbanzos, fideos y morcilla.

No puede faltar la tapa de la casa: boletus edulis con salsa de Oporto, jamón y foie, una de las primeras en Zaragoza en traspasar fronteras.

Dirección: Calle José de la Hera 6 (entre la Calle Don Jaime y Plaza de Santa Marta)

 

Casa Unai

Casa Unai, Calle Luis del Valle 2, Zaragoza
Casa Unai

Casa Unai es un lugar ideal para refrescarse con una copa de vino y una de sus sugerentes tapas y raciones. La calidad y la cosa casera puede ser para las masas: no cabe ni un alfiler y flota la alegría en el ambiente.

Casa Unai es pequeño, un bar de esos de arrimarse, de intentar poner un codo en la barra o el culo en uno de los taburetes clásicos de madera que acompañan a las pocas mesas que tienen en el interior.

Con un agradable comedor, goza del encanto de las buenas barras de tapeo. Pizarras en la pared con las recomendaciones de la semana, y un constante vaivén de camareros, atentos y cercanos, portando apetecibles platillos.

Entre las especialidades de la casa, las croquetas ibéricas, las de rabo de toro y bacalao, los huevos rellenos, el pulpo, las brochetas de rape o vieiras y langostinos.

Además, ofrecen opciones como hamburguesas, albóndigas de calamar, bocatín de ternera con cabrales o solomillo ibérico con tomate seco.

Dirección: Calle Luis del Valle, 2

 

Casa Ernesto

Casa Ernesto, Calle Sanclemente 7, a pocos pasos del Paseo Independencia
Casa Ernesto

Situada en la Calle Sanclemente, al lado de la Paseo Independencia, Casa Ernesto es un establecimiento moderno con un toque vintage, que ofrece cocina auténtica y de calidad elaborada con ingredientes locales y de temporada.

Es un local pequeño y acogedor, con unas pocas mesas altas en el interior y una -de nuevo- pequeña terraza en el exterior.

Además de ser un lugar ideal para almuerzos y cenas, es muy popular para tomar el aperitivo gracias a su extensa selección de tapas y raciones.

Entre sus productos estrella destacan las alcachofas confitadas y la tapa de lagarto (carne de cerdo ibérico), además de la ensalada de tomate rosa.

Si eres de vinos, verás que tienen muy buenas referencias.

Dirección: Calle Sanclemente 7, a pocos pasos del Paseo Independencia

 

Bar Gilda

Bar Gilda, Avenida Almozara 8, Zaragoza
Bar Gilda

En el barrio de La Almozara hacía falta un sitio como el Bar Gilda, un local de tapas de estilo creativo y joven, pero que huye del ‘gastropostureo’. La Gilda es su banderilla de referencia.

Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como el arenque con guacamole, pero sobre todo buen producto a precio asequible como las bombas (aceitunas rellenas), las anchoas del cantábrico o el jamón batido. Y unos guardia civiles fenomenales, que son homenaje-variación a la receta tradicional.

El local es muy, muy agradable y suele tener muestras fotográficas espléndidas.

Dirección: Avenida Almozara, 8

 

Casa Pascualillo by La Senda

Casa Pascualillo by La Senda, Calle Libertad, 5, El Tubo
Casa Pascualillo by La Senda

El restaurante Casa Pascualillo ha reabierto sus puertas bajo la dirección de David Baldrich, propietario y jefe de cocina de La Senda. Con su implicación en este proyecto, Baldrich busca recuperar la esencia de uno de los locales más emblemáticos del Tubo de Zaragoza.

David Baldrich ha asumido este desafío con la firme convicción de que recuperar el espíritu de Casa Pascualillo, con más de 80 años de historia, era imprescindible. Por ello, no pueden faltar las recetas icónicas que los asiduos del Tubo tanto recuerdan. Entre ellas, las cigalas de la huerta, tanto en su versión clásica como con salsa ahumada de pimientos de Bureta, los callos, el guiso de rabo de toro y los ‘talentos’, es decir, sesos rebozados con el toque especial de la casa.

Aunque David Baldrich tendrá una presencia destacada tanto en La Senda como en el nuevo Pascualillo, el jefe de cocina en este último local es Kino Camín, un chef con amplia experiencia.

Dirección: Calle Libertad, 5

 

Pic-Nic

Bar restaurante Pic-Nic, Calle Laguna de Rins, 3, esquina con Doctor Cerrada, Zaragoza
Bar restaurante Pic-Nic

El Pic-Nic lleva más de 30 años en la esquina de Doctor Cerrada con Laguna de Rins, en Zaragoza, ofreciendo tapas que se distinguen por la creatividad y el toque de elegancia en su presentación que caracteriza a la casa.

Las tapas son el punto fuerte del establecimiento. Desde las famosas ‘Paulitas’, gambas empanadas con maíz y salsa de queso que obtuvieron el título de mejor tapa en 1987, hasta las empanadillas. Por eso, lo más recomendable es probar el surtido de degustación en el que se ofrecen las más famosas de la casa: ‘Paulita’, gamba empanada en maiz con una suave salsa de queso Camembert, Emmental, Mozzarella y un toque de Roquefort, ‘Morrito’, base de hojaldre con pimiento, bonito escabechado, nube de bechamel de alioli y cebolla caramelizada, ‘Rondeño’, bacalao con alioli y crujiente de jamón, ‘Nécora’ gratinada con salsa tártara y ‘Currito’, Foie fresco a la plancha con salsa de mango y vinagre de Módena. Además, Pic-Nic ofrece raciones (huevos rotos, solomillo troceado con padrones y patatas, setas silvestres con gambas y gulas, boletus con yema y foie o panaché de verduras), desayunos, almuerzos y, recientemente, platos de cuchara a mediodía.

Dirección: Calle Laguna de Rins, 3, esquina con Doctor Cerrada

 

Ponzano 5 Bar

Ponzano 5 Bar, Calle Ponciano Ponzano, 5, Zaragoza
Ponzano 5 Bar

Ponzano 5 es todo un referente de los vermuts y los vinitos del Centro de Zaragoza.

Todos los días de la semana a la hora del vermut locales y visitantes se enfrentan en una sutil guerra de codos para hacerse un hueco en este pequeño, coqueto e imprescindible local.

Ahora que está tan de moda sobredimensionar bares y restaurantes y que muchos establecimientos decepcionan a causa de las expectativas hinchadas, un rincón como el Ponzano 5 tiene un valor aún mayor: la comida es tan buena que incluso supera lo que te esperas. La conjunción de buen producto y pasión pueden crear platos sublimes a priori sencillos.

Las tapas y raciones imperdibles de este emblemático bar, donde deberéis comer en la barra o en sus cotizadas mesas con sillas altas, son la gilda de anchoa y piparra, la banderilla de boquerón, el guardia civil (sardina), la ensaladilla ‘Ponzano 5′ y la papada ibérica.

No hacen experimentos extraños, comida de toda la vida bien hecha, sólo necesitaréis tener ganas de probar cosas buenas.

Dirección: Calle Ponciano Ponzano, 5

 

La Tasca del Ebro

La Tasca del Ebro, Avenida La Almozara, 16, Zaragoza
La Tasca del Ebro

Hay locales que otorgan carácter al barrio y la Tasca del Ebro es uno de ellos. Como un coágulo de autenticidad resistiéndose a ser disuelto, la Tasca del Ebro engulle al recién llegado sin preliminares y lo incrusta repentinamente en una gruta tabernera atemporal donde la dimensión espacio-tiempo discurre en otra frecuencia de onda desde hace ya muchos años.

Abuelos, matrimonios y grupitos de jóvenes comentan el día rodeados de quintos. Porque aquí los quintos van que vuelan. Y también las copas de vino working class, a precios de calle, la especialidad de la casa. Y acompañan la bebida con embutidos y quesos, anchoas, olivas o algún otro plato más elaborado. Todo muy casero e informal.

Dirección: Avenida La Almozara, 16

 

Vinos Chueca

Vinos Chueca, Calle Castillo 38, barrio de Casetas
Vinos Chueca

Como un coágulo de autenticidad resistiéndose a ser disuelto por el turbulento corriente sanguíneo de Casetas, Vinos Chueca engulle al recién llegado sin preliminares y lo incrusta repentinamente en una gruta tabernera atemporal donde la dimensión espacio-tiempo discurre en otra frecuencia de onda desde hace ya muchos años.

Domingo Chueca montó la vinatería que, desde 1993, dirige su nieta Nines Chueca junto a Roberto Artigas, quien además de tabernero es músico bajo el nombre de Gran Bob, algo que queda patente en la multitud de instrumentos que cuelgan de techo y paredes y en los numerosos conciertos que se celebran en el local.

El producto estrella, sin menospreciar a las croquetas, son los vinagrillos y las anchoas.

Dirección: Calle Castillo, 38, barrio de Casetas

 

La Bodega del General

Muy cerca del Parque Grande se encuentra este icono de la hostelería castiza, regentado desde 1979 por dos hermanos, que lo mantienen totalmente ‘old school’ tanto en la decoración como en los platos y raciones que sirven y la actitud de los camareros y su ambiente en general de barrio.

Este bar con aire de tasca de pueblo, que se mantiene prácticamente intacta desde su apertura, es famoso por sus patatas asadas (regadas con un aceite con ajo, perejil, vinagre y sal). También tienen jamones, embutidos y curados.

Todas las raciones calientes se elaboran a la plancha, como el surtido de ‘morloncho’ (morcilla, longaniza y chorizo). También los espárragos trigueros, los pinchos morunos y las navajas se preparan así.

Dirección: Calle Catania, 5 (junto al Parque Grande y Fernando el Católico)

 

Bar Bonanza

En el número 4 de la calle Refugio se encuentra uno de los bares más emblemáticos de Zaragoza, el Bonanza. Su discreto letrero en la fachada catalogada puede pasar desapercibido para los viandantes, pero al cruzar la puerta, uno se transporta a la Zaragoza de 1972, retrocediendo 50 años en la historia.

Manolo García Maya, el camarero y artista más popular que ha tenido Zaragoza en el último medio siglo, dejó su huella como pintor impresionista y su espíritu alegre y desenfadado. Aunque Manolo falleció hace unos años, su presencia sigue viva en el bar: sus pinturas y las de sus amigos como Ángel Aransay o Mariano Viejo, el caballito del tío vivo, las fotos eróticas, el trillo que compró en el rastro, y el cuadro ‘El cuarto estado’ de Giuseppe Pellizza.

La clientela ha cambiado con el tiempo, pero el espíritu artístico permanece, atrayendo a nuevas generaciones de jóvenes artistas.

La carta del Bonanza sigue siendo la misma de hace 50 años, sin cambios ni en la forma ni en el fondo. Todavía se pueden disfrutar de las tortillas de jamón, queso, morcilla, escabeche y longaniza con pan con tomate.

Entre las raciones, sigue llamando la atención el plato de verdura (jamón, queso, chorizo y salchichón), que Manolo instauró con ironía como la ración más icónica del Bonanza. En cuanto a las ensaladas, solo hay una, pero elaborada con excelentes materias primas: tomate, olivas, escabeche y boquerones.

Dirección: Calle Refugio, 4

 

Bar Navarro

El Bar Navarro, ubicado en el barrio de Delicias, puede no tener el renombre de otras tascas clásicas de Zaragoza, pero merece ser considerado como tal. En 2018 celebró sus bodas de oro y, en medio siglo, ha cambiado muy poco en lo estético y casi nada en lo gastronómico. Su aire castizo ha ganado en intensidad, y su oferta de picoteo se mantiene en un nivel muy alto.

Destacan especialmente las anchoas, consideradas de las mejores. Las croquetas de bacalao, el jamón ibérico que Manolo corta con maestría, el bacalao ajoarriero, las madejas y los caracoles también son excepcionales. En resumen, un clásico imperdible.

Dirección: Calle José Echegaray, 1

 

Bar Jauja

Ubicado en el barrio de Casablanca desde el 26 de diciembre de 1972, el Jauja es un bar que ha pasado de generación en generación. Actualmente, Óscar y Raquel Serrano dirigen este establecimiento, continuando el legado de sus padres.

Su plato estrella es el Jaujín: un bocadillo de tortilla de patata con abundante mayonesa y un ligero toque picante, una delicia para los paladares.

Pero eso no es todo, sus menús caseros, que incluyen innovaciones como crujientes y hojaldres, han hecho de este bar una institución en el barrio zaragozano.

Dirección: Calle Embarcadero, 2

 

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