Paella, arroz del señorito, arroz negro, arroz a la milanesa, arroz al horno, arroz caldoso de galeras, el arroz a banda con pulpo… probamos los arroces que preparan las cocinas de la ciudad y escogemos los mejores. ¿Por cuál empezamos? Siempre es un buen momento para un arroz (y por supuesto ¡no creemos en el dogma del arroz solo para cenar! Si fuera así, mil millones de asiáticos se irían a la cama sin cenar).
Y si no os apetece esperar y sentaros todo el tiempo necesario para comer un buen arroz, pues daros un voltio por los mejores bares de tapas de Zaragoza.
Restaurante Wenceslao
Wenceslao es un punto de referencia para muchos paladares zaragozanos. Su historia comenzó con unos garbanzos sobre la mesa, ahora uno de los platos estrella del restaurante. Los protagonistas de aquel momento fueron Ricardo Gómez Torrecilla y Eva María Silva Peñuela, quienes el 17 de diciembre de 2007 levantaron la persiana de este establecimiento en el entorno del parque Grande José Antonio Labordeta, en la capital aragonesa.
Wenceslao se distingue por su compromiso con los productos de temporada. Los garbanzos, mencionados anteriormente, son solicitados incluso en ocasiones especiales. Los arroces son otro punto fuerte de Wenceslao, con opciones como el arroz negro, el cremoso con bacalao y carabinero, el de verduras, el de bogavante o el de sepia y carabinero.
Otro plato destacado es la fideuá con pato confitado y boletus, coronada con queso curado manchego rallado a mano. En cuanto a las carnes, destacan el secreto ibérico, el confit de pato, el entrecot, el solomillo y el chuletón.
Dirección: Calle Mariano Supervía 33
Llima Gastrobar
Las recetas tradicionales con un fuerte sello valenciano son la esencia de Llima Gastrobar. Este nuevo establecimiento se caracteriza por aires frescos, naturales, cítricos y mediterráneos, como su nombre sugiere.
‘Los arroces son nuestro fuerte: la paella, al horno, del señoret, negro…’, enumera Carlos Mariner, quien dirige el negocio y sintió un ‘flechazo’ al ver el local. ‘Hacemos la paella valenciana tradicional, con pollo, conejo, garrofón, alcachofas de temporada y, por supuesto, una rama de romero,’ revela Mariner, con una década de trayectoria en cocinas. ‘Y al horno, con su morcilla, garbanzos, cebolla y patata’.
¿Cuál es el secreto para un arroz excepcional? Mariner lo tiene claro: ‘Un buen caldo, que aquí preparamos de forma casera y, en cuanto al arroz, normalmente utilizamos la variedad bomba’.
Dirección: Calle La Paz, 1
Vodevil Bungalobar
En el número 4 de la Avenida de la Ilustración encontramos Vodevil Bungalobar, un quiosco gestionado por el grupo Verbena (propietario de los restaurantes Garbo, Gonzo y Ginger) que está abierto desde la mañana a la noche para ofrecer desde desayunos a comidas y cenas.
Las raciones tiene precios que oscilan entre los 4 euros y los 22 euros, y hay propuestas como las albóndigas en salsa de boletus, las rabas de calamar, las gambas en gabardina, el Steak tartar, las alitas de pollo deshuesadas o las imprescindibles croquetas de jamón.
Entre las propuestas de la carta destacan los arroces: con carabineros de Isla Cristina, de longaniza de Graus, setas y espárragos verdes, negro de sepionet y alcachofa, o de calamarcitos, gambas y almejas. Recetas que se han creado con el asesoramiento de uno de los grandes expertos en arroces a nivel mundial, Evaristo Triano, director del restaurante Paz Vela de Barcelona.
Su terraza, rodeada de plantas y flores, es perfecta para tomar un algo felicitándose por conocer uno de los rincones más sorprendentes de Zaragoza.
Dirección: Avenida de la Ilustración 4, Montecanal
Bulebar Montecanal, Bulebar Cinegia, Bulebar Zentro y Bulebar Actur
En el ‘coolímetro’ arrocero de la ciudad, Bulebar ocupa la primera posición.
Tienen ocho recetas de arroz (siete de las cuales están indicadas sin gluten). Entre sus platos destacan la paella mixta elaborada con solomillo, pollo, calamares y gambones, la del señorito, con calamares, gambones y carabineros, el arroz caldoso, con bogavante, calamares y azafrán, el negro con chipirones de anzuelo y gambones, y el de pato, con foie al horno y hongos.
¿Qué hay que pedir? Pues lo de siempre. Un plato de papas canarias con sus mojos o unos huevos rotos de primero y un arroz caldoso con bogavante y azafrán o una paella de segundo.
¿El secreto de su éxito? Ofrecer cocina de mercado típica de la zona, elaborada principalmente con productos de temporada, próximos y de calidad.
Direcciones:
Bulebar Montecanal, Avenida de la Ilustración, 5
Bulebar Puerta Cinegia, Puerta Cinegia Gastronómica, Calle Coso, 35, 1ª Planta
Bulebar Actur, Avenida Gertrudis Gómez de Avellaneda, 22
BuleBar Zentro, Paseo de los Rosales, 32
Restaurante Terraza El Lago
El Lago es un pequeño oasis casi en el centro de la ciudad consolidada, una burbuja antiestrés para desconectar y sentirse lejos del ajetreo de Zaragoza.
Tapeo, menú y cócteles al alcance de cualquiera. Cualquiera que esté dispuesto a ver y dejarse ver, eso sí.
El restaurante El Lago cuenta con una propuesta gastronómica muy variada: picoteo, arroces, bocadillos, carne… Todo ello reflejado en las posibilidades de su carta, así como en sus dos menús: Lago y Arroz.
Además, la propuesta gastronómica se completa con su carta de cócteles que supone un viaje de nuevos sabores, aromas y sensaciones.
Dirección: Parque del Canal Prolongación, Calle Gastón de Bearne, s/n
Bunkerbar
El Bunkerbar es un restaurante de reciente apertura, situado en la céntrica calle Zurita, cerca de la plaza de Los Sitios, con la intención de convertirse en un referente gastronómico de Zaragoza.
El estilo de cocina es contemporáneo, con abundante mercado, próximo a todo el público y sin excentricidades vanguardistas.
En el Bunkerbar hacen muchas más cosas, todas muy buenas, pero el arroz es la estrella de la casa.
Hay siete especialidades para elegir (de verduras, del señorito, campero, negro con chipirones, de plancton, de carabineros y risotto de pato y foie), además de una exquisita fideuá de rape y langostinos. El precio oscila entre los 12 y los 18 euros por persona.
Dirección: Calle Zurita, 18
Restaurante El Foro
Este restaurante combina cocina tradicional, renovada y de autor, y forma parte de la Asociación Celíaca de Aragón, ofreciendo una selección de platos sin gluten en su menú.
En sus recetas, se esmera en incorporar ingredientes locales, como en su caldereta de arroz con bogavante, para difundir los sabores autóctonos.
Su carta se enriquece con una gran variedad de arroces y paellas, ideales para todos los paladares, que no te puedes perder.
Dirección: Calle Eduardo Ibarra, 4
La Mar Salada
Cuando a un espacio acogedor, le sumas buena cocina, nada puede salir más. Y eso es lo que pasa en La Mar Salada. Llegó sin hacer ruido y poco a poco, se ha convertido en uno de los restaurantes de cabecera para los amantes del buen arroz.
No es extraño encontrarse en su carta novedades en cada visita, esto es por el talento incansable e inagotable del chef. Y ¿no es esa la clave del éxito? El trabajar con tesón, la curiosidad por nuevos sabores y preparaciones…
Cada día de la semana anuncia en la pizarra de la calle una especialidad diferente de arroz a un precio que oscila los 10 euros. Así, los martes, arroz negro; los miércoles, arroz con cigalas o con almejas y sepia; los jueves, paella de marisco; los viernes, arroz con carabineros; y los sábados, arroz con cigala.
Y además de eso, claro, encontraréis todo un repertorio de arroces: secos, caldososo o melosos, así como el negro con chipirones, de calamar y alioli, con bogavante o con gamba de Palamós.
Todos con arroz procedente de las Cinco Villas zaragozanas.
Direcciones:
Calle Pablo Casals, 2
Calle Nuestra Señora del Carmen, 1, Utebo
Rogelios
El restaurante Rogelios está situado junto al estadio de fútbol de la Romareda y al Auditorio de Zaragoza. Sus más de 60 años de experiencia unida a su continua renovación y a una variada y tradicional cocina, hacen de él uno de los establecimientos hosteleros de referencia de la capital maña.
Pero si por algo destaca por encima de muchos, es por sus arroces. El chef siempre tiene hueco en su carta para ellos. Ya sean algunos fijos como el arroz a banda, sin nada que envidiar a los mejores arroces de la ciudad, como de temporada, con preparaciones como una potente paella mixta, de marisco, un arroz negro con sepia y ali-oli, un fideua con chipirones, un arroz caldoso con bogavante o un arroz caldoso con caracoles y conejo, entre otros.
El estilo de cocina es contemporáneo, basado en la tradición culinaria de Aragón y próximo a todo el público.
Dirección: Calle Eduardo Ibarra, 10
La Bocca
Situado en la céntrica calle Madre Vedruna, a pocos minutos del Corte Inglés de Paseo Sagasta y del Paseo de la Independencia, La Bocca es un restaurante moderno que ofrece comida casera italiana de calidad para compartir.
La carta es correcta y variada, con platos bien presentados y elaborados con productos de calidad. Entre las especialidades de la casa, el risotto de campagna con verduras y pollo parmesano, la tempura de hortalizas con ali oli de tinta de calamar, el carpaccio de ternera con alcaparras y parmesano, la bola de arroz crujiente de manzana caramelizada con nueces y gorgonzola, la hamburguesa piamontesa con provolone y la cuidada selección de pizzas (Pugliese, Campagnola y Calzone de verduras).
Si os volvéis locos por el buen arroz, este es vuestro lugar. En su carta encontraréis éxitos de siempre como el arroz payés, el del señorito y el de bogavante, o nuevas propuestas como el arroz campesino de butifarra y tomate seco, el negro de calamar y mejillón o el meloso de carrilleras de ibérico y setas.
Dirección: Calle Madre Vedruna, 6
El Cantábrico
Su propuesta gastronómica gira principalmente en torno al marisco y pescado fresco. El restaurante ofrece una cocina de autor que toma los productos del mar como referencia para sus interpretaciones.
Pocos sitios transportan el sabor del mar a la alta cocina como lo hacen aquí: su exquisito chef, lacónico en palabras, habla con la imaginación y el oleaje del mar.
Fue uno de los primeros restaurantes de Zaragoza donde las nécoras se pasaron por la plancha y hoy sigue siendo uno de sus platos estrella.
En este restaurante también preparan unas riquísimas paellas de marisco, tanto para tomar en el restaurante, como para encargar para llevar.
Dirección: Paseo Pamplona, 17
Los Cabezudos
Los Cabezudos ofrece una amplia barra y unas pocas mesas en la planta calle, además de un pequeño comedor en la bodega.
Todo se hace al momento, y encontramos tanto platillos clásicos como tapas muy bien hechas.
Entre sus especialidades, las raciones de chipirones, el adobo, la gamba de Huelva, los calamares, los pescaítos fritos, los pimientos de padrón o el secreto ibérico, todo delicioso y cocinado a la vista.
Los arroces de temporada, las paellas y los fideuás triunfan desde hace eones en una carta en la que encontraréis éxitos de siempre como la paella de marisco, la de carabineros o la de bogavante, y otro tipo de arroces, como el campero, o el de verduras, ideal para los veganos.
Dirección: Calle Antonio Agustín, 12
Mesón de Tomás
Hay clásicos que, injustamente, reservamos para las ocasiones especiales. Es el caso del Mesón de Tomás, casa de comidas que no podía faltar en la lista por su contribución al bagaje arrocero de Zaragoza.
Cada día de la semana anuncia en su pizarra una especialidad diferente de arroz, como el magnífico arroz en costra. Si el arroz del día no os apetece, siempre podéis recurrir a la carta, donde encontraréis hasta 14 tipos de arroz diferente para tomar en el restaurante, o para llevar: desde el arroz con marisco, o con bogavante, hasta el arroz especial con carabineros, pasando por el arroz con longaniza y hongos, el arroz con chipirones y ajos tiernos, o el abanda con pescado.
Además de la carta, cuentan con tres menús de arroces acompañados de aperitivo y tapa. Id con tiempo y disfrutad de la experiencia.
Dirección: Camino de las Torres, 92
El Viejo Negroni
En el número 13 de la Plaza Santa Cruz se sitúa El Viejo Negroni, una original mezcla de vermutería, coctelería, bar de tapas y restaurante. En este establecimiento no se muestran muchas tapas. La mayoría se elaboran al momento: canelón de rabo de toro, brochetas de vieira y de rape con langostinos, carrillera con puré de patata, buñuelos de bacalao y croquetas.
Platos al centro y todo a compartir. Es la mejor forma de disfrutar del picoteo. También disponen de cinco arroces diferentes -todos ellos espectaculares-: risotto de rabo de toro, arroz negro de miso, arroz mar y montaña, arroz de secreto y por último, pero no menos importante, arroz de chipirones.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como el arroz negro con miso, calamar y mayonesa de ajo negro o el kebab, de pollo de corral, con crema agria, pero sobre todo buen producto a precio asequible como los raviolis de longaniza, la sepia a la plancha acompañada de chips de patata, el timbal de morcilla con piquillos y huevo frito o el guiso de rabo de toro.
La carta se puede disfrutar en las mesas altas de la entrada o en el comedor del fondo. Y, por supuesto, en la terraza de la plaza, una de las más recomendables de la ciudad.
Dirección: Plaza de Santa Cruz, 13-15
Arrocería Rusiente
Este establecimiento está especializado en arroces y tiene un lema que refleja su espíritu: ¡Come y bebe, que la vida es breve!
En su cocina preparan una amplia variedad de arroces, desde tradicionales paellas (vegetal, mixta, de calamares) hasta sofisticados risottos (de pato, de hongos, de pulpo) y otros arroces como el de pato, arroz negro y arroz caldoso.
Lo mejor de todo es que todas las opciones son sin gluten, para que nadie se quede sin disfrutar. Además, puedes saborear estos deliciosos arroces desde la comodidad de tu hogar, ya que también están disponibles para llevar.
Dirección: Calle Gertrudis Gómez de Avellaneda, 22
Restaurante Kentya
Kentya es un nuevo restaurante que acaba de abrir sus puertas en la urbanización La Floresta.
Se trata de un amplio y moderno establecimiento, con una cocina vista, para que el cliente pueda ver la calidad y elaboración del producto en fresco.
El arroz de capa fina, los chuletones de angus, wagyu o frisona y los pescados a la brasa, son algunos de los platos más especiales de este restaurante.
En cuanto a la bodega, predominan los principales vinos de Aragón, pero también hay referencias de otras denominaciones y los bestsellers que a muchos clientes les gusta consumir fuera de casa.
Kentya es el cuarto local que tiene en funcionamiento Iván Acedo, premio Con Mucho Gusto al empresario destacado en el año 2020, tras los éxitos del complejo Aura, Bunkerbar y Selvatik.
Dirección: Calle Kentya 4, urbanización La Floresta
Sr. Cachopo
Sr. Cachopo (anteriormente conocido como Alcachopo) es el último proyecto del grupo hostelero Laminero, que cuenta ya con cuatro restaurantes en la ciudad (La Quebradora, enseña Tex Mex situada en la calle Princesa y en Valdespartera, el espacio No lo veo, en pleno Tubo y The Moonkeys, local dedicado a la pizza).
Es un establecimiento ambientado en los años 20, los de mayor protagonismo de la mafia y los gánsteres, en un momento en que la ley seca propició la apertura de locales clandestinos, conocidos como ‘speakeasy’.
La carta recoge 12 tipos diferentes de cachopos. También se pueden degustar los denominados Antonio’s, filetes de ternera empanados coronados con huevos a baja temperatura. Entre los entrantes, resulta muy visual la presencia de los tendedores. En ellos se presentan a la mesa salazones del mar y curados de la tierra sujetos con pinzas de madera.
Por último, hay una pequeña carta de arroces a la llauna -como los preparan en Alicante, con una capa fina, muy jugosos por dentro y tostados por fuera-.
Dirección: Calle Andrés Piquer, 8
El Candelas
El Candelas es una de las tabernas castizas con más historia y tradición del barrio de Las Fuentes. En sus platos se mezclan la tradición y la creatividad, basándose en materias primas de gran calidad y una exigente preparación.
Una visita al Candelas siempre es recomendable, ya sea en invierno para probar su cocido o, en general, para disfrutar de sus carnes a la brasa, la casquería, y sus exquisitos arroces. El Candelas sirve uno de los mejores cocidos de todo Zaragoza. Con un garbanzo perfecto de cocción, carne de primera con la que se prepara un caldo espectacular, chorizo, morcilla y tocino, todo precedido por una sabrosa sopa.
«Nuestro cocido es tradicional, pero se caracteriza por ser poco graso, por lo que invita a repetir. La digestión no resulta nada pesada», destacaba en una reciente entrevista Ana Abadías, propietaria del Candelas. Además, cada febrero, El Candelas ofrece su menú de calçots a la brasa con salsa romesco, precedido por un aperitivo conocido como capuccino de calçots. Este menú especial también incluye garbanzos con callos de teresa, ternasco de Aragón y una deliciosa tarta al whiskey.
Dirección: Calle Maestro Mingote 3
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