¿Buscando un lugar para impresionar a tu acompañante en la primera cita? ¿Quieres celebrar un aniversario en un sitio con estilo? ¿O simplemente quieres cenar con tu pareja en un ambiente cuidado y cercano?. La atención, la comida y el especial sabor romántico de cada uno de estos establecimientos ayudará a que tu cita para cenar se convierta en una noche para recordar.
He aquí nuestra selección de restaurantes románticos en Zaragoza, cada uno elegido por sus cualidades particulares, que hacen que disfrutemos de un rato especial al lado de nuestro ser querido.
ROTO

Tras su éxito en Ibiza y Formigal, ROTO abre sus puertas en Zaragoza, ofreciendo su experiencia única los 365 días del año. Situado en el Parque Grande José Antonio Labordeta, en el espacio que antes ocupaban los bares Flandes y Fabiola, este nuevo establecimiento te sumerge en un ambiente excepcional, rodeado por un exuberante jardín de 1.000 metros cuadrados.
A cargo de la propuesta gastronómica se encuentra Ramsés González, chef con estrella Michelin por su trabajo en el restaurante Cancook. Su objetivo en ROTO Zaragoza es ofrecer una experiencia culinaria sofisticada y accesible, enfocada en los sabores locales y los ingredientes de temporada.
Bajo la dirección de González, los platos de ROTO Zaragoza destacan por opciones como arroces y guisos ideales para compartir, entre los que sobresale el jarrete de ternera lechal del Pirineo, cocido durante 24 horas. En ROTO Formigal, la carta se orienta hacia los sabores de montaña, con productos clave como setas y trufas, evocando el entorno natural que rodea el restaurante. Esta fusión de cocina de autor con ingredientes de calidad y menús estacionales tiene como objetivo hacer de la alta gastronomía una experiencia accesible, manteniendo un ticket medio de unos 50 euros.
Dirección: Parque Grande de Zaragoza
Vértico

Vértico es mucho más que un restaurante: es una experiencia que combina gastronomía innovadora y un diseño que transporta a un mundo futurista y distópico. Creado por el equipo detrás de Tik Tak House —Nela y Fabiana Mierloiu, junto con Ángel Lou Rubio—, este espacio único promete revolucionar la oferta gastronómica de la ciudad.
Su propuesta, definida por el lema “fearless food with a maño heart”, fusiona street food internacional con los mejores ingredientes de Aragón, creando platos atrevidos y sorprendentes, como el Bibimbap coreano elaborado con productos locales. La carta, diseñada por los chefs Ángel Lou Rubio, Guillermo Cobos y Raúl González Casado, destaca por técnicas innovadoras y sabores inéditos en Zaragoza, maridados con las clásicas cervezas de Ambar.
Vértico ofrece cinco experiencias en un mismo lugar: desde una barra de show-cooking hasta un espacio VIP, pasando por zonas diseñadas para disfrutar de street food, compartir momentos o sumergirse en un ambiente cyberpunk. La decoración, obra de Jesús Aznar, rompe con lo tradicional al crear un entorno único que simula un futuro distópico y artístico.
Dirección: Calle de León XIII, 2-4
La Uve

La Uve se inclina hacia el concepto de gastrobar en lugar de un restaurante tradicional, aunque combina ambos enfoques. En este sentido, el menú incluye croquetas, salmueras, gildas, torreznos y tortilla de patatas.
La oferta gastronómica se presenta de manera sencilla, con una carta de entrantes y platos principales sin adornos excesivos. Las mesas no tienen manteles ni servilletas de tela, lo que refuerza el ambiente informal del lugar. La carta de comida y vinos está impresa en cuartillas de papel, permitiendo una rápida visualización de los cambios en el menú.
Una de las características destacadas de La Uve es su parrilla abierta, ideal para cocinar carnes y algunos pescados. Platos como el pez limón, rodaballo al Orio, pulpo a la parrilla y cocochas de merluza al pil-pil prometen ser referencias en el menú. En cuanto a las carnes, el chuletón, el steak tartar y especialmente el solomillo de vaca Marela –considerado una de las mejores carnes de España– siguen la misma línea de calidad. La carta también ofrece varios arroces, como el de marisco con gamba roja y el de pato.
“Mi cocina se basa en el producto”, concluye Alejandro Enériz, “y eso es lo que quiero ofrecer en este rincón del Tubo, sin la formalidad de un restaurante clásico, pero con ingredientes de la máxima calidad”.
Dirección: Calle Blasón Aragonés 6, El Tubo
Restaurante Voltereta

El restaurante Voltereta ha aterrizado en Zaragoza con una propuesta innovadora que promete convertirse en un referente de la escena gastronómica local. Ubicado en Calle de la Salle, 4, junto a la Plaza San Francisco, Voltereta Nueva Zelanda ofrece una experiencia que trasciende la simple gastronomía. Inspirado en los paisajes y la magia de Nueva Zelanda, este nuevo establecimiento transporta a sus comensales a un mundo de fantasía desde el momento en que cruzan la puerta.
La propuesta culinaria de Voltereta es tan cautivadora como su diseño interior, ofreciendo una experiencia gastronómica que fusiona sabores internacionales con toques de la cocina neozelandesa. La carta destaca por su variedad, abarcando desde pequeños bocados hasta platos más elaborados, todos meticulosamente preparados para deleitar los sentidos.
Entre los platos estrella se encuentran las Croquetas Hangi, un guiño a la cocina tradicional de Nueva Zelanda, las Gyozas de rabo de toro, el Solomillo con foie al Pedro Ximénez, y el Bacalao al miso. Otros favoritos incluyen el Steak tartar y el Hummus casero con miel, que añaden diversidad a la oferta.
Dirección: Calle La Salle 4, junto a la plaza San Francisco
Lokal

Después de formarse en la escuela de cocina de Benasque, Ignacio Batanero se trasladó a Berlín, donde pasó siete años trabajando en restaurantes de vanguardia, algunos con estrella Michelin. Sin embargo, decidió regresar a su ciudad natal, Zaragoza, redescubriéndola con una nueva perspectiva.
Con su propio proyecto, ha aterrizado en uno de los corazones históricos y tradicionales de la capital aragonesa: la calle Heroísmo.
En junio de 2024, Ignacio abrió Lokal junto a su compañera Patricia Grau. El nombre refleja su esencia: productos de mercado y proximidad, con un enfoque en la sencillez pero con el toque distintivo que Ignacio ha perfeccionado a lo largo de sus experiencias en la alta cocina.
De Berlín, también trae el aprecio por la estacionalidad en la alimentación, una característica que se refleja en una carta cambiante.
Los nombres de los platos actuales, diseñados para compartir, ilustran esta filosofía: ‘Apio. Queso. Bunker. Manzana. Anacardos’, ‘Corvina a la brasa. Meunière cítrica. Acelga’, ‘Ragú de longaniza de Calatayud. Tupinambo’, ‘Remolacha. Mantequilla tostada. Yogur de oveja’ y ‘Ensaladilla rusa. Vinagreta de ajetes. Anchoas’.
Todo se complementa con una selección de vinos poco convencionales.
Dirección: Calle Heroísmo, 47
Pura Brasa

Los amantes de la comida a la brasa están de suerte con la apertura de Pura Brasa, un nuevo restaurante en Zaragoza. Este establecimiento se encuentra enclavado en uno de los rincones más especiales de la capital aragonesa: el Cabezo Buenavista del Parque Grande José Antonio Labordeta.
En un espacio totalmente renovado, Pura Brasa ofrece una completísima carta de platos a la brasa. De hecho, el 95% de sus platos se sirven asados, lo que garantiza una experiencia culinaria llena de sabor y con el característico toque ahumado.
Pura Brasa trae consigo un concepto gastronómico de calidad que combina la esencia de la cocina tradicional saludable con un enfoque innovador para la experiencia de comer o tapear en un ambiente único.
Dirección: El Cabezo Buenavista del Parque Grande de Zaragoza
La Bocca

La Bocca es un restaurante moderno que ofrece comida casera italiana de calidad para compartir. La carta es correcta y variada, con platos bien presentados y elaborados con productos de calidad. Entre las especialidades de la casa, el risotto de campagna con verduras y pollo parmesano, la tempura de hortalizas con ali oli de tinta de calamar, el carpaccio de ternera con alcaparras y parmesano, la bola de arroz crujiente de manzana caramelizada con nueces y gorgonzola, la hamburguesa piamontesa con provolone y la cuidada selección de pizzas (Pugliese, Campagnola y Calzone de verduras).
Dentro de los postres, merecen mención especial el Tiramisú de la casa, la panna cotta di Nutella, el Coulant de chocolate con helado de vainilla y los canutillos crujientes con chocolate. El servicio del restaurante es rápido y muy agradable.
Buenos vinos italianos a precios asequibles y excelentes licores completan el panorama.
Dirección: Calle Madre Vedruna, 6
Taberna Gastronómica Crudo

La propuesta de la taberna gastronómica Crudo está basada en la calidad del producto para comer crudo, marinado y healthy.
Su carta es una cuidada selección de recetas de la cocina japonesa, latinoamericana y mediterránea elaboradas con carnes, pescados y vegetales crudos, una idea gastronómica que lleva varios años triunfando en Madrid y Barcelona.
Este restaurante pretende popularizar el concepto del raw bar en Zaragoza. Es decir, producto de alta calidad que se saborea mejor en crudo. Como los tartares de solomillo o lomo bajo de vaca, el ceviche de corvina, pulpo y camarón, las sardinas ahumadas, el carpaccio de picanha madurada, las mollejas de vaca o las cocochas de bacalao con puntalette.
Dirección: Calle Doctor Cerrada, 40
Uasabi

El restaurante Uasabi nació en el año 2011, con la idea de ofrecer una propuesta diferente dentro de la oferta gastronómica zaragozana, con platos de cocina japonesa fusionados con la mediterránea y toques de la nikkei.
El chef Abel Mora es capaz de añadir a todos sus platos una huella de altísima elegancia y creatividad, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
La inquietud de este joven emprendedor no tiene límites y siempre está embarcado en alguna nueva aventura, renovando sus platos o viajando para perfeccionar su cocina. Ha conquistado este estatus gracias a una cocina llena de maestría y sofisticación, para tocar el cielo.
Dirección: Calle Cuatro de Agosto, 18 (en el Tubo, justo detrás de Puerta Cinegia), Zaragoza
Ginger Fizz Bar

El Ginger Fizz Bar lo tiene todo para atraer a la gente cool: un cuidado interiorismo en el que el verde de la vegetación y el juego de las luces y sombras de su original iluminación son los protagonistas, mesas comunitarias de madera, ladrillos a la vista, ventanales abiertos a la calle, terraza…
La carta, además, está hecha para producir ataques de priapismo entre los modernos, con una amplia variedad de cócteles (su especialidad) y tapas de estilo joven y creativo, pero sin juegos de manos. Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como el tataki de salmón, langostinos tigre, empanadillas Gyoza, emadames (judías de soja japonesas), nigiris de anguila o su cebiche de atún con zumo de yuzu, entre otras muchas propuestas.
Dirección: Calle Joaquín Costa, 16
La Embajada

Ubicado en el mismo palacete renacentista de principios del siglo XX en la Plaza Aragón, 12, este espacio histórico ha sido testigo del paso de restaurantes como La Mar y Novodabo. Ahora, La Embajada combina la elegancia del pasado con una estética moderna, creando un ambiente sofisticado y accesible que no solo busca deleitar a los amantes de la buena mesa, sino también convertirse en un lugar de encuentro social en pleno centro de Zaragoza.
La Embajada apuesta por una cocina de fusión que combina la gastronomía japonesa y peruana en una barra de sushi en el centro del comedor, donde los comensales pueden disfrutar del espectáculo culinario en directo. La mitad del menú está dedicada a la cocina nikkei, mientras que el chef Boldova mantiene algunos platos emblemáticos de Novodabo para quienes deseen saborear sus recetas más tradicionales. La excelencia en la calidad y presentación de cada plato sigue siendo un sello distintivo.
Además, cuenta con una amplia bodega de vinos, cavas y licores, permitiendo a los clientes maridar su experiencia gastronómica con opciones de alta calidad.
Dirección: Plaza Aragón, 12
Restaurante Es.Table

Después de 10 años al frente de Cancook, el chef Ramcés González, junto con el jefe de sala Diego Millán, ha dado un nuevo paso con la apertura de Es.Table, su bistró en Zaragoza.
Este restaurante, que recientemente se ha trasladado al corazón de la ciudad, en la calle Felipe Sanclemente, 7, ofrece una propuesta gastronómica más relajada, manteniendo la esencia de Cancook, pero con un enfoque más informal y accesible para el día a día. Su antigua ubicación sigue disponible para eventos y celebraciones, lo que permite a los comensales disfrutar de este espacio en diversas ocasiones.
En Es.Table, el servicio y la atención al detalle son fundamentales, mientras que la carta es el eje central de la experiencia gastronómica. Esta propuesta se inspira en los productos aragoneses que han acompañado a Diego y Ramcés durante su carrera, junto con toques de productos nacionales, todo preparado con una técnica impecable. La esencia de la cocina aragonesa que ya se conocía en Cancook se adapta aquí con una visión más cercana, basada en la estacionalidad y en el respeto por la materia prima.
Dirección: Calle de Felipe Sanclemente, 7
La Brasica

Puerta Cinegia ofrece una gran variedad de propuestas gastronómicas para todos los gustos. Desde hamburguesas y perritos calientes hasta mariscos frescos en El Cantábrico. También destacan la zona de curados ibéricos y quesos, y Las Birras, con su amplia selección de cervezas de importación.
En la oferta gastronómica también se encuentra Croquetarte, famosa por sus croquetas, y Los Arroces Cinegia, especializados en arroces al estilo alicantino. La cocina internacional está bien representada con opciones como Club Nikkei, de inspiración japonesa, y El Rodeo, que ofrece comida tex-mex. También están disponibles La Boutique y La Mafia, con su selección de pizzas y pastas, mientras que Viñedos presenta una barra de tapas y vinos.
Para los amantes de la carne, La Brasica es una opción imperdible, con capacidad para cien comensales, que ofrece una amplia variedad de carnes a la brasa. Si palabras como chuletón, ternasco o costillas te hacen salivar, La Brasica es el lugar ideal para ti. Aquí, las brasas se encienden para ofrecer lo mejor de la cocina aragonesa, con platos como suculentos entrecots y carnes sabrosas que conectan con lo más auténtico de nuestra tierra.
Dirección: Puerta Cinegia, Calle Coso nº 35, 1ª Planta
Nativo

Su cocina es muy original, pero los platos siempre son suculentos y reconocibles.
Como por ejemplo, el canelón relleno de longaniza con salsa de boletus. O las berenjenas y las cebolletas braseadas. O los champiñones con ajetes salteados. O la longaniza de Graus, que se acompaña con queso fundido del Somontano o el arroz horneado en brasa con longaniza y costilla de ibérico.
El chef es capaz de añadir una huella de altísima elegancia y creatividad, presente en platos como la picaña (cortes traseros de vaca laminados a la brasa), el taco de atún con cebolla confitada y curry rojo, los huevos rotos trufados con virutas de foie o el cachopo (doble ternera asturiana empanada con jamón serrano y cabrales), donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Dirección: Avenida de Juan Carlos I, 41, frente al Centro Comercial Aragonia
Smooth

El Smooth demuestra que existe hermandad entre las tapas asiáticas, americanas y españolas, y un nivel de excelencia de producto y creatividad comparable a Barcelona o Madrid.
En muy poco tiempo se ha convertido en un restaurante imprescindible en Zaragoza. Ha conquistado este estatus gracias a una cocina llena de maestria y sofisticación, para tocar el cielo. Su carta es asequible, tanto por precio como por longitud.
Encontramos platos de buen producto de la tierra, como el jamón de bellota batido, los corazones de alcachofa o el huevo poche con foie bloc y Pedro Ximénez. Y ejemplos de la imaginación indiscutible del chef, como los tallarines vegetales con cerdo chutney o el timbal de salmón con nieve de burrata y eneldo.
Dirección: Plaza Los Sitios, 18
Gonzo Bitter Bar

El Gonzo Bitter Bar lo tiene todo para atraer a la gente cool: un cuidado interiorismo en el que el verde de la vegetación y el juego de las luces y sombras de su original iluminación son los protagonistas, mesas de madera, ventanales abiertos a la calle…
La carta está hecha para producir ataques de priapismo entre los modernos, con una amplia variedad de cócteles (su especialidad) y platos de estilo joven y creativo, pero sin juegos de manos.
El Gonzo Bitter Bar ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Italia como referencia para sus interpretaciones.
Preparaciones potentes y despojadas. Bocados en apariencia nimios y que explotan como torpedos. Ideas, trasfondo, indagaciones. Esas experiencias que días después siguen enganchadas al cerebro.
Dirección: Plaza de Los Sitios, 9
Carnívoro Wine & Grill

El arte de cocinar una buena brasa no es ninguna bobada. En el restaurante Carnívoro Wine & Grill saben encontrarle el punto perfecto a la carne.
El Carnivoro es un rara avis: un restaurante de lujo donde el máximo reclamo culinario es la brasa y no las recetas barrocas.
El chef tiene la mano rota para administrar las dosis necesarias de brasa directa y humo: es una ecuación de sabor, grasa y humo que haría renegar a Homer Simpson de la chuleta de cerdo.
Todas las carnes, excelentes, se sirven con una piedra de sal de la Himalaya que permite acabar la cocción en su punto deseado.
Dirección: Calle Zurita, 21
La Piedra

La Piedra es un restaurante que cuenta con una dirección y un personal que disfruta con lo que hace y que logra que un espacio pequeño y con pocas mesas se convierta en un lugar especial.
Ocupa un local acogedor, cálido y elegante con un cuidado interiorismo en el que las maderas claras y el juego de las luces y sombras de sus originales lámparas son los protagonistas.
La Piedra es una propuesta idónea para los enamorados apasionados de la carne.
Prueba la especialidad de la casa, el chuletón a la piedra. Una experiencia en la que cada comensal se prepara la carne a su gusto, en la misma mesa, en una piedra de lava caliente.
Acompáñala con unas Piedritas (patatas con salsa de queso).
Dirección: Calle Cortes de Aragón, 64
Méli Mélo

El Méli Mélo es un establecimiento moderno con un toque vintage, que ofrece tapas originales y de calidad en un ambiente cuidado y cercano.
Entre las especialidades de la casa, la patata asada rellena de ternasco (ganadora del 12º Concurso Provincial de Tapas de Zaragoza), el trinxat de patata, col y bacón con huevo mollet y crujiente de torrezno, la butifarra de setas con borraja y alioli de moscatel gratinado, el chupa-chups de ternasco asado con queso de cabra y rebozado con migas de pan, la hamburguesa de rape y gambas con cebolla caramelizada o las delicadas patatas bravas, servidas en un original cucurucho de cerámica.
Dirección: Calle Mayor, 45, a pocos minutos de la Calle San Vicente de Paúl
La Senda

La Senda es un restaurante situado en la céntrica Calle Hernán Cortés, muy próximo a la Puerta del Carmen, que con su cocina creativa, tan atrevida como con los pies en el suelo, se ha convertido en un líder gastronómico indiscutible.
El chef David Baldrich es capaz de añadir una huella de altísima elegancia y creatividad, presente en platos como el huevo cocinado a baja temperatura con bechamel de cebolla, jamón, hongos y ceniza de patata, el macaron de pollo tahi, la croqueta fluida de colifror y jamón, el caramelo de tartar de atún con calabaza y pepino agridulce o la carrillera ibérica regada con salsa de amaretto, puré de patatas a la importancia y esferificación de mango, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Hay un relato que transmite sensaciones y emociones graduadas, como en una montaña rusa en la que se producen subidas y bajadas, contrastes de sabores, texturas, olores y temperaturas.
Dirección: Calle Hernán Cortés, 15
Restaurante Gamberro

El Restaurante Gamberro se ha convertido en uno de los restaurantes imprescindibles de Zaragoza, Aragón y España, donde el chef ofrece lo mejorcito de su creatividad.
El menú Gamberro (14 platos y por 50 euros por persona) es un placer de esos que todo el mundo debería concederse una vez en la vida, o si se puede, una vez al año.
Los responsables del día a día son los chefs Franchesko Vera y Flor García, capaces de añadir a cada plato, además de su arrolladora personalidad, una huella de altísima elegancia e imaginación, presente en creaciones como las ‘krestas de gallo’, el ‘sukei thai’ o la ‘bruma del Moncayo’, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Dirección: Calle Bolonia 26, junto al Paseo Sagasta
Contigo Pan y Cebolla

El Contigo Pan y Cebolla es un establecimiento moderno con un toque vintage, que ofrece comida original y de calidad.
Parece mentira lo fácil que es dejar contentos a los comensales con pequeños detalles y, sobre todo, una cocina auténtica y hecha con pasión Es lo que se respira en este establecimiento con una única pretensión: la de querer gustar.
El local es amplio y con una decoración contemporánea y cálida en tonos negros y blancos. La carta de comida es muy diversa, con unos 20 bocadillos, algunos de ellos muy originales, cuidadas ensaladas y varias especialidades (desde tartar de atún, hasta carpaccio de pulpo con parmentier y helado de remolacha, pasando por un suculento chuletón a la piedra).
Dirección: Avenida Cesaraugusto, 27, entrada Calle Peromarta
Casa Lac

Casa Lac es uno de los restaurantes más antiguos de Europa, con licencia para dedicarse a la restauración desde el año 1825, en tiempos del Rey Fernando VII.
En 2008 se hizo cargo del restaurante Ricardo Gil y aplicó la filosofía de su familia, desarrollada durante más de 30 años en su Restaurante 33 de Tudela, que es aprovechar y sublimar un producto excepcional como son las verduras de la huerta del Ebro.
El estilo de cocina es contemporáneo, basado en la tradición culinaria aragonesa y próximo a todo el público. Con muy buen producto esta casa de comidas renovada con muy buen gusto convence por la sencillez y honradez de su oferta. Hay respeto por la tradición y la calidad de la materia prima. Es puro disfrute.
Dirección: Calle Mártires, 12 (El Tubo)
Goralai

Ubicado donde estaba antiguamente el Aldaba, el Goralai es un restaurante moderno y acogedor decorado en vivos colores naranjas y verdes. Las paredes están adornadas con cuadros de pintores aragoneses de renombre como Jorge Gay, Villarrocha y otros.
El Goralai es un imprescindible de la alta gastronomía en Zaragoza, un estatus que ha conseguido gracias a una cocina llena de maestría y sofisticación.
Este local apuesta por una cocina de autor elaborada con productos de temporada, cercanos y de calidad. El restaurante ofrece una cocina ingeniosa que opta por los productos del país como referencia para sus interpretaciones.
Dirección: Calle Santa Cruz 7
Nómada Street Food

Hay restaurantes que de una manera u otra acaban apareciendo cuando se recomienda un buen restaurante, ya sea en un artículo como este o en una conversación entre amigos.
El Nómada Street Food es un buen ejemplo. Se ha convertido en un líder gastronómico indiscutible, en un restaurante de gran creatividad tan atrevida como con los pies en el suelo.
Nómada apuesta por la mejor comida callejera de los cinco continentes.
Su carta combina platos, bocadillos y raciones con los que dar la vuelta al mundo sin necesidad de moverte de Zaragoza. Su cocina es muy original, pero los platos siempre son suculentos y reconocibles.
Dirección: Paseo Fernando El Católico 37 (Esquina Plaza San Francisco)
Baobab

Situado al lado de la Universidad en Zaragoza, el Baobab es un buen restaurante vegetariano en el que no echarás en falta la carne. Suele estar bastante lleno, sobre todo al mediodía, por lo que recomendamos reservar con suficiente antelación.
El local dispone de unas cómodas sillas para unas mesas bien distribuidas, a una distancia prudencial para que los comensales no se molesten, una buena iluminación y un excelente servicio.
El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones. La carta es sensata, muy adecuada, no extensa pero completa, con abundante mercado y sin excentricidades vanguardistas.
Dirección: Calle Arzobispo Apaolaza, 10
Novodabo

Situado en el número 12 de la Plaza de Aragón, el Novodabo es uno de los restaurantes de Zaragoza que marca la diferencia, con un excelente producto de temporada, una apetecible elección de los elementos que componen un plato, el toque exacto en su elaboración, una presentación creativa, sabores claros y auténticos, un cuidado servicio de sala y una buena bodega.
El menú degustación es un placer de esos que todo el mundo debería concederse una vez en la vida, o si se puede, una vez al año.
Ha conquistado este estatus gracias a una cocina llena de maestría y sofisticación, para tocar el cielo.
Dirección: Plaza de Aragón, 12
Marengo

Hay restaurantes que de una manera u otra acaban apareciendo cuando se recomienda un buen restaurante, ya sea en un artículo como este o en una conversación entre amigos.
El Marengo es un buen ejemplo: local con encanto y cierta solera, localizado en el centro y una cocina elaborada de eternos mediterráneos con algún guiño a Japón y Perú (en su carta están correctamente especificados qué platos no son aptos para alérgicos e intolerante) y postres de escándalo.
Platos entre la tradición y la modernidad que se basan en el producto fresco y de temporada, ya sean de mar o de la tierra.
Cocina muy original con sabores de países lejanos, con platos como el gua bao, gyoza de pollo, el tataki de atún rojo, el wok de solomillo, la entraña argentina o la picaña brasileña.
Dirección: Calle Francisco de Vitoria, 5
Molino de San Lázaro

El Molino de San Lázaro es tan chulo que a veces te hace pensar que estuvieses en un decorado, con su carta escueta pero cuidada y la propia estructura del local, en una casita de dos plantas con una terraza y un patio interior que no tienen rival.
El Molino de San Lázaro apuesta por una cocina tradicional de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad. El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
Espléndida bodega para acompañar.
Dirección: Paseo de la Ribera, 22
River Hall

El River Hall es uno de esos lugares donde parece que el tiempo se haya detenido años atrás, cuando todo era más sencillo y la gente no tenía tanta prisa.
Con su fantástica luz natural gracias a sus paredes de cristal y sus mesas que invitan a la tertulia, “romántico” nunca ha sido más apropiado que aquí.
El restaurante ofrece una cocina imaginativa y vanguardista que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
El chef Víctor Gallego es capaz de añadir a todos sus platos una huella de altísima elegancia y creatividad, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Y qué mejor compañía que la imponente basílica del Pilar bajo la noche iluminada de Zaragoza.
Dirección: Cuarta planta del complejo Aura, Avenida de José Atarés, 7, en la ribera izquierda del Ebro, al lado del puente de la Almozara
La Prensa

La Prensa es en estos momentos uno de los restaurantes de referencia en Zaragoza. La trayectoria de este restaurante, situado en el zaragozano barrio de San José, cerca del Parque de la Memoria se remonta a 1970, cuando era un negocio dedicado a la venta de vinos.
La cocina del restaurante La Prensa podría definirse como cocina creativa pero con base tradicional y algunos toques divertidos. Se elabora una cocina actual con toques de imaginación sobre un producto de calidad. La materia prima es de una calidad excepcional ya que es la única manera de ofrecer un buen producto.
La chef, Marisa Barberán, elabora una cocina actual, en la que sabe aplicar fuertes dosis de imaginación y un gusto exquisito. Día a día, logra la perfecta combinación entre sabores, aromas, colores y texturas utilizando las mejores viandas.
Dirección: Calle José Nebra, 3 (barrio de San José)
Tres Mares

En la búsqueda permanente para encontrar sitios donde la relación entre la comida ofrecida y el precio de la cuenta final tenga cierta consonancia, hemos vuelto a poner a prueba el Náutico Tres Mares, donde el equipo dirigido por Rafael Serrano demuestra diariamente que es posible comer bien y a un precio razonable.
Situado en el antiguo Náutico, local emblemático de los años 80 y 90, el Tres Mares abrió las puertas en noviembre del 2016 apostando por una cocina de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad.
El restaurante ofrece una cocina creativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
Dirección: Paseo Echegaray y Caballero, 82
Cancook

Ramcés González (cocina) y Diego Millán (sala) lograron la primera estrella Michelín del Cancook en 2018. Han conquistado este estatus gracias a una cocina llena de maestria y sofisticación, para tocar el cielo.
El chef Ramces González es capaz de añadir una huella de altísima elegancia y creatividad, presente en platos como el tartar de chuleta a la brasa, gofre de patata y queso; el atún rojo, aguachile y albahaca o el tatín de cabello de ángel y helado de leche quemada, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Dirección: Calle León XIII, 2-4
Quema

Cuando a un espacio acogedor, le sumas buena cocina, nada puede salir más. Y eso es lo que pasa en el Quema.
Llegó sin hacer ruido y poco a poco, se ha convertido en uno de los restaurantes de cabecera para los gastrónomos más exigentes.
En la sede del Museo IAACC Pablo Serrano, justo en el vértice del Paseo María Agustín, se aboca el restaurante Quema, un espacio gastronómico singular que nos propone una cocina de temporada, con platos elaborados a diario, con los mejores productos y en riguroso directo.
No es extraño encontrarse en su carta novedades en cada visita, esto es por el talento incansable e inagotable de Toño Rodríguez, su chef.
Dirección: Museo IAACC Pablo Serrano, Paseo María Agustín, 20
Nola Gras

Suenan ritmos de Luisiana en Zaragoza, la poderosa trompeta de Louis Amstrong, la improvisación del jazz… Bien, nos hemos topado de lleno con Nola Gras, el único restaurante de la ciudad que explora la gastronomía de Nueva Orleans.
Allá por 2018, cuando en la capital del Mississippi se celebraba su conocido carnaval, Mardi Gras, abría sus puertas en la calle Francisco Vitoria este restaurante en armonía con los sabores sureños.
El chef Alejandro Viñal quería que Nola Gras fuera la sede donde degustar las raíces criolla y cajún de su cocina.
Dirección: Calle Francisco de Victoria, 28
Restaurante El Chalet
El Chalet es tan chulo que a veces te hace pensar que estuvieses en un decorado, con su carta escueta pero cuidada y la propia estructura del local, en una casita de dos plantas con una terraza y un patio interior que no tienen rival.
El Chalet apuesta por una cocina tradicional de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad. El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
Cabe destacar, en particular, el steak tartar, el bonito marinado y la brandada de bacalao con berenjena y pilpil de romesco. Espléndida bodega para acompañar.
Dirección: Calle Santa Teresa 25
Restaurante Maite

El restaurante Maite ofrece una cocina que fusiona la tradición con un respeto profundo por el producto y una búsqueda constante de identidad propia. Este restaurante zaragozano se dedica a extraer la mejor versión de cada ingrediente que lleva a la mesa.
Cada detalle es cuidadosamente atendido en el restaurante Maite: desde la selección de vinos que acompañan los platos hasta el servicio impecable con el que se presentan y los postres que culminan la experiencia culinaria de manera exquisita.
El equilibrio de sabores es una constante en cada plato y en el conjunto de su oferta, diseñada para satisfacer a todo tipo de comensales. El restaurante cuenta con una sala principal con capacidad para hasta 30 personas, lo que lo convierte en un lugar ideal, en plena plaza de San Pedro Nolasco, para disfrutar de su carta en un ambiente tranquilo y acogedor.
Dirección: Plaza de San Pedro Nolasco, 5
Bloody

Bloody tiene espíritu clásico, pero gasta un look contemporáneo, en un elegantísimo negro, que se aleja de la madera envejecida y las decoraciones pretransición tan comunes en las coctelerías más canosas. La carta es un prodigio de imaginación de Jimmy Valios, experto barman y creador de la primera escuela de coctelería de Aragón.
Desmiembra las botellas, disecciona la coctelera, hace todo lo necesario para que la copa nos llegue perfecta, con el aura de los brebajes hechos con las entrañas. Aquí Valios y sus discípulos cocinan unos gintónics de altos vuelos y hacen milagros con las recetas de siempre.
Para acompañar, el Bloody dispone de una carta dinámica, llena de producto de mercado, chispas creativas y pequeñas influencias foráneas.
No digáis que no al risotto mar y montaña, la ensalada Caprese, los tacos de cochinita pibil y de gambas en tempura y salsa chipotle, las gyozas con curry verde, el poke bowl de atún rojo, el ramen (salmón marinado templado o conocido también como el cocido japonés) o los garbanzos en diferentes texturas (hummus, falafel y papadum).
De postre, buenísima Tatin (suya), ‘Cheese cake’ y coulán de chocolate.
Dirección: Calle San Miguel, 38
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