Zaragoza está llena de parques y jardines de todo tipo. Algunos de estos espacios de tranquilidad y naturaleza están un poco escondidos. Los hay que merecen una visita de día entero y otros más sencillos.
Os queremos redescubrir los jardines con más encanto de la ciudad, lugares que van más allá del simple parque para pasear al perro. Espacios, en definitiva, donde se respira un ambiente especial o que contienen piezas de arte que son parte de nuestra historia.
Buscando, buscando, hemos contabilizado los 7 más originales y singulares desde el centro hasta las afueras, aunque todos sabemos que son muchos más.
Parque Tío Jorge
En una de las zonas más carismáticas y emblemáticas de la margen izquierda del Ebro se halla este inmenso parque de más de 15 hectáreas de superficie dedicado a Jorge Ibor y Casamayor (1755-1808), más conocido como Tío Jorge, héroe de la defensa de Zaragoza durante el primer Sitio de 1808.
En él se puede disfrutar de grandes extensiones de pradera, arbolado de gran envergadura y un amplio lago artificial con una isla a la que se acceder por un puente de madera.
Ocupa el terreno en que se situaban las Balsas de Ebro Viejo, nombre con el que se conocían en Zaragoza los varios depósitos naturales de agua estancada, que eran propiedad del común y se hallaban situados junto al camino bajo de Juslibol y la arboleda de Macanaz.
Este gran espacio verde, que rodea el monumento al Tío Jorge, es un pequeño oasis de la margen izquierda de la ciudad.
El punto central del parque es el monumento dedicado al Tío Jorge, una estructura de hierro de diecisiete metros de altura en cuya base se encuentra una estatua del Tío Jorge de 2,3 metros de altura esculpida por Ángel Orensanz en piedra.
Dirección: Calle Valle de Broto – Fernando Gracia Gazulla
Parque de la Alfafería
El bonito parque de la Aljafería, situado en el barrio de La Almozara, es un desconocido para muchos zaragozanos. Su configuración es de inspiración árabe con arbolado joven.
Este vasto jardín lleva el nombre de la cercana Aljafería, un palacio construido en el siglo XI, un tiempo en el que Saraqosta, conocida como la ciudad blanca, era la capital de uno de los reinos Taifas musulmanes más poderosos de la Península Ibérica, cuyas fronteras llegaban hasta el mar Mediterráneo.
El parque está lleno de caminos, de laberintos de arbustos, e incluso dicen que varios de los senderos marcados con tablas entre las palmeras siguen el recorrido de antiguos pasadizos que daban acceso al palacio.
También tiene andadores, terrazas, zonas deportivas, juegos infantiles, aguas ornamentales y, al caer la tarde, muchos aficionados a las acrobacias.
Dirección: Entre la Calle Diputados y la Avenida Pablo Gargallo
Parque Grande
Huye de los humos y ruidos del centro de Zaragoza para visitar el Parque Grande José Antonio Labordeta, con sus hermosos jardines creados a principios del siglo pasado. El parque ocupa 409.000 metros cuadrados enmarcados por el Canal Imperial de Aragón, el actual tercer cinturón, el río Huerva y los hospitales Infantil y Miguel Servet.
Este exuberante oasis de verdor y aire puro, compuesto por miles de plantas y árboles, es el gran pulmón de la ciudad. Actualmente, se trata de una de las zonas verdes más utilizadas por los ciudadanos para salir a correr, montar en barca, celebrar picnics o pasear a sus mascotas.
El tren chuchú, las fuentes, el Cabezo Buenavista, el Batallador, el Jardín Botánico, el Rincón de Goya, el Jardín de Invierno, el Quiosco de la Música, los alquileres de bicis, las terrazas (Flandes y Fabiola, en la esquina del paseo Renovales, es la más famosa junto a Las Ocas y sus mesas en la pradera)… el Parque Grande forma parte imborrable de la memoria colectiva de los zaragozanos.
Dirección: El Parque Grande José Antonio Labordeta se encuentra en el distrito Universidad, rodeado por el Canal Imperial de Aragón, el tercer cinturón, el río Huerva y los hospitales Infantil y Miguel Servet
Parque de Macanaz
El Parque de Macanaz es un espacio verde de más de 35.000 metros cuadrados que discurre en paralelo a la ribera del Ebro.
Entre bloques de viviendas se encuentra este espacio amplio, impoluto y etéreo, con una buena plaza con pistas, escaleras, bancos y barandillas por los alrededores.
Este parque es el rincón perfecto para probar tu destreza con la fotografía o simplemente para dar un paseo entre bellas flores, fuentes y arbustos.
Eclipsado por tener enfrente un reclamo artístico como es la basílica del Pilar, este mirador es uno de los mejores y más tranquilos lugares de Zaragoza para contemplar un bonito atardecer.
Dirección: Calle García Arista – Paseo de La Rivera
Parque Palomar
El Parque Palomar debe su nombre a una suntuosa edificación neomudéjar construida en el año 1881, que debió de asombrar a los habitantes no sólo del barrio sino de toda la ciudad de Zaragoza. Su aspecto de castillo dio nombre al lugar, así como el apellido de la familia que lo habitaba, la familia Palomar.
Su fachada principal se orientaba a la avenida de Navarra, mirando a la actual Estación Delicias. La vivienda estuvo habitada de forma intermitente y se empleaba sobre todo para fiestas y celebraciones.
El exterior era muy ostentoso pero sus acabados interiores eran más bien regulares, lo que provocó su rápido deterioro y abandono.
Durante el año 1970 se llevó a cabo la demolición del edificio principal a causa del estado ruinoso del mismo y el consistorio edificó en la antigua finca un parque público de unas 5 hectáreas.
Posteriormente, en 1992, se amplió el parque con los terrenos de la Colonia Tudor, barriada obrera que había dado cobijo a los trabajadores de la antigua fábrica de Tudor, ubicada donde hoy se encuentra el Centro Comercial Augusta.
Dirección: Calle Rioja – Avenida Navarra
Parque Pignatelli
Su entrada se encuentra en la Plaza Velázquez, al inicio del Paseo de Cuéllar y en el final del Paseo Ruiseñores.
En 1920 fue inaugurado este parque que convirtió en zona verde parte de la nueva zona de urbanización que conectaba la Plaza de Aragón con el barrio de Torrero.
Se extiende en paralelo a Cuéllar hasta la iglesia de San Antonio, en lo que fueron viveros del Canal Imperial de Aragón, que se unían, con un paseo, al puerto de Miraflores y a las llamadas Playas de Torrero.
Aquí llegaban las embarcaciones con pasajeros hasta la mitad del siglo XIX y las hortalizas y materias primas hasta la mitad del siglo XX. Desde ese punto, los tranvías, de mulas primero y electrificados más tarde, las bajaban al centro de la ciudad.
El Parque Pignatelli destaca por su gran extensión ajardinada, con amplias arboledas jalonadas por diversas esculturas, como el imponente monumento a Ramón Pignatelli.
Dirección: Paseo de Cuéllar
Parque Delicias
Con algo más de nueve hectáreas de superficie, es uno de los parques de mayor extensión de Zaragoza. Fue construido en 1995 en los terrenos del antiguo Hospital Psiquiátrico Nuestra Señora del Pilar.
Entre bloques de viviendas se encuentra este espacio amplio, impoluto y etéreo, con una buena plaza con pistas, escaleras, bancos y barandillas por los alrededores.
Es un espacio verde que ofrece una de las alternativas más completas de ocio y deporte en el barrio de las Delicias para todos los públicos y edades.
Tiene andadores, terrazas, zonas deportivas, juegos infantiles, aguas ornamentales y, al caer la tarde, muchos aficionados a las acrobacias. A ello se suma un gran estanque y seis más pequeños que suponen todo un recreo para la vista y el oído.
Dirección: En la confluencia de Duquesa Villahermosa y Vía Univérsitas
Parque Bruil
El Parque Bruil es, con 4 hectáreas de superficie, uno de los parques de mayor extensión de Zaragoza. Entre bloques de viviendas se encuentra este espacio amplio, impoluto y etéreo, con una buena plaza con pistas, escaleras, bancos y barandillas por los alrededores. Debe su nombre a Juan Faustino Bruil, destacado banquero y político zaragozano que llegó a ser ministro de hacienda durante el bienio progresista (1854-1856). Fue propietario de la finca en la que se asienta el parque actual durante parte del siglo XIX.
Esparcidos por el Parque Bruil se encuentran los restos del antiguo molino aceitero de Juan Martin de Goicoechea. Esta almazara fue construida en el año 1785 y contaba con seis prensas de las de viga y libra.
El parque está lleno de caminos, de laberintos de arbustos. También esconde algún que otro lugar secreto como un banco en la parte oeste desde el que se ven las mejores puestas de sol. Es bastante tranquilo y familiar. Es frecuente ver a mayores paseando, niños jugando o jóvenes haciendo deporte. Muy cerca se halla el Centro de Historias, un espacio para la creación, la investigación, la divulgación y el debate de la cultura contemporánea.
Dirección: Calle Asalto, s/n
Parque del Agua
El Parque del Agua es una moderna infraestructura surgida en el meandro de Ranillas, tras la Exposición Internacional que acogió Zaragoza en el año 2008 y abarca una superficie de 120 hectáreas, con más de 40.000 arbustos y 25.000 árboles de vegetación autóctona y exótica. Su diseño fue obra de Margarita Jover, Iñaki Alday y Christine Dalnoki.
El parque es un amplio espacio abierto, justo al lado del río Ebro, un gran claro en el bosque plateado repleto de arboledas, gramíneas, tapizantes y jardines, que ha conservado toda la vegetación de ribera existente, principalmente álamos, sauces y tamarices.
El Parque del Agua tiene un poco de todo; patos y cisnes entre los cañizos, campo de golf del modelo ‘pitch & putt’, estaciones de gimnasia, petanca, minifútbol, carril bici, grandes praderas, la llamativa Torre del Agua, un embarcadero y playa fluvial, fuentes de suelo (para caminar entre los chorros en los meses cálidos), el acuario de agua dulce más grande de Europa y una gran noria de 16 metros.
Dirección: Avenida José Atarés, 109
Parque Miraflores
El bonito Parque Miraflores, situado en el barrio de San José, es un desconocido para muchos zaragozanos.
Está situado en una zona muy céntrica y urbanizada, de casi ocho hectáreas en un área rectangular, que constituye un pulmón verde entre la avenida de Cesáreo Alierta, Camino de las Torres, Tenor Fleta y San José.
Entre bloques de viviendas se encuentra este espacio amplio, impoluto y etéreo, con una buena plaza con pistas, escaleras, bancos y barandillas por los alrededores.
Es un espacio verde que ofrece una de las alternativas más completas de ocio y deporte en el centro de Zaragoza para todos los públicos y edades.
Dirección: Accesos por Tenor Fleta, Césareo Alierta y Camino de las Torres
Parque de la Granja
El bonito Parque de la Granja, situado en el barrio de San José, en la continuación de Césareo Alierta y junto al Príncipe Felipe, es un desconocido para muchos zaragozanos.
Entre bloques de viviendas se encuentra este espacio amplio, impoluto y etéreo, con una buena plaza con pistas, escaleras, bancos y barandillas por los alrededores. También una acequia que en su día servía a las granjas que hubo aquí.
Es frecuente ver a mayores paseando, niños jugando o jóvenes haciendo deporte.
Dirección: Accesos por Camino de Cabaldos, Tenor Fleta y Césareo Alierta
Parque del Barranco
El Parque del Barranco es un gran espacio verde salpicado por las notas de color de las flores y los árboles, que se extiende monte arriba. En la parte más alta hay unos estanques interconectados donde viven diferentes especies de anfibios y plantas de agua.
Está lleno de caminos, de laberintos de arbustos, e incluso dicen que varios de los senderos entre las pinos siguen el recorrido de antiguas trincheras de la Batalla de Zaragoza (1710),
También esconde algún que otro lugar secreto como un banco en lo alto de la colina que hay en la parte oeste, desde el que se ven las mejores puestas de sol.
Es bastante tranquilo y familiar. Es frecuente ver a mayores paseando, niños jugando o jóvenes haciendo deporte.
Dirección: Camino de la Paridera de Arráez, s/n, entre Puerto Venecia, el cuartel de la Policía Local y el Cementerio de Torrero
Parque Lineal de Plaza
El Parque Lineal de Plaza es un espacio verde con más de 4 km de largo, situado entre los edificios de la Plataforma Logística de Zaragoza y el Canal Imperial. Fue diseñado entre los años 2003 y 2004 por el paisajista e ingeniero técnico agrícola Pedro Tejero-Garcés Monclús.
Con sus 678.000 m2 es la segunda zona verde en extensión de Zaragoza tras el Parque del Agua. Nació con 5.000 árboles y 8.000 arbustos plantados.
En el Parque tenemos dos zonas que confluyen, a un lado la vegetación natural pegada al Canal, con grandes álamos, y al otro, el resto del Parque, formado por árboles muy jóvenes.
Existen 12 kilómetros de andadores en el parque uniendo sus lugares más significativos como los tres laberintos (Bidimensional, Solar y Barroco), la Plaza de las Cinco Culturas y la Atalaya.
Dirección: Entre los edificios de la Plataforma Logística de Zaragoza y el Canal Imperial
El Jardín de la Memoria
El Jardín de la Memoria es uno de los parques más grande de San José y, por tanto, uno de sus pulmones más importantes.
En 1985, la Asociación de Vecinos de San José logró que los terrenos de la antigua fábrica de textiles Pina se convirtiesen en una zona verde construida desde la participación vecinal directa, que terminaría convirtiéndose en el actual Jardín de la Memoria.
En el centro de este jardín se encuentra La Bañista, obra del escultor escultor Carlos Ochoa. La Bañista es la representación de una figura femenina que tiene intención de tomarse un baño en el estanque de Cantarranas, anhelo que los vecinos del barrio de San José tenían por conseguir una zona de baño en el propio parque y que propició la elaboración de la misma.
Dirección: Accesos por Avenida San José, Pintor Marín Bagués y Joaquín Sorolla
Parque de la Sedetania
El bonito Parque de la Sedetania, situado en el barrio de la Bombarda, es un desconocido para muchos zaragozanos. Merece la pena conocerlo, ya que es una de las áreas verdes más nuevas y también más contemporáneas con las que cuenta Zaragoza.
A pesar de tener al lado el bullicio de Vía Hispanidad y las Avenidas Navarra y Madrid, dentro de este lugar profundo, verde y luminoso, con miles de árboles y plantas de todo el mundo, es fácil sentir que la vida de la ciudad ha quedado en suspenso.
Su nombre hace referencia a la Sedetania, el nombre con el que los íberos denominaban el valle del Ebro. Y es muy curiosa esa denominación tan antigua para un parque que irradia modernidad en su equipamiento. Basta con fijarse en sus singulares pérgolas y bancos metálicos, de un atrevido diseño contemporáneo.
Dirección: Vía Hispanidad – Calle Brea de Aragón
Parque de Oriente
Conocido por su gran reloj solar y su puerto fluvial, este parque es un desconocido para muchos zaragozanos. Merece la pena conocerlo, ya que es una de las áreas verdes más nuevas y también más contemporáneas con las que cuenta Zaragoza.
Su nombre tiene relación con ser la zona verde de la ciudad más al oriente en el desarrollo urbano de Zaragoza.
El Parque de Oriente tiene una superficie de 17.000 metros cuadrados, una extensión más que destacable de césped y arbolado a base de pinos, olivos, chopos o cipreses.
Dirección: Calle Balbino Orensanz
Parque de Vadorrey
Este parque se encuentra en el barrio de Vadorrey, muy cerca de la desembocadura del río Gállego.
Justo al lado del bullicio del Paseo de La Ribera, dentro de este lugar profundo, verde y luminoso, es fácil sentir que la vida de la ciudad ha quedado en suspenso.
El parque está lleno de caminos, de laberintos de arbustos y de naturaleza silvestre. También esconde algún que otro lugar secreto como un banco en la parte oeste desde el que se ven las mejores puestas de sol.
Es frecuente ver a mayores paseando, niños jugando o jóvenes haciendo deporte.
Si buscas tranquilidad, entre semana la encontrarás sin ningún tipo de duda.
Dirección: Calle Jesús Burriel – Paseo de La Ribera
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