Llevas toda la vida viéndolas. Y, sin embargo, es más que probable que desconozcas la historia que encierran. Zaragoza está llena de esculturas de la naturaleza más variopinta: muchas recuerdan a personajes clave de la ciudad o el país. Otras representan motivos artísticos de lo más variado. Pero todas ellas guardan secretos que merecen ser contados. Aquí va una pequeña selección con algunos de los datos más curiosos que hemos encontrado.
Niño sentado mirando a la Torre Nueva
En la Plaza de San Felipe hay una escultura muy particular. Se realizó para la remodelación de la Plaza de San Felipe y en memoria de la Torre Nueva. No destaca por su monumentalidad, ni por representar a un personaje ilustre. Se trata de un muchacho anónimo sentado en el suelo de la plaza.
La figura, obra de Santiago Gimeno Llop, parece mirar donde estaba en su día la Torre Nueva, situándose la mirada en la altura máxima de la torre. El muchacho contempla la altura vacía, nuestro pasado cercenado. Admira la Torre Nueva, que allí existió durante casi cuatro siglos.
Con esto se pretendía realizar un diálogo entre lo contemporáneo representado por la figura y el pasado cuya protagonista era la torre.
Dirección: Plaza de San Felipe
El Pastor del Águila
La escultura representa a un pastor semidesnudo que protege a su rebaño del ataque de un águila alzando su brazo izquierdo como barrera, mientras que con su mano derecha calma a un cordero que reposa sus patas delanteras en las piernas del pastor.
Junto con el ‘Pastor de la flauta’ y ‘La Vendimiadora‘, ambas de 1928, es una de las tres esculturas que realizó Pablo Gargallo para el proyecto de ornamentación de la plaza de Cataluña, de Barcelona, en una de cuyas ornacinas sigue instalada, como lo está el otro pastor, mientras la vendimiadora fue pronto trasladada a los jardines de Miramar, donde permanece.
Dirección: En la intersección de las calles Alfonso y Antonio Candalija, la vía que accede directamente al Museo Pablo Gargallo
Fuentes de los niños con peces
Desde principios del siglo XIX, la zona central de la Plaza del Pilar frente a la fachada sur del templo contaba con dos fuentes de granito que sólo servían de bebedero a las abundantes palomas del lugar. En 1979 la concejalía de cultura del Ayuntamiento de Zaragoza encargó un proyecto de ideas para transformar las simples fuentes de granito de la plaza, en elementos con valor artístico.
El escultor Francisco Rallo planteó dos grupos de niños con peces, realizados en bronce, que mantendrían el uso para las aves y tambien tendrían una utilidad pública. En las figuras, de poco más de un metro de altura, el artista apuesta por el modelo barroco de reencuentro con la naturaleza y las raíces mitológicas, que tan usuales son en las fuentes de este periodo de la historia del arte.
En 2020, cuando hubo que restaurar estas dos esculturas debido a la corrosión, se decidió que no volverían a ser unas fuentes, puesto que el agua había sido una de las responsables en los daños ocasionados.
Dirección: Zona central de la Plaza del Pilar, junto a la Basílica
César Augusto
Junto a la Muralla Romana y el Torreón de la Zuda, se encuentra la estatua de César Augusto, el fundador de la ciudad.
La escultura original apareció en Roma en 1863, cuando se excavaba un palacio que había pertenecido a la esposa de Augusto, en los alrededores de una zona conocida como Prima Porta.
La réplica que podemos ver al lado de las murallas romanas de Zaragoza fue un regalo de Mussolini, hecho en el año 1940 a la ciudad para celebrar el origen romano de la capital aragonesa.
El bronce nos muestra al emperador en trance de arengar a las tropas, descalzo, con traje militar de gala, túnica, coraza y paludamentum, la capa encarnada recogida en el antebrazo izquierdo.
Dirección: Avenida de César Augusto, 112, junto a las Murallas Romanas y a un paso del Mercado Central
La Siesta
En las calles y suelos de Zaragoza nos encontramos con numerosas esculturas. Pequeñas piezas de gran calidad artística que mejor podrían contemplarse y conservarse en un museo.
Un buen ejemplo, bien conservado y arropado por la hiedra que lo envuelve, discreto en sus pretensiones pero que embellece un lugar de paso muy concurrido entre el comienzo del paseo de Sagasta y la plaza de Paraiso es el cuerpo tallado de una mujer echando la siesta que el artista turolense Enrique Galcerá esculpió hacia 1960.
Sobre una base lisa rectangular podemos contemplar la figura de una joven campesina reposando su cabeza sobre un haz de espigas de trigo. Está durmiendo tranquilamente, quizás tras un largo día segando en el campo.
‘La Siesta’ es una escultura amable, de estética inocentista y alejada de las corrientes artísticas. Con esta pieza Galcerá ganó la Medalla de Plata en la II Bienal de Pintura y Escultura de Zaragoza en 1963.
Dirección: Paseo de Sagasta, 2
Agustina de Aragón
Aunque arrancase de más antiguo, la idea de un monumento dedicado a la heroína Agustina de Aragón, fue presentada en el año 1901 por el concejal Rafael Pamplona Escudero.
Lo que en principio se planteaba como un busto, ofrecido a la ciudad por Mariano Benlliure, se amplia después a un monumento de más envergadura. Así lo acuerda la Comisión Ejecutiva del Centenario en 1907 que aprueba también el encargo a Benlliure. Éste lo acepta. Y pronto se establece la ubicación en la plaza del Portillo.
Hay cierto retraso en las obras de cimentación, pero Benlliure lleva adelantado su trabajo en marzo de 1908. Las esculturas de Benlliure llegan a Zaragoza en septiembre del mismo año. Y el monumento se inaugura el 29 de octubre de 1908.
El monumento fue inaugurado, con asistencia de los Reyes de España, el 29 de octubre de 1908, al día siguiente de la inauguración del Monumento a los Sitios.
Dirección: Plaza del Portillo
Fuente de la Samaritana
La Samaritana es una fuente escultórica fundida en hierro en los talleres de Averly. Representa a la samaritana a quien Jesús pidió de agua en el evangelio de San Juan, en forma de una ninfa que vierte agua de un ánfora y está inspirada en el repertorio ornamental del romanticismo francés.
Originalmente, se instaló en la plaza de la Seo en 1886. En 1962, la fuente fue desmontada de su ubicación original y se trasladó al Parque Bruil.
Dos años después la fuente fue colocada en su actual emplazamiento en la Plaza del Justicia, junto a la Iglesia de Santa Isabel de Portugal.
Dirección: Plaza del Justicia
Niño con Estrella
Paseando por el Parque Grande José Antonio Labordeta nos encontraremos con el monumento ‘Niño con Estrella’, un precioso homenaje a Ruben Dario obra del escultor aragonés Ángel Orensanz.
El Ayuntamiento de Zaragoza encargó la obra en 1967 a un jovencísimo Ángel Orensanz, para conmemorar el centenario del nacimiento del genial escritor nicaragüense.
El monumento se compone de una enorme roca sobre la que se sitúa una estatua de bronce que muestra a un niño atrapando una estrella (símbolo alegórico de la poesía). El autor buscaba la conjunción de la escultura con la vegetación, algo que logró con el follaje, que hace que la obra cambie de aspecto según la estación en la que se encuentre.
Debido a la gran altura a la que se se sitúa la figura del niño, el espectador percibe únicamente su silueta y la del astro que atrapa entre sus manos.
Dirección: Parque Grande José Antonio Labordeta
Wild Relative (Pariente Salvaje)
En la margen derecha del río Ebro, entre el Puente de Piedra y el Puente de Santiago, a la altura del edificio del Ayuntamiento de Zaragoza, la escultura de Tony Cragg (Liverpool, 1949), Premio Turner en 1988, se sitúa en la acera, a la altura de los paseantes.
Wild Relative (Pariente salvaje) representa el perfil del rostro de una figura de rasgos desfigurados e incapaz de avanzar, tal es la fuerza del viento que la agita.
Según la perspectiva desde la que se mire, cambia de forma, haciendo de esta estatua un juego visual y metafórico, al mismo tiempo.
Dirección: Paseo Echegaray y Caballero, entre el Puente de Piedra y el Puente de Santiago
Fuente de las Aguadoras
El nombre del barrio de Las Fuentes tiene su origen en los muchos manantiales y lagunas que se formaban en esta zona durante las crecidas del Ebro y el Huerva.
Paradójico resultaba que en el barrio de Las Fuentes no hubiera ninguna fuente ornamental, así que eso fue durante años uno de los anhelos más insistentes de los vecinos. Para darle respuesta, el Ayuntamiento encargó una en el año 1980 al Servicio de Parques y Jardines: Rafael Barnola dibujó un boceto y se puso en contacto con Enrique Galcera, el autor de La Siesta, quien trasladó el encargo a su esposa, Luisa Granero.
Producida en el contexto del ‘retorno a la escultura’ que marcó el inicio de la década de los ochenta, la Fuente de las Aguadoras se reafirma en los valores plásticos de la escultura figurativa.
Dirección: Avenida Compromiso de Caspe
Escultura de Lucas Miret Rodríguez
Lucas Miret Rodríguez, hijo de Carlos Miret, arquitecto y urbanista, y Milagros Rodríguez, psicoanalista, falleció el 19 de junio de 1996 a la edad de 19 años víctima del SIDA, enfermedad de la que se infectó tras una trasfusión que trataba su hemofilia.
Los años posteriores a la muerte de Lucas fueron muy duros para sus padres y hermanas. En 1998, visitaron la Expo de Lisboa y Milagros, para motivar a su esposo, le animó a involucrarse en la puesta en marcha de un proyecto similar para Zaragoza.
Así nació el proyecto de diseñar una Exposición Internacional para Zaragoza. Tras la celebración de la muestra llegaron los reconocimientos para Carlos Miret y su hijo Lucas, a quien se le erigió una escultura en bronce en la zona Expo, junto al Palacio de Congresos y al Pabellón Puente.
Dirección: Recinto Expo 2008, junto al Palacio de Congresos y al Pabellón Puente, en la denominada Plaza Lucas Miret Rodríguez
Escultura de Eduardo Jimeno Correas
Una escultura en la Plaza Ariño (visible desde la Calle Don Jaime) recuerda a Eduardo Jimeno Correas, autor de la primera película rodada en España. Fue en Zaragoza, a pocos metros de donde se encuentra el monumento, donde se filmó el 11 de octubre de 1896 ‘Salida de la misa de doce del Pilar’.
La historia del cine comienza el 28 de diciembre de 1895, fecha en la que los hermanos Lumière proyectaron públicamente en Lyon ‘Salida de obreros de una fábrica francesa’ y otras ‘escenas naturales’, simples filmaciones de eventos reales que asombraban a los espectadores de la época. Eduardo Jimeno Correas y su padre Eduardo Jimeno Peromarta viajaron en junio de 1896 a la fábrica de los Lumière en Lyon y adquirieron un cinematógrafo, con el objetivo de exhibir películas en Zaragoza.
En septiembre de 1896, abrieron en el número 27 del Paseo Independencia (entre las calles Sanclemente y García Gil) el primer establecimiento dedicado a la proyección de cine en la ciudad. Sin embargo, en octubre con las Fiestas del Pilar, apareció un duro competidor, la barraca cinematográfica de Estanislao Bravo.
Los Jimeno aprovecharon que el cinematógrafo Lumière servía indistintamente para proyectar y para grabar, para captar unas imágenes de Zaragoza como reclamo publicitario. El día 11 de octubre, desde un balcón situado próximo a la Basílica del Pilar, grabaron sin ningún preparativo la salida de los fieles de misa de doce.
Dirección: Plaza Ariño (visible desde la Calle Don Jaime)
Mujer dormida
En muchas ocasiones solemos pasear por la ciudad sin fijarnos mucho en lo que tenemos a nuestro alrededor. Ese es el caso de ‘Mujer dormida’, una preciosa escultura situada en la bifurcación del Paseo de la Constitución con la Plaza Aragón que pasa bastante desapercibida.
En 1922 el Ayuntamiento de Zaragoza encargó al artista José Bueno, también autor del monumento a Alfonso I El Batallador en el Parque Grande, una escultura llamada “La Tarde” para colocarla en un jardín de la vía pública.
Bueno representó un desnudo femenino, hecho que motivó que una moción municipal impidiera que esta escultura se instalara en la calle, “por razones de moralidad pública”. José Bueno cobró por “La Tarde” 6.000 pesetas, y como agradecimiento al pago de una obra que no iba a ser expuesta, donó otra obra que había realizado entre los años 1919 y 1920 en su taller de la calle Cervantes: ”Mujer dormida”.
“Mujer dormida”, obra menos ambiciosa pero de indudable encanto, se emplazó finalmente en su actual ubicación en 1924.
Dirección: Bifurcación del Paseo de la Constitución con la Plaza de Aragón, justo enfrente del emblemático Paraninfo y del Monumento a Basilio Paraiso
Escultura de Miguel Servet
Una escultura de bronce con la imagen de Miguel Servet preside desde octubre de 2004 la entrada principal del hospital zaragozano que lleva su nombre.
La obra fue realizada por la escultora suiza Clotilde Roch en 1908 y representa a Miguel Servet sentado y abatido, con la ropa raída y los zapatos rotos, esperando en la prisión de Ginebra a ser conducido a la hoguera.
Es una pieza excepcional, porque la creó una de las pocas escultoras de finales del siglo XIX y principios del XX, y por su factura, cercana a Rodin, y con un estilo delicado y bellísimo.
Dirección: Hospital Miguel Servet, Avenida Isabel la Católica, 1-3
El Caballito de la Lonja
El caballito de la Lonja homenajea al fotógrafo minutero Ángel Cordero, que en 1925 se instaló en la plaza que hay detrás de la Lonja para retratar a los niños subidos a su caballito de cartón piedra. Dedicó más de 50 años de su vida a sacar una sonrisa a miles de niños zaragozanos.
Cuando se retiró en 1978, el Ayuntamiento de Zaragoza quiso recordarlo colocando en esa misma ubicación una estatua de bronce de Francisco Rallo, que representara el caballito de cartón, para que pequeños y mayores pudieran seguir haciéndose fotos con el.
Dirección: Calle Don Jaime I, 62, justo detrás de la Lonja
Alfonso I el Batallador
El año 1918 se cumplía el octavo centenario de la reconquista de Zaragoza por el rey Alfonso I. Con tal motivo se constituyó la Junta del Octavo Centenario, que entre otras actuaciones decidió levantar un monumento en memoria del rey.
El proyecto elegido fue el del joven escultor zaragozano José Bueno, también autor del monumento a Mariano Cavia en la Plaza Aragón, recién llegado de su estancia en la Academia Española de Bellas Artes de Roma.
A finales de 1920, José Bueno ya tenia terminado el modelado de la estatua en tamaño definitivo. Poco después fue pasada a mármol de Carrara por el italiano Gabriel Bechini en Barcelona, siendo posteriormente trasladada por piezas hasta Zaragoza. En 1923 se realizó el pedestal y se acabó de montar la estatua.
En 1927 se añadió el león en bronce, obra del comandante de infantería Virgilio Garrán y fundida en los talleres Averly.
Dirección: Cabezo de Buenavista, un montículo situado al final del Paseo de San Sebastián del Parque Grande José Antonio Labordeta
Leones del Puente de Piedra
El origen de estos leones se remonta al año 1656 y su colocación tenía como finalidad conmemorar la culminación de las obras acometidas en el Puente de Piedra.
La estructura del Puente de Piedra que hoy conocemos comenzó a construirse en el siglo XV. Sin embargo, las continuas crecidas del Ebro provocaron su destrucción y reconstrucción en varias ocasiones a lo largo de los siglos. Tras la del año 1656, a cargo de Felipe de Busignac y Borbón, se decidió conmemorar el fin de la reconstrucción con la colocación de cuatro leones de piedra.
Los leones que hoy vemos no son los mismos de entonces. En 1906 el puente sufrió una desafortunada remodelación, se demolieron las torres que flanqueban el puente y se eliminaron los leones, que acabaron en una escombrera.
En 1991, el escultor Francisco Rallo realizó en bronce las figuras de los leones que pueden verse en la actualidad y que tenían como objeto dar una imagen al Puente de Piedra lo más parecida posible a la que antiguamente presentaba.
En lugar de reproducirlos Rallo decidió realizar cuatro leones despiertos y protegiendo la ciudad: dos miran a la calle don Jaime, y otros dos miran hacía el Arrabal.
Dirección: A ambos extremos del Puente de Piedra
La Vendimiadora
La escultura ‘La Vendimiadora’ (1928) de Pablo Gargallo se ubica en la calle Candalija y es una invitación explícita a los paseantes para entrar en el museo dedicado al escultor aragonés situado en la Plaza de San Felipe.
La monumental escultura es copia del único ejemplar que existía, ubicada en los jardines de Miramar, en Barcelona, aunque inicialmente estaba destinada a formar parte de la decoración de la Plaza de Cataluña.
Junto con el ‘Pastor de la Flauta’ y ‘El Pastor del Águila‘, ambas de 1928, es una de las tres esculturas que realizó Gargallo para el proyecto de ornamentación de la plaza de Cataluña, de Barcelona, con motivo de la celebración de la Exposición Universal de 1929.
Dirección: Entre la Calle Candalija y la Plaza de San Felipe
Fernando el Católico
En mayo de 1968 el alcalde de Zaragoza Cesáreo Alierta encargó a Juan de Ávalos en nombre del Ayuntamiento el proyecto de una escultura conmemorativa del Rey Fernando el Católico.
Era su primera obra para Zaragoza, aunque contaba con los precedentes en Aragón del túmulo a los Amantes de Teruel (1955) y del monumento al padre Polanco (1953).
El artista gozó de una libertad total para idear y abordar la obra. En 1968, con los primeros bocetos y documentos gráficos proyectados por Ávalos, el Ayuntamiento anunció que la escultura sería de bronce y representaría al monarca con el manto real, portando una espada sobre su pecho, mediría cuatro metros y medio de altura y pesaría dos mil kilos.
En los primeros meses de 1969 tenía terminada la obra a escala real, y en junio se acometió la fundición en Madrid.
Dirección: Plaza de San Francisco
Fuente de Neptuno
Aunque su nombre real es el de Fuente de la Princesa, todo el mundo en Zaragoza conoce este monumento como Fuente de Neptuno. La fuente fue realizada en 1833 por el escultor Tomás Llovet y fue la primera fuente de agua potable monumental que tuvo la ciudad de Zaragoza.
Desde su pedestal, que la ubica a tres metros de altura, entre delfines, Neptuno asiste al paso de la gente que deambula. Además del dios Neptuno, la fuente está decorada con cuatro fantásticos delfines o tritones. La imagen se inspira en la fuente del mismo dios que hay en el centro de Madrid.
Se instaló en la Plaza de San Francisco (actual Plaza de España) en 1845 en conmemoración del juramento como princesa heredera de la futura reina Isabel II.
Dirección: Parque Grande José Antonio Labordeta
El Alma del Ebro
Liverpool tuvo a su “Dream” en 2009, Nueva York a su “Echo” en 2011, Alberta a su “Wonderland” en 2012, Venecia a su “Rui Rui” en 2013 y, el año pasado, “Julia” se instaló en la Plaza de Colón para goce y disfrute de los madrileños.
En Zaragoza podemos disfrutar de “El Alma del Ebro”, uno de los más reconocibles y reconocidos rostros gigantes del artista internacional Jaume Plensa desde 2008.
La impresionante escultura, de 12 metros de alto y 7,5 metros de ancho, está situada en la plaza Lucas Miret Rodríguez, frente al Palacio de Congresos del recinto Expo.
Es una pieza única y original formada por letras blancas de acero inoxidable y que invita al espectador a reflexionar y que ha sido definida por el propio autor como “una arquitectura que protege algo muy frágil como es el alma”.
Dirección: Recinto Expo 2008, junto al Palacio de Congresos
General Palafox
En 1985 se creó la Asociación Cultural “Los Sitios de Zaragoza” siendo uno de sus fines “promover cuantas actividades puedan ayudar a la difusión y conocimiento de la historia de los Sitios”. En la mente de la primera Junta Directiva siempre estuvo el sacar adelante la idea de construir un monumento al General Palafox. Se convocó un premio artístico en 1989 que permitiese disponer de un proyecto de monumento para desarrollar la idea y el proyecto premiado fue el del escultor Ignacio Rodríguez “Iñaki”.
Para la cabeza del general (aspecto físico del rostro) se fijó en el cuadro de Francisco de Goya pintado en 1814 y depositado en el Museo del Prado de Madrid.
Dirección: Plaza Jose Maria Forqué
El Cantero
La plaza de las Canteras está situada en la confluencia de la Avenida de América y la Calle Fray Julián Garcés, en el barrio de Torrero.
El nombre de la plaza tiene su origen en que era aquí donde se almacenaba el yeso procedente de las canteras cercanas, principal actividad económica de Torrero durante los siglos XIX y XX.
En 1991 el arquitecto Alberto Mendo rehabilitó la plaza y propuso a Gregorio Millas la realización de una fuente y un medallón conmemorativos; el artista decidió ampliar la idea inicial incluyendo en el conjunto una escultura.
La obra se concibe como un homenaje al trabajo, de ahí su dedicación por una parte a los trabajadores de las canteras que dieron nombre al lugar donde se emplaza, y al maestro Manuel Villanueva por su labor en el fomento de la cultura en el barrio de Torrero.
Dirección: Plaza de las Canteras
Escultura homenaje a Einstein
Un memorial ubicado en el exterior del Puente Zaha Hadid recuerda desde marzo de 2023 el centenario de la visita de Albert Einstein a Zaragoza.
El memorial está compuesto por varias piezas que recuerdan su legado permanente y sus mayores logros como son las Teorías Especial y General de la Relatividad.
El ingeniero Juan Antonio Ros y su hijo arquitecto Teo Ros son los autores del monumento al científico nacido en Ulm (Alemania), que incluye una efigie de bronce a tamaño real de Einstein, dos relojes solares singulares, una ecuación que es el símbolo de la Teoría de la Relatividad (e=mc2), una representación gráfica de la Teoría General de la Relatividad y la frase ‘The important thing is not to stop questioning’ (‘Nunca dejes de preguntarte’), lema por excelencia del Premio Nobel de Física.
Albert Einstein visitó Zaragoza en el año 1923, dos años después de recibir el Nobel de Física, no por su revolucionaria Teoría de la Relatividad sino por otra demostración sobre la luz y el efecto ‘fotoeléctrico’. Considerado como el mayor genio del siglo XX, sentó las bases de la actual física moderna.
Dirección: Exterior del Puente Zaha Hadid, sede de Mobility City, desde su acceso por el barrio de la Almozara