Locales íntimos, que embriagan por sus vistas, por su buena comida o sus menús expresamente preparados para celebrar el día más romántico del año. Otro año más se acerca San Valentín, una fecha tan amada como odiada. Y como cada 14 de febrero llegan también los quebraderos de cabeza. ¿Que le compro? ¿Con qué le sorprendo?…
Sí, ya sabemos que el Día de los Enamorados es un poco cursi, pero en ZaragozaGuía tenemos un dogma de fe: aunque sea de forma rabiosamente efímera y banal, comer bien da la felicidad y comer en buena compañía la multiplica.
Te invitamos a que agarres del brazo a ese chico (a) y que lo saques a descubrir la Zaragoza gastronómica. Y si no hay media naranja, siempre puedes arrastrar a tus amigos u amigas o hacerte un homenaje a ti mismo.
Si queréis sorprender a vuestro acompañante o terminar de conquistarlo, no os perdáis los restaurantes románticos de Zaragoza que hemos seleccionado para esta ocasión. ¡Solo tenéis que escoger el que más os guste, y que cupido os acompañe!.
Uasabi
El restaurante Uasabi nació en el año 2011, con la idea de ofrecer una propuesta diferente dentro de la oferta gastronómica zaragozana, con platos de cocina japonesa fusionados con la mediterránea y toques de la nikkei.
El chef Abel Mora es capaz de añadir a todos sus platos una huella de altísima elegancia y creatividad, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
La inquietud de este joven emprendedor no tiene límites y siempre está embarcado en alguna nueva aventura, renovando sus platos o viajando para perfeccionar su cocina. Ha conquistado este estatus gracias a una cocina llena de maestría y sofisticación, para tocar el cielo.
Dirección: Calle Cuatro de Agosto, 18 (en el Tubo, justo detrás de Puerta Cinegia)
Finca la Bombonera
Finca la Bombonera se ha convertido en un líder gastronómico indiscutible, en un restaurante de gran creatividad tan atrevida como con los pies en el suelo. Su cocina es muy original, pero los platos siempre son suculentos y reconocibles.
Como por ejemplo, los raviolis con foie. O los huevos rotos en salsa de setas. O los daditos de solomillo estilo porteño, de una cremosidad perfecta.
El chef es capaz de añadir una huella de altísima elegancia y creatividad, presente en platos como el el semicarpaccio de solomillo o el atún en chimichurri, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Dirección: Calle Jose Maria Lacarra de Miguel, 11
Asian Caffe
Situado en la céntrica Calle Madre Vedruna, el Asian Caffe abrió las puertas en mayo del 2003 apostando por una cocina de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad.
La carta es sensata, muy adecuada, no extensa pero completa, con abundante mercado, sin excentricidades vanguardistas, muy apropiada a los tiempos que corren.
La carta de vinos es completa, diversa, a nivel geográfico y económico. Recomendamos escuchar los acertados consejos del sumiller.
Queremos destacar los platos para compartir, bien presentados, con una buena cantidad y en su punto.
Dirección: Calle Madre Vedruna 9, Zaragoza
El Bula Lacarra de Miguel y El Bula Mártires
En Zaragoza hacía falta un local de tapas de estilo creativo y joven, pero sin juegos de manos.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como el rulo de cabra a la plancha con confitura de tomate, la tostada de foie a la plancha o los revueltos de trigueros y boletus, pero sobre todo buen producto a precio asequible como el solomillo de cerdo ibérico en adobo sobre pan con tomate con casse o las patatas bravas gajo con espuma de nitrógeno de alioli, mayonesa de oliva negra y picante casero. Todo de primera.
Las brutales croquetas merecen destacarse por encima del río de croquetas que nos sepulta.
Entre su amplia variedad de carnes, recomendamos el chuletón de vaca vieja gallega, el solomillo de vaca a la brasa, el lomo de buey black angus de Nebraska a la parrilla y los dados de solomillo de vaca salteados con langostinos y salsa perrins.
Direcciones:
El Bula Lacarra de Miguel, Calle Lacarra de Miguel, 23
El Bula Mártires, Calle Mártires, 8, en el Tubo
Nola Gras
Suenan ritmos de Luisiana en Zaragoza, la poderosa trompeta de Louis Amstrong, la improvisación del jazz… Bien, nos hemos topado de lleno con Nola Gras, el único restaurante de la ciudad que explora la gastronomía de Nueva Orleans.
Allá por 2018, cuando en la capital del Mississippi se celebraba su conocido carnaval, Mardi Gras, abría sus puertas en la calle Francisco Vitoria este restaurante en armonía con los sabores sureños.
El chef Alejandro Viñal quería que Nola Gras fuera la sede donde degustar las raíces criolla y cajún de su cocina.
Dirección: Calle Francisco de Victoria, 28
Nativo
Su cocina es muy original, pero los platos siempre son suculentos y reconocibles.
Como por ejemplo, el canelón relleno de longaniza con salsa de boletus. O las berenjenas y las cebolletas braseadas. O los champiñones con ajetes salteados. O la longaniza de Graus, que se acompaña con queso fundido del Somontano o el arroz horneado en brasa con longaniza y costilla de ibérico.
El chef es capaz de añadir una huella de altísima elegancia y creatividad, presente en platos como la picaña (cortes traseros de vaca laminados a la brasa), el taco de atún con cebolla confitada y curry rojo, los huevos rotos trufados con virutas de foie o el cachopo (doble ternera asturiana empanada con jamón serrano y cabrales), donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Dirección: Avenida de Juan Carlos I, 41, frente al Centro Comercial Aragonia
Ginger Fizz Bar
El Ginger Fizz Bar lo tiene todo para atraer a la gente cool: un cuidado interiorismo en el que el verde de la vegetación y el juego de las luces y sombras de su original iluminación son los protagonistas, mesas comunitarias de madera, ladrillos a la vista, ventanales abiertos a la calle, terraza…
La carta, además, está hecha para producir ataques de priapismo entre los modernos, con una amplia variedad de cócteles (su especialidad) y tapas de estilo joven y creativo, pero sin juegos de manos.
Aquí encontraremos un buen producto y algunas recetas imaginativas como el tataki de salmón, langostinos tigre, empanadillas Gyoza, emadames (judías de soja japonesas), nigiris de anguila o su ceviche de atún con zumo de yuzu, entre otras muchas propuestas.
Preparaciones potentes y despojadas. Bocados en apariencia nimios y que explotan como torpedos. Ideas, trasfondo, indagaciones. Esas experiencias que días después siguen enganchadas al cerebro.
Dirección: Calle Joaquín Costa, 16
Quema
Cuando a un espacio acogedor, le sumas buena cocina, nada puede salir más. Y eso es lo que pasa en el Quema.
Llegó sin hacer ruido y poco a poco, se ha convertido en uno de los restaurantes de cabecera para los gastrónomos más exigentes.
En la sede del Museo IAACC Pablo Serrano, justo en el vértice del Paseo María Agustín, se aboca el restaurante Quema, un espacio gastronómico singular que nos propone una cocina de temporada, con platos elaborados a diario, con los mejores productos y en riguroso directo.
No es extraño encontrarse en su carta novedades en cada visita, esto es por el talento incansable e inagotable de Toño Rodríguez, su chef.
Dirección: Museo IAACC Pablo Serrano, Paseo María Agustín, 20
Smooth
El Smooth demuestra que existe hermandad entre las tapas asiáticas, americanas y españolas, y un nivel de excelencia de producto y creatividad comparable a Barcelona o Madrid.
En muy poco tiempo se ha convertido en un restaurante imprescindible en Zaragoza. Ha conquistado este estatus gracias a una cocina llena de maestria y sofisticación, para tocar el cielo. Su carta es asequible, tanto por precio como por longitud.
Encontramos platos de buen producto de la tierra, como el jamón de bellota batido, los corazones de alcachofa o el huevo poche con foie bloc y Pedro Ximénez. Y ejemplos de la imaginación indiscutible del chef, como los tallarines vegetales con cerdo chutney o el timbal de salmón con nieve de burrata y eneldo.
Dirección: Plaza Los Sitios, 18
Carnívoro Wine & Grill
El arte de cocinar una buena brasa no es ninguna bobada. En el restaurante Carnívoro Wine & Grill saben encontrarle el punto perfecto a la carne.
El Carnivoro es un rara avis: un restaurante de lujo donde el máximo reclamo culinario es la brasa y no las recetas barrocas.
El chef tiene la mano rota para administrar las dosis necesarias de brasa directa y humo: es una ecuación de sabor, grasa y humo que haría renegar a Homer Simpson de la chuleta de cerdo.
Todas las carnes, excelentes, se sirven con una piedra de sal de la Himalaya que permite acabar la cocción en su punto deseado.
Dirección: Calle Zurita, 21
Cancook
Ramcés González (cocina) y Diego Millán (sala) lograron la primera estrella Michelín del Cancook en 2018. Han conquistado este estatus gracias a una cocina llena de maestría y sofisticación, para tocar el cielo.
El chef Ramces González es capaz de añadir una huella de altísima elegancia y creatividad, presente en platos como el tartar de chuleta a la brasa, gofre de patata y queso; el atún rojo, aguachile y albahaca o el tatín de cabello de ángel y helado de leche quemada, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Dirección: Calle León XIII, 2-4
La Piedra
En una lista de restaurantes románticos en Zaragoza no podía faltar La Piedra.
La Taberna La Piedra es un restaurante que cuenta con un personal, que disfruta con lo que hace y que logra, que un espacio pequeño y con pocas mesas se convierta en un lugar único.
Desde hace más de 10 años, la especialidad de la casa es el chuletón a la piedra. Recomendamos acompañarlo con una ración de Piedritas, unas exquisitas patatas con salsa de queso.
Dirección: Calle Cortes de Aragón, 64
Baobab
El Baobab es un buen restaurante vegetariano en el que no echarás en falta la carne. Suele estar bastante lleno, sobre todo al mediodía, por lo que recomendamos reservar con suficiente antelación.
El local dispone de unas cómodas sillas para unas mesas bien distribuidas, a una distancia prudencial para que los comensales no se molesten, una buena iluminación y un excelente servicio.
El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones. La carta es sensata, muy adecuada, no extensa pero completa, con abundante mercado y sin excentricidades vanguardistas.
Dirección: Calle Arzobispo Apaolaza, 10
La Senda
La Senda es un restaurante situado en la céntrica Calle Hernán Cortés, muy próximo a la Puerta del Carmen, que con su cocina creativa, tan atrevida como con los pies en el suelo, se ha convertido en un líder gastronómico indiscutible.
El chef David Baldrich es capaz de añadir una huella de altísima elegancia y creatividad, presente en platos como el huevo cocinado a baja temperatura con bechamel de cebolla, jamón, hongos y ceniza de patata, el macaron de pollo tahi, la croqueta fluida de colifror y jamón, el caramelo de tartar de atún con calabaza y pepino agridulce o la carrillera ibérica regada con salsa de amaretto, puré de patatas a la importancia y esferificación de mango, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Hay un relato que transmite sensaciones y emociones graduadas, como en una montaña rusa en la que se producen subidas y bajadas, contrastes de sabores, texturas, olores y temperaturas.
Dirección: Calle Hernán Cortés, 15
Novodabo
El Novodabo es uno de los restaurantes de Zaragoza que marca la diferencia, con un excelente producto de temporada, una apetecible elección de los elementos que componen un plato, el toque exacto en su elaboración, una presentación creativa, sabores claros y auténticos, un cuidado servicio de sala y una buena bodega.
El menú degustación es un placer de esos que todo el mundo debería concederse una vez en la vida, o si se puede, una vez al año.
Ha conquistado este estatus gracias a una cocina llena de maestría y sofisticación, para tocar el cielo.
Dirección: Plaza de Aragón, 12
Contigo Pan y Cebolla
El Contigo Pan y Cebolla es un establecimiento moderno con un toque vintage, que ofrece comida original y de calidad.
Parece mentira lo fácil que es dejar contentos a los comensales con pequeños detalles y, sobre todo, una cocina auténtica y hecha con pasión Es lo que se respira en este establecimiento con una única pretensión: la de querer gustar.
El local es amplio y con una decoración contemporánea y cálida en tonos negros y blancos. La carta de comida es muy diversa, con unos 20 bocadillos, algunos de ellos muy originales, cuidadas ensaladas y varias especialidades (desde tartar de atún, hasta carpaccio de pulpo con parmentier y helado de remolacha, pasando por un suculento chuletón a la piedra).
Dirección: Avenida Cesaraugusto, 27, entrada por Calle Peromarta
Marengo
Hay restaurantes que de una manera u otra acaban apareciendo cuando se recomienda un buen restaurante, ya sea en un artículo como este o en una conversación entre amigos.
El Marengo es un buen ejemplo: local con encanto y cierta solera, localizado en el centro y una cocina elaborada de eternos mediterráneos con algún guiño a Japón y Perú (en su carta están correctamente especificados qué platos no son aptos para alérgicos e intolerante) y postres de escándalo.
Platos entre la tradición y la modernidad que se basan en el producto fresco y de temporada, ya sean de mar o de la tierra.
Cocina muy original con sabores de países lejanos, con platos como el gua bao, gyoza de pollo, el tataki de atún rojo, el wok de solomillo, la entraña argentina o la picaña brasileña.
Dirección: Calle Francisco de Vitoria, 5
Molino de San Lázaro
El Molino de San Lázaro es tan chulo que a veces te hace pensar que estuvieses en un decorado, con su carta escueta pero cuidada y la propia estructura del local, en una casita de dos plantas con una terraza y un patio interior que no tienen rival.
El Molino de San Lázaro apuesta por una cocina tradicional de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad. El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
Espléndida bodega para acompañar.
Dirección: Paseo de la Ribera, 22
River Hall
El River Hall es uno de esos lugares donde parece que el tiempo se haya detenido años atrás, cuando todo era más sencillo y la gente no tenía tanta prisa.
Con su fantástica luz natural gracias a sus paredes de cristal y sus mesas que invitan a la tertulia, “romántico” nunca ha sido más apropiado que aquí.
El restaurante ofrece una cocina imaginativa y vanguardista que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
El chef Víctor Gallego es capaz de añadir a todos sus platos una huella de altísima elegancia y creatividad, donde la estética sorprendente nunca pasa por delante de una combinación de sabores genial.
Y qué mejor compañía que la imponente basílica del Pilar bajo la noche iluminada de Zaragoza.
Dirección: Cuarta planta del complejo Aura, Avenida de José Atarés, 7, en la ribera del Ebro, al lado del puente de la Almozara
La Prensa
La Prensa es en estos momentos uno de los restaurantes de referencia en Zaragoza. La trayectoria de este restaurante, situado en el zaragozano barrio de San José, cerca del Parque de la Memoria se remonta a 1970, cuando era un negocio dedicado a la venta de vinos.
La cocina del restaurante La Prensa podría definirse como cocina creativa pero con base tradicional y algunos toques divertidos. Se elabora una cocina actual con toques de imaginación sobre un producto de calidad. La materia prima es de una calidad excepcional ya que es la única manera de ofrecer un buen producto.
La chef, Marisa Barberán, elabora una cocina actual, en la que sabe aplicar fuertes dosis de imaginación y un gusto exquisito. Día a día, logra la perfecta combinación entre sabores, aromas, colores y texturas utilizando las mejores viandas.
Dirección: Calle José Nebra, 3, barrio de San José
Restaurante Saucco
El restaurante Saucco ofrece una cocina que fusiona la tradición solariega vasco-francesa, materias primas de mucha calidad, trabajadas elaboraciones y una exquisita atención en el comedor.
La esencia de este proyecto hostelero radica en la colaboración entre el chef Álex García y su compañero Daniel Pérez, quien dirige el servicio en sala. Ambos se formaron con Martín Berasategui.
El chef es capaz de añadir a todos sus platos una huella de altísima elegancia e ingenio, presente en platos como el magret de pato a la brasa con salsa de queso Idiazábal ahumado con cherrys confitados en mantequilla y puré de manzana, la terrina de foie caramelizada con crema de queso y trufa o el ‘molleoux’ de cobertura negra, gel de canela y helado de crema catalana.
Mención aparte la sopa de pescado, guarnecida con merluza de pincho es una locura de sabor, un viaje sensorial a un puerto pesquero del norte sin moverse de Zaragoza.
En la carta casi todo el protagonismo recae sobre el recetario preparado a la brasa.
Dirección: Calle Mariano Royo Urieta, 19
Terraza El Lago
Difícil pasar por alto esta terraza, a medio camino entre chiringuito player y beach club sofisticado.
No es que sea bonita, es que es espectacular. Esta terraza es uno de los hits cuando llega el buen tiempo a Zaragoza.
Su espectacular lago es capaz de robarle protagonismo a las vistas 360 que se tienen desde esta terraza, situada en el Parque del Canal, en la prolongación Calle Gastón de Bearne.
Tapeo, menú y cócteles al alcance de cualquiera. Cualquiera que esté dispuesto a ver y dejarse ver, eso sí.
Encontraréis alta cocina de espíritu popular, que sobresale en los arroces. Como por ejemplo el brutal arroz meloso con carabineros, la deliciosa paella de marisco o un arroz meloso con carabineros inolvidable.
Dirección: Parque del Canal Prolongación, Calle Gastón de Bearne, s/n
Goralai
Ubicado donde estaba antiguamente el Aldaba, el Goralai es un restaurante moderno y acogedor decorado en vivos colores naranjas y verdes. Las paredes están adornadas con cuadros de pintores aragoneses de renombre como Jorge Gay, Villarrocha y otros.
El Goralai es un imprescindible de la alta gastronomía en Zaragoza, un estatus que ha conseguido gracias a una cocina llena de maestría y sofisticación.
Este local apuesta por una cocina de autor elaborada con productos de temporada, cercanos y de calidad. El restaurante ofrece una cocina ingeniosa que opta por los productos del país como referencia para sus interpretaciones.
Dirección: Calle Santa Cruz 7
Sophia Bistro
La elegancia y el glamur de este local es de mucho nivel. El nombre, Sophia, tiene que ver con la imagen de sofisticación que todavía transmite la actriz italiana Sophia Loren.
La experiencia básicamente podría resumirse en la posibilidad de probar un buen vino, champán o cava sin necesidad de ir a un gran restaurante. Dispone de 133 referencias. De ellas, 33 se pueden tomar por copas en unas elegantes mesas altas.
Hay algunas que se cruzan siguiendo una tendencia muy en boga en Europa de estar separado del vecino pero compartiendo una misma mesa alargada. Sophia Bistro abarca todos los momentos gastronómicos del día: el desayuno y el brunch, el aperitivo, la comida, el tardeo, la cena y la copa de la noche.
Dirección: Calle Pedro María Ric, 25
Nómada Street Food
Hay restaurantes que de una manera u otra acaban apareciendo cuando se recomienda un buen restaurante, ya sea en un artículo como este o en una conversación entre amigos.
El Nómada Street Food es un buen ejemplo. Se ha convertido en un líder gastronómico indiscutible, en un restaurante de gran creatividad tan atrevida como con los pies en el suelo.
Nómada apuesta por la mejor comida callejera de los cinco continentes.
Su carta combina platos, bocadillos y raciones con los que dar la vuelta al mundo sin necesidad de moverte de Zaragoza. Su cocina es muy original, pero los platos siempre son suculentos y reconocibles.
Dirección: Paseo Fernando El Católico 37 (Esquina Plaza San Francisco)
Tres Mares
En la búsqueda permanente para encontrar sitios donde la relación entre la comida ofrecida y el precio de la cuenta final tenga cierta consonancia, hemos vuelto a poner a prueba el Náutico Tres Mares, donde el equipo dirigido por Rafael Serrano demuestra diariamente que es posible comer bien y a un precio razonable.
Situado en el antiguo Náutico, local emblemático de los años 80 y 90, el Tres Mares abrió las puertas en noviembre del 2016 apostando por una cocina de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad.
El restaurante ofrece una cocina creativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
Dirección: Paseo Echegaray y Caballero, 82
La Bocca
La Bocca es un restaurante moderno que ofrece comida casera italiana de calidad para compartir. La carta es correcta y variada, con platos bien presentados y elaborados con productos de calidad. Entre las especialidades de la casa, el risotto de campagna con verduras y pollo parmesano, la tempura de hortalizas con ali oli de tinta de calamar, el carpaccio de ternera con alcaparras y parmesano, la bola de arroz crujiente de manzana caramelizada con nueces y gorgonzola, la hamburguesa piamontesa con provolone y la cuidada selección de pizzas (Pugliese, Campagnola y Calzone de verduras).
Dentro de los postres, merecen mención especial el Tiramisú de la casa, la panna cotta di Nutella, el Coulant de chocolate con helado de vainilla y los canutillos crujientes con chocolate. El servicio del restaurante es rápido y muy agradable.
Buenos vinos italianos a precios asequibles y excelentes licores completan el panorama.
Dirección: Calle Madre Vedruna, 6
Casa Lac
Casa Lac es uno de los restaurantes más antiguos de Europa, con licencia para dedicarse a la restauración desde el año 1825, en tiempos del Rey Fernando VII.
En 2008 se hizo cargo del restaurante Ricardo Gil y aplicó la filosofía de su familia, desarrollada durante más de 30 años en su Restaurante 33 de Tudela, que es aprovechar y sublimar un producto excepcional como son las verduras de la huerta del Ebro.
El estilo de cocina es contemporáneo, basado en la tradición culinaria aragonesa y próximo a todo el público. Con muy buen producto esta casa de comidas renovada con muy buen gusto convence por la sencillez y honradez de su oferta. Hay respeto por la tradición y la calidad de la materia prima. Es puro disfrute.
Dirección: Calle Mártires, 12 (El Tubo)
Restaurante El Chalet
El Chalet es tan chulo que a veces te hace pensar que estuvieses en un decorado, con su carta escueta pero cuidada y la propia estructura del local, en una casita de dos plantas con una terraza y un patio interior que no tienen rival.
El Chalet apuesta por una cocina tradicional de autor elaborada con productos de temporada, próximos y de calidad. El restaurante ofrece una cocina imaginativa que toma los productos de Aragón como referencia para sus interpretaciones.
Cabe destacar, en particular, el steak tartar, el bonito marinado y la brandada de bacalao con berenjena y pilpil de romesco. Espléndida bodega para acompañar.
Dirección: Calle Santa Teresa 25
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